¿Thatcher ha muerto? Cómo la respuesta neoliberal ha caído en saco roto en las últimas crisis

¿Thatcher ha muerto? Cómo la respuesta neoliberal ha caído en saco roto en las últimas crisis

Los economistas coinciden en que la filosofía ha virado respecto a la crisis de 2008, pero no creen que suponga un giro drástico de las políticas económicas. 

Margaret Thatcher.Getty Images

"Las cosas han cambiado. Hoy, muchos de vosotros venís de las clases medias y trabajadoras. Sois líderes que habéis sido democráticamente elegidos por vuestros ciudadanos. Empresarios que habéis hecho vuestras propias fortunas a través del trabajo duro. Y por eso sabéis que el sistema no es justo. Que está lleno de injusticia y desigualdad. Que es hora de arreglarlo". 

Hace quince años, cuando en Europa se aplicaban recortes, austeridad, duras reglas fiscales y se enviaba a los 'hombres de negro' a vigilar a los países del sur del continente, pocos habrían sospechado que el líder de un país pudiera pronunciar en Davos, sede del Foro Económico Mundial, palabras como las que pudimos escuchar hace unas semanas de boca de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español.

Pero efectivamente, como dijo el jefe del Ejecutivo, las cosas han cambiado. La Europa más thatcherista, que otrora aplicaba la tijera y miraba con lupa el gasto público, hoy riega de millones a sus socios comunitarios buscando salvar las economías tras un penoso tránsito por una pandemia y una guerra que ha dejado una inflación desbocada. 

Desde Bruselas ya no se oye aquello de que algunos países "han vivido por encima de sus posibilidades" en respuesta a la angustiosa situación de algunas naciones. Por el contrario, la Unión ha acudido en auxilio de sus socios con generosos fondos europeos para ayudar a la reconstrucción de sus dañadas economías por el Covid. 

Aquella estructura rígida de hace quince años hoy se abre a medidas que parecían imposibles entonces, como permitir que dos países —España y Portugal— puedan aplicar un tope al precio del gas. 

"Es justo todo lo contrario a 2008", explica Julen Bollain, doctor en Ciencias Económicas, en declaraciones a El HuffPost. "De hecho, se rompieron las reglas fiscales, con todo el tema del déficit y la deuda", recuerda el experto, quien señala que la primera reacción desde Europa a los cierres por el Covid fue "inyectar dinero y comprar muchísima deuda". 

Nada que ver con la receta de la anterior crisis, "cuando se impusieron políticas de austeridad, sobre todo a los países del sur: Italia, España y especialmente Grecia, que llegó a la quiebra". "La idea del 2008 era, vamos a contener todo ese déficit que se está creando y el gasto público: no gastemos más de lo que tenemos". Según Bollain, estas políticas provocaron que antes de la crisis del Covid, "la gran mayoría social no hubiese recuperado los niveles materiales" anteriores al 2008.  

"Se está aplicando todo lo contrario a 2008. De hecho, se rompieron las reglas fiscales de déficit y deuda"
Julen Bollain, doctor en Economía.

"El ajuste en 2008 fue totalmente deflacionista", recuerda Julio Rodríguez, doctor en Ciencias Económicas y expresidente del Banco Hipotecario de España. "Fue procíclico y acentuó la intensidad de la depresión. Sin embargo, ahora ha habido un cambio en el contexto general en los organismos internacionales como el FMI y la OCDE", indica.

A juicio de Rodríguez, las soluciones que se implementaron entonces "hicieron que la crisis se extendiera prácticamente hasta 2013" con una situación de pérdida de puestos de empleo que, dice el economista, "tuvo impacto hasta en la propia democracia". 

Ahora, tras el Covid y la situación generada por la guerra, Rodríguez cree que 2021 y 2022 fueron años "bastante razonables en materia de crecimiento". El motivo, según el experto, las ayudas que se han ido implementando. "A las empresas, los subsidios, los ERTEs... Han mantenido un nivel de demanda efectiva muy importante". 

Rodríguez considera que, respecto a 2008, "ha habido un cambio de filosofía económica que ha evitado que el bache de 2020 se convirtiera en una recesión prolongada". Ese cambio de filosofía "más keynesiano" se debe, según el experto, a que "de 2008 salieron todos muy trasquilados".

Un modelo keynesiano o "expansionista", como lo define Bollain, que cree que en 2008 las decisiones que se tomaron fueron "por la gran influencia que tenía Alemania en el Banco Central Europeo" y su "gran temor por todo lo que tiene que ver con la inflación, tras la hiperinflación que sufrieron entre las dos Guerras Mundiales" que impusieron el control de los precios mediante la contención del gasto público. 

"Ha habido un cambio de filosofía económica que ha evitado que el bache de 2020 se convirtiera en una recesión prolongada como de 2008 a 2013"
Julio Rodríguez, economista y expresidente del Banco Hipotecario de España.

Bollain coincide con Rodríguez en "se ha tomado nota" de lo que sucedió en 2008. "Tanto la anterior crisis como el Brexit debería, si no lo ha hecho ya, enseñar a la UE que hay que cuidar de los socios. Si queremos que la ciudadanía tenga sentimiento de pertenencia a la unión económica y política que existe, toca cuidarse", afirma. 

Para este experto, "no había otra salida" a las soluciones que se han tomado. "Tomar políticas como las que se tomaron en 2008, hubiese hecho que en España, por ejemplo, estuviésemos hablando de recesión". Sin embargo, según datos del INE, cerró 2022 con un crecimiento del 5,5%

Aun así, Bollain cree que es importante señalar que los países más potentes y que habitualmente dictan las normas europeas, como Alemania, están sumidos en una crisis muy profunda, algo que durante la crisis anterior no ocurrió. 

"No había otra salida. Tomar políticas como las de 2008 hubiese hecho que en España, por ejemplo, estuviésemos hablando de recesión"
Julen Bollain, doctor en Economía.

Para Rodríguez, la medida diferencial que se ha tomado respecto a 2008 es "cambiar las reglas de deuda y déficit". "Dejar vía libre durante dos o tres años al gasto público y al déficit sin acometer ninguna medida de ajuste, es el gran cambio respecto al pasado". "Esto mantiene la demanda efectiva y no frena la economía", agrega. 

Hace quince años, explica, la solución fue "un ajuste salarial como medida instrumental clave para recuperar el mercado de trabajo, que dio sus resultados a cambio de unos salarios miserables".

¿Supone este cambio de filosofía algo definitivo o será temporal? Bollain cree que "el neoliberalismo tal y como lo hemos conocido desde los años 80, salvaje, sin normas, o tratando de huir del marco normativo establecido, sí está cambiando" y que "tanto Europa como EEUU, de una manera u otra, van a apostar por un mayor proteccionismo". 

A su juicio, las empresas están "poniendo en valor que la cadena de producción sea lo más corta posible". Es decir, "se apuesta por producir en casa, tratando de externalizar lo menos posible", lo que hace "que el neoliberalismo globalista vaya cambiando poco a poco". 

Eso sí, Bollain recalca que "esto no quiere decir, ni mucho menos, que sea el fin del capitalismo". "El capitalismo ha ido mutando y ha sabido adaptarse a los tiempos", recuerda. 

"Los extremos más duros del neoliberalismo se han corregido, pero esto no quiere decir que haya cambiado de arriba a abajo la filosofía económica"
Julio Rodríguez, economista y expresidente del Banco Hipotecario de España.

Las conclusiones y los discursos que se han escuchado en el Foro Económico Mundial de Davos, tan distintos a los habituales, dieron para que algunos llegasen a titular que se había 'enterrado' al neoliberalismo. "Eso es muy exagerado", cree Rodríguez, quien recuerda que la mayoría de los organismos internacionales son "bastante neoliberales". "Más bien, los extremos más duros del neoliberalismo se han corregido, pero esto no quiere decir que haya cambiado de arriba a abajo la filosofía económica. Habrá que ver cómo evolucionan la deuda, el déficit y el crecimiento en los próximos años". 

A juicio de este experto, el cambio que se observa "puede tener algo de lampedusiano, que todo cambie para que todo siga igual". "Las formas han cambiado mucho, pero en el fondo no creo que haya un cambio tan espectacular", agrega Rodríguez, quien ya vislumbra algunas voces, sobre todo desde Alemania, que reclaman "volver al equilibrio". "Hay agazapadas fuerzas que pueden dar lugar a que en cualquier momento se retorne al pasado. Pero un pasado no tan agresivo como el que maltrató a Grecia en los años más duros de la crisis".  

Algunas resistencias a este cambio de paradigma las hemos visto en Reino Unido, con la fracasada respuesta de Liz Truss, a quien le costó el puesto de primera ministra su política fiscal; y también en España, con la derecha yendo en muchas ocasiones a contracorriente incluso de dirigentes conservadores europeos. 

"Es la famosa frase de que si la realidad no coincide con mis palabras, peor para la realidad", resume Bollain. "Y eso es un problema porque puede lastrar a una sociedad entera como vimos con la libra en Reino Unido", considera el experto. 

"La derecha europea se ha hecho mucho más intervencionista que la española", apunta Rodríguez, que cree que "el discurso de la derecha ha quedado un poco tocado". "Pero la derecha europea es más pragmática. Por ejemplo, Rutte, el primer ministro holandés, que es bastante conservador, ha puesto un tope a los alquileres de 1.200 euros. Esto lo dices aquí y te llaman soviético", bromea.