Qué hay detrás del 'lío olímpico' a tres bandas entre el COI, Rusia y Ucrania

Qué hay detrás del 'lío olímpico' a tres bandas entre el COI, Rusia y Ucrania

La intención de que los deportistas rusos (y bielorrusos) puedan volver a los Juegos bajo bandera neutral ha desatado una ola de acusaciones y réplicas al más alto nivel.

Un aficionado ondea una bandera rusa frente al logo olímpicoREUTERS

Los ojos del mundo están puestos en la guerra, a pocas semanas de cumplirse un año desde que Putin diese la orden de invadir Ucrania. Pero no son pocos los que miran más allá, al verano de 2024, cuando llegará la gran fiesta del deporte: los Juegos Olímpicos de París. Los primeros sin, verdaderamente, la amenaza de la pandemia, que tanto tocaron los de Tokio y Pekín recientemente. 

El ciclo olímpico se ha acortado, con menos de tres años desde la conclusión de Tokio 2020 (el 8 de agosto de 2021, tras su aplazamiento por el covid) y la inauguración de la cita parisina (26 de julio). Pero ahora mismo, no es de deporte precisamente de lo que se habla en relación a los Juegos. El Comité Olímpico Internacional (COI) ha entrado de lleno en la polémica tras la guerra por su intención de "abrir la puerta" a los atletas rusos y bielorrusos. 

Antes del final de año, Thomas Bach, presidente del COI, dejó caer la posibilidad de que el deporte recuperase su "misión unificadora". "Somos una organización deportiva con nuestra misión de ser un factor unificador. Estamos a punto de explorar formas de volver a esta misión unificadora y de cómo podemos evitar que el deporte se politice completamente", avisó el mandatario.

Sus palabras suponían un cambio en el discurso oficial del organismo, después de que nada más iniciarse la invasión se recomendase a las federaciones deportivas internacionales y los organizadores de eventos deportivos vetar la presencia de rusos y bielorrusos. 

Un terremoto al más alto nivel diplomático que rápidamente tuvo que matizar el propio Bach. Si bien "ningún atleta debe tener prohibido competir solo por su pasaporte", "en ningún caso" sería bajo bandera de ambos países. Además, el organismo olímpico señalaba que los deportistas debían haber sido fieles a la misión de paz del COI y no haber mostrado su apoyo a la guerra en Ucrania para ser aceptados de nuevo.

Este último punto choca con el sentir de las voces autorizadas del deporte en Rusia. Nombres históricos del olímpico soviético o ruso han mostrado su rechazo a 'claudicar' a los mandatos del COI. "Si algún ruso se manifiesta contra la operación especial, contra defender su tierra natal, serán unos traidores. Que lo hagan, pero después que abandonen Rusia, su patria", apuntó recientemente Alexandr Tíjonov, campeón olímpico de biatlón en cuatro ocasiones (Grenoble 68, Sapporo 72, Insbruck 76 y Lake Placid 80). 

En línea similar se ha expresado la patinadora Irina Rodniná, triple campeona olímpica en 1972, 1976 y 1980 y hoy diputada oficialista, que habla de "Es una provocación que no aceptaremos". "La vida de un atleta es corta, pero ahora no es el caso cuando podemos hacer concesiones, ya que se producirá una división en la sociedad y entre los deportistas", como recogía EFE.

La indignación de Ucrania y el foco directo sobre el COI

La respuesta de Kiev fue muy dura, acusando al Comité de ser "promotor de la guerra, el asesinato y la destrucción" si finalmente permitían la presencia de atletas rusos en París 2024.

Primero intervino Volodimir Zelenski, que en uno de sus mensajes a la nación pedía inicialmente "reconsiderar" la decisión a la entidad, antes de pasar a palabras mayores. El mandatario ucraniano consideró en antena que una vez que los atletas rusos vuelan a las competiciones internacionales, será solo "cuestión de tiempo" que comiencen a "justificar la agresión de Rusia y a usar los símbolos del terror".

Más duro aún ha sido su asesor y habitual portavoz de facto de Kiev, Majail Podolyak. "El COI observa con placer a Rusia destruir Ucrania y luego ofrece a Rusia una plataforma para promover el genocidio", recriminaba en sus redes. En una alusión directa al presidente del COI, el asesor ironizaba con que el dinero ruso "no huele a la sangre de los ucranianos". "¿Verdad, señor Bach?".

El COI responde a Kiev y aclara lo que se sabe (hasta ahora)

Este martes, ante la crecida de críticas y polémicas en torno a una decisión aún no tomada, el propio COI ha contestado a las acusaciones de Ucrania, que califica como "declaraciones difamatorias".

"El COI rechaza en los términos más enérgicos esta y otras declaraciones difamatorias. No pueden servir de base para ningún debate constructivo. Por lo tanto, el COI no hará más comentarios sobre ellos", ha sido la única reacción oficial, transmitida por uno de sus portavoces a la televisión estadounidense CNN.

En ella, la voz autorizada del COI ha incidido en que, en todo caso, de ocurrir esa autorización que Ucrania teme, los atletas solamente podrían acudir como "neutrales", sin representar "ni a su Estado ni a ninguna otra organización de su país".

Pero el organismo con sede en Lausana ha ido más allá, con un comunicado en el que apuntan que "las sanciones contra atletas rusos y bielorrusos no son negociables" y recalca que fueron ratificadas en la reunión del pasado 9 de diciembre y se mantiene la "solidaridad" con Ucrania y sus deportistas.

Todos los caminos parecen llevar al reencuentro con los deportistas rusos que no se hayan significado pese a la presión social y política rusa. Lo que es seguro es que este tema seguirá removiendo los cimientos del propio movimiento olímpico a año y medio de la gran cita global del deporte.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos.