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Las arenas movedizas matan al champiñón español

Las arenas movedizas matan al champiñón español

El sector se tambalea por la subida de costes, la falta de tratamientos eficaces y la escasez de mano de obra

Cultivo de champiñones.xu wu

El champiñón español está en la cuerda floja. El encarecimiento de los materiales que se necesitan para el cultivo, como la paja para compost, el avance de algunas plagas sin que se hayan encontrado tratamientos eficaces, los efectos de la sequía y también la falta de relevo generacional, amenazan un sector que lidia con una crisis sin precedentes.

Aitor Sanzol, subdirector general de Ayecue, marca de The Real Green Food  que cerró el año 2024 con una producción de 13 millones de kilos de setas, una buena parte de la cifra se corresponde a champiñones, ha expuesto en Freshplaza la gravedad del problema que sufre desde hace un tiempo el sector: "Llevamos 3 años atravesando arenas movedizas".

El precio de la paja, fundamental para el compost, se ha disparado. "La sequía nos puso contra las cuerdas y nos obligó a comprar paja en Francia y otros países a precios desorbitados", explica Aitor Sanzol, que confía en que el problema sea pasajero, aunque admite que el cambio climático podría convertirlo en una realidad permanente.

Otro aspecto que ha condicionado el comportamiento del sector en España han sido las restricciones europeas en cuanto al uso y prohibición de tratamientos eficaces contra las plagas, algo que ha desplomado el rendimiento de los cultivos. "Con producciones tan bajas, los costes se disparan", señala mientras demanda que la búsqueda de una solución fiable para el tratamiento de enfermedades debe convertirse en una prioridad. 

La escasez de mano de obra especializada y la falta de relevo generacional complican aún más la situación. "Los jóvenes no ven el champiñón como un negocio rentable y muchos cultivadores están en edades avanzadas. Falta gente formada, hay demasiada rotación y un absentismo disparado", lamenta. Aunque la Mesa del Champiñón, que se ha creado con el apoyo de las administraciones para intentar dar respuesta a estos problemas, pero Sanzol insiste: "Hacen falta soluciones duraderas". 

Después de un 2024 complicado, las previsiones para el año 2025 no apuntan a mejoras. Mientras The Real Green Food sobrevive a la crisis del champiñón gracias a su estructura profesional y empresarial, las más pequeñas se encuentran en una situación límite.