España deja sin oportunidad a los cítricos de Marruecos
Ni la escasez global ni el cierre anticipado de otras campañas en varios países permiten que los productores marroquíes coloquen su producto en el mercado.

Marruecos no está logrando vender más naranjas, ni siquiera en un contexto global de escasez. El cierre temprano de las campañas en Egipto y España no ha beneficiado al país magrebí, cuyos cítricos siguen sin colocarse en los principales mercados. El calendario de producción, los problemas de producción y la presión de los competidores explican esta falta de resultados.
"La campaña se está desarrollando con normalidad. No hemos notado un aumento de la demanda y, para colmo, los precios son bajos. Tampoco hay mucho margen para sacar ventaja de la escasez, porque parte de la fruta incumple los estándares para exportación", explica Salma Keroua, de la exportadora Cap Growers, a la web Freshplaza.
Los exportadores coinciden: la ventana comercial para las naranjas marroquíes es demasiado breve. El producto alcanza su mayor demanda en noviembre y, de forma puntual, en febrero. Pero en esos meses, aún quedaban muchas naranjas españolas y egipcias en el mercado, más baratas y con mayor presencia. “Nuestros cítricos eran más caros, y además nos vimos afectados por plagas como ácaros y trips, o por el moteado provocado por las condiciones climáticas. Solo la mitad de lo que recolectamos era apto para exportación”, detalla Keroua.
A eso se suma un desajuste varietal. Mientras la demanda internacional se centra ahora en las naranjas Navel, Marruecos comercializa su variedad tardía Maroc Late. Esta tiene buena salida en mercados como Rusia o América del Norte, pero apenas despierta interés en Europa. “La temporada de nuestra Navel ya ha terminado, y justo ahora es cuando más se pide”, señala.
Desde Agadir, otro operador del sector confirma que la salida prematura del cítrico egipcio generó algo de movimiento, pero sin beneficios reales: “Los importadores intentan forzar una bajada de precios que no se corresponde con la situación del mercado. Así no nos compensa. Hemos preferido centrarnos en otros productos como el melón”.
Ni siquiera el mercado local responde. Los precios en origen son bajos, lo que evidencia que la escasez global no se traduce en una mayor demanda para la naranja marroquí. Una campaña que, por calendario, calidad y contexto, se ha quedado fuera de juego.