La rotura del casco del barco semihundido en Gibraltar provoca una fuga de combustible

La rotura del casco del barco semihundido en Gibraltar provoca una fuga de combustible

Inicialmente ya había soltado algo de líquido hidráulico tras el choque con otra embarcación.

Vista del barco semihundido en aguas de GibraltarEuropa Press News via Getty Images

El casco del buque OS 35, semihundido en Gibraltar tras su colisión con otra embarcación horas antes, se ha roto en la tarde de este miércoles y ha comenzado a verter combustible al mar.

Inicialmente, el barco ya había soltado parte del líquido hidráulico, como exponen las autoridades en un comunicado, donde aseguraban que “había un claro riesgo” de que el casco se partiera en dos. No obstante, a última hora del miércoles, las dos secciones del buque granelero no se han separado del todo, lo que podría ser clave para drenar el combustible de urgencia.

Todo el personal a bordo en el momento del accidente, 24 tripulantes y 6 inspectores, ha sido puesto a salvo desde una embarcación que transportaba enormes cantidades de materias a granel.

“El OS 35 ya está rodeado por una barrera oceánica que debería contener cualquier derrame de petróleo que pueda producirse. No parece que se haya producido ningún derrame de petróleo. Se está vigilando constantemente”, añade la nota.

Esas tareas de extracción pueden suponer unas 50 horas de bombeo, dado que las bombas a bordo del OS 35 tienen una capacidad para extraer aproximadamente 15 toneladas por hora, como cita EFE.

El OS 35 ya está rodeado por una barrera oceánica que debería contener cualquier derrame de petróleo que pueda producirse
Comunicado de las autoridades de Gibraltar

Según los datos del Gobierno gibraltareño, el OS 35 transporta 215 toneladas de fueloil pesado, otras 250 toneladas de gasóleo y 27 toneladas de aceite lubricante.

Todas las operaciones en el Puerto de Gibraltar están actualmente suspendidas para concentrar todos los recursos en esta emergencia.

Mientras tanto, la Junta de Andalucía ha declarado la fase de preemergencia aunque hasta esta tarde no se ha registrado ningún vertido que haya tocado la costa andaluza.

La preemergencia se pone en operación ante el posible riesgo de que el litoral se vea afectado por un vertido contaminante. En esta fase se aplican medidas especiales de refuerzo en los sistemas de observación, control y predicción, así como medidas de gestión de la información.