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La 'América' de Kendrick Lamar asalta el descanso de la Super Bowl, bandera de Palestina incluida

La 'América' de Kendrick Lamar asalta el descanso de la Super Bowl, bandera de Palestina incluida

El rapero de Compton lleva su 'beef' con Drake a otro nivel en el espectáculo que ha perpetrado para el medio tiempo en el Caesars Superdome de Nueva Orleans.

El rapero Kendrick Lamar en el espectáculo del descanso de la Super BowlMike Segar

Prometió no perder su esencia en el espectáculo del descanso de la final de la Super Bowl y Kendrick Lamar no ha defraudado. Premio Pulitzer, uno de los grandes triunfadores de los últimos premios Grammy, con millones de reproducciones en Spotify y Apple Music, el rapero de Compton es, desde este domingo, el primero en subirse en solitario a uno de los escenarios más ansiados de la temporada y, también, el culpable de llevar el 'beef' que tiene desde hace meses con el canadiense Drake a otro nivel.

Kendrick Lamar ha convertido el espectáculo del descanso de la final de la Super Bowl, a la que ha acudido por primera vez un presidente electo en EEUU, en una plataforma para  hacer llegar a una audiencia millonaria las reivindicaciones raciales de sus canciones y, de paso, llevar a un nivel superior su guerra con Drake, al que dedicó varios de sus conocidos como los 'diss track', la serie de canciones en las que acusa de pederasta, manipulador y mentiroso al rapero canadiense.

El encargado de presentar la actuación de Lamar ha sido el actor Samuel L. Jackson, que ha aparecido disfrazado de 'Uncle Sam', el símbolo patriótico que cada 4 años anima a los estadounidenses a votar. Un guiño nada casual en un país que acaba de asistir a la sesión de investidura de Donald Trump y trata de digerir la batería de órdenes ejecutivas que ha firmado el republicano desde su regreso a la Casa Blanca. 

El espectáculo, que apenas a durado un cuarto de hora y que no pasará a la historia de los descansos de la Super Bowl por una atrevida puesta en escena y sus colaboraciones, sí ha mantenido el tono urbano característico de la música Lamar, con coches y un grupo de baile vestido con los colores de la bandera de Estados Unidos. Lamar ha demostrado la versatilidad de su repertorio al mezclar jazz, funk o soul, y haber repasado algunos temas icónicos como Be Humble, DNA, Peekaboo y All the Stars. 

Once canciones, casi un cuarto de hora sin descanso pero, más allá de la intervención de Samuel L. Jackson, pocas colaboraciones. Para ser exactos, tres más: la de DJ Mustard; la presencia de Serena Williams, bailando en uno de los momentos de la noche o SZA, en la que ha sido una de las interpretaciones más potentes de la noche, como anticipo de una gira que los llevará por 19 ciudades norteamericanas a partir de abril.

Sin embargo, el momento álgido del descanso de la Super Bowl ha llegado con Not Like Us, la canción con la que Kendrick Lamar golpea directamente a Drake, repitiendo varias de las acusaciones que circulan por redes sociales -sin pruebas- sobre supuestos abusos y una hija secreta. En el escenario, el rapero ha lucido una 'A' de diamantes, referencia a una línea de la canción en la que juega con el doble significado de "A minor" (La menor y un menor de edad, en inglés). Que, por cierto, ha coreado la grada de todo el estadio.

Drake, que responde con dureza a los que se meten con él, lanzaba como respuesta, hace unas semanas, The Heart Part 6, en el que negaba todas las acusaciones y más ataques. Pero Lamar no ha necesitado más que su puesta en escena para reforzar su mensaje. No ha interpretado Meet the Grahams, la canción en la que ataca la familia del canadiense, pero sí ha incluido Euphoria, en la que lo pinta como "maestro manipulador y mentiroso".

El impacto de la actuación de Kendrick Lamar en el descanso de la Super Bowl ha ido más allá de la música. Precisamente, al ritmo de Not Like Us. Ha sido en ese momento cuando un hombre se ha colado en el escenario con una bandera de Palestina, que llegó a ondear unos segundos antes de que la seguridad del estadio de Nueva Orleans, reforzada por la presencia de Donald Trump, procediese a su detención. Aunque no ha podido verse en la televisión -la retransmisión ha estado a cargo de la conservadora FOX- las imágenes del instante han circulado rápidamente por las redes sociales, donde se ha convertido en uno de los momentos más comentados de la noche.

La final de la Super Bowl no solo ha llevado hasta Nueva Orleans a políticos y amantes del fútbol americano. En las gradas del Caesars Superdome se han dejado ver Taylor Swift, la pareja de Travis Kelce, jugador estrella de la NFL, así como grandes estrellas del deporte: Lionel Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, por ejemplo, han visto en directo la humillante derrota de los Kansas City Chiefs ante los Philadelphia Eagles.