Andalucía llega al Parlamento británico por uno de sus tratamientos frente al covid

Andalucía llega al Parlamento británico por uno de sus tratamientos frente al covid

Los ingleses quieren copiar la decisión de Andalucía de emplear vitamina D para atenuar los efectos del coronavirus.

Antonio, de 90 años, llora de emoción al ver a su hija después de tres meses de confinamiento estricto en su residencia de Granada, el 1 de junio. Carlos Gil Andreu/Getty Images

Los británicos han visto en Andalucía un ejemplo a seguir, y no en cuestión de clima, gastronomía y playas, sino por la decisión de administrar vitamina D a los ancianos de residencias con el fin de atenuar los efectos del coronavirus.

Este miércoles, en el Parlamento británico, el diputado conservador David Davis preguntó a su primer ministro, Boris Johnson, si podía echar un vistazo “urgentemente a las últimas investigaciones españolas” que apuntan a la eficacia de este tratamiento “barato y seguro”.

Davis citó el caso concreto de Andalucía, donde desde noviembre se da calcifediol (vitamina D) a los residentes de geriátricos y donde se ha logrado reducir a la mitad la tasa de mortalidad, mientras que en el mismo período, en Reino Unido, esta tasa se ha duplicado.

El pasado 10 de noviembre, la Junta de Andalucía anunció que incluiría el tratamiento con calcifediol de forma generalizada —salvo contraindicaciones— en sus residencias “para minimizar la incidencia de la infección y atenuar su gravedad en caso de que se produzca”. La decisión se tomó en base a un informe del comité técnico de expertos de la Consejería de Salud y Familias sobre los beneficios que podría tener este tratamiento.

Una importante reducción en el riesgo de ingreso en UCI

Lo cierto es que, desde hace meses, la vitamina D se ha puesto de moda por varios motivos, pero en este caso su uso no se debía a una tendencia, sino a un estudio realizado en octubre en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, que mostró que tras la administración de calcifediol en pacientes hospitalizados por covid se reducía significativamente su necesidad de ingresar en la UCl.

En el ensayo participaron 76 pacientes con neumonía bilateral por covid. De forma aleatoria, 50 recibieron suplementos con calcifediol oral cápsulas blandas, además del tratamiento estándar, y los otros 26 restantes, no. 

El resultado fue que, de los 50 pacientes tratados con calcifediol oral, sólo uno (un 2%) requirió ingreso en UCI, mientras que 13 participantes (un 50%) del grupo que no tomó vitamina D tuvo que ingresar en cuidados intensivos.

Estos datos van en una línea similar a la de investigaciones previas que apuntan a que más del 80% de los pacientes hospitalizados con covid tiene déficit de vitamina D y a que la deficiencia de vitamina D puede predisponer a sufrir infecciones de las vías respiratorias altas.

Andalucía tuvo en cuenta, además, que los ancianos en residencias suelen mostrar déficits de esta vitamina ya que salen menos al exterior (el sol aporta vitamina D), toman en general menos alimentos ricos en esta vitamina (pescado azul, setas, mariscos, huevos y lácteos) y pueden tener dificultades en la absorción de la misma. 

“Una suplementación generalizada con vitamina D no está justificada”

Los expertos, que todavía no tienen claro que los tratamientos con vitamina D sean la panacea, piden calma y prudencia. “La evidencia científica disponible sugiere un posible efecto preventivo, pero no que la vitamina D sea un tratamiento válido para la COVID-19”, señalan en El HuffPost Miguel Ángel Martínez González, catedrático de Salud Pública, y Nerea Martín Calvo, doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública, de la Universidad de Navarra. Asimismo, alertan de que un exceso de suplementos con vitamina D puede ser perjudicial. 

“La conclusión global es que la suplementación de vitamina D protege moderadamente de sufrir infecciones respiratorias, pero con un matiz importante: lo hace únicamente en aquellas personas que partían de una profunda deficiencia de vitamina D y que recibían este suplemento a dosis bajas y de manera continuada”, explica en El HuffPost Ignacio Molina Pineda de las Infantas, catedrático de Inmunología en el Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Granada.

“No todas las personas se beneficiarían de este factor protector, así que una suplementación generalizada con vitamina D no estaría justificada”, insiste Molina. “Es más, si se alcanzasen niveles altos de la vitamina podrían llegar a tener efectos adversos”, advierte.

En Reino Unido, mientras tanto, corre la voz sobre los supuestos beneficios de esta vitamina que, en realidad, es una hormona. The Guardian publicó a finales de octubre un artículo titulado Los científicos urgen añadir vitamina D al pan y a la leche para ayudar a combatir el covid en el que, de nuevo, se citaban investigaciones españolas.