Daniel Panigua, español con hijo de repartidor en Suiza: "Al mes rondo 5.300 y 5.900 euros sin un jefe encima"
"No pierden el tiempo en tomarse una cervecita después del trabajo".
Hace diez años, Daniel Paniagua decidió dejar atrás España con la idea de buscar un futuro mejor. Hoy, con su propia empresa en Suiza, un nivel de vida estable y un hijo a su cargo, afirma sin rodeos: “Al mes rondo 5.300 y 5.900 euros sin un jefe encima”. Su historia refleja la realidad de miles de jóvenes que emigran en busca de oportunidades que, según él mismo reconoce, en España no encontraba.
Paniagua, contó al medio La Razón para contar su evolución personal y profesional, explica que su camino no fue directo hacia el país alpino. En 2013 emigró a Inglaterra, como tantos otros jóvenes de su generación: “A nivel monetario era un poquito mejor que España, pero como inmigrante tampoco era algo increíble”. En 2015, cuando la migración juvenil a Reino Unido estaba en pleno auge, decidió probar suerte en Suiza.
El choque cultural y la primera retirada
Se instaló en la parte alemana del país, donde la barrera idiomática y la cultura suiza le golpearon de pleno. “Los suizos son más herméticos. Van centrados en su vida, no pierden el tiempo en tomarse una cervecita después del trabajo. Todo está muy organizado”, explica. La combinación del idioma, la falta de red familiar y el nacimiento de su hijo terminaron por abrumarle, por lo que regresó a España en 2020.
En ese periodo trató de abrirse camino en el mundo de la música, alternando temporadas entre España y Suiza, pero sin estabilidad. “Cuando tienes un hijo ya no piensas solo en ti”, recuerda. Y España, asegura, no le ofrecía el futuro que buscaba.
El regreso a Suiza
Hace año y medio volvió definitivamente a Suiza, ya con nivel de alemán B y un plan claro: trabajar como repartidor para tener independencia y tiempo con su hijo. “Era un trabajo duro, con 150 o 200 paradas diarias, pero bien pagado”, señala. El sueldo neto de repartidor oscilaba entre 5.000 y 5.500 francos mensuales (entre 5.300 y 5.900 euros). “Con ese dinero puedes vivir muy bien sin un jefe encima”, afirma.
La diferencia económica respecto a España es notable incluso para empleos no cualificados. “Un joven que cobre 3.800 francos puede ahorrar entre 1.000 y 1.500 al mes. Allí se mira el rendimiento: si eres bueno, te van a querer”, asegura.
Este atractivo salarial está impulsando la salida de muchos españoles que buscan estabilidad y capacidad de ahorro. Según datos de la Secretaría de Estado de Migraciones (SEM), a finales de octubre de 2024 vivían en Suiza 100.058 españoles inscritos como residentes y 2.378 como no residentes, cifras que confirman que la presencia española en el país alpino sigue creciendo año tras año.
De repartidor a empresario gracias a TikTok
Mientras repartía paquetes, Daniel empezó a compartir su vida en su cuenta TikTok @suiza.en.espanol sin expectativas. Todo cambió en semanas: “La gente me reconocía por la calle. Era curioso, no estaba en mi país, no hablaban mi idioma, pero sabían quién era”. Su contenido —centrado en explicar trámites, burocracia y consejos para nuevos emigrantes— se volvió viral.
Ese impulso le permitió dar un salto empresarial. “Decidí arriesgarme y dejar el trabajo de repartidor. Creé mi propia empresa de seguros médicos y planes de pensiones”, relata. Hoy trabaja con un equipo de hispanohablantes y colabora con empresas suizas interesadas en el público migrante.
Una vida “como un suizo”
“Mi crecimiento profesional en Suiza sería imposible en España. No tengo estudios; me formé de manera autodidacta. En España no podría aspirar ni al 1% de lo que estoy logrando aquí”.
Ahora, con estabilidad económica, afirma que vive como cualquier ciudadano suizo: “Cuido mi alimentación y no miro los precios. Esa calidad de vida no la podría tener en España”. No piensa en volver, de hecho quiere que su hijo estudie y crezca en Suiza, país que considera lleno de oportunidades y con menos competencia incluso en ámbitos como el fútbol.