Por qué es tan complicado establecer corredores humanitarios en Ucrania

Por qué es tan complicado establecer corredores humanitarios en Ucrania

La creación de corredores humanitarios, en algunas ocasiones, se utiliza para asediar y conquistar zonas urbanas densamente pobladas.

Civiles evacuados a través de corredores humanitarios.ANADOLU AGENCY VIA GETTY IMAGES

El ministro de Defensa ucraniano denuncia una situación “catastrófica”. Alimentos, medicinas... Falta de todo en la ciudad de Mariupol, bombardeada por el ejército ruso desde hace un mes y donde siguen atrapadas 150.000 personas.

El viernes 25 de marzo, el presidente francés Emmanuel Macron anunció que Francia llevaría a cabo una “operación humanitaria extraordinaria” junto a Turquía y Grecia. “Hemos planteado una operación humanitaria. Hemos trabajado en los últimos días con las autoridades ucranianas para prepararla. Ahora tenemos que convencer a la Rusia de Vladimir Putin”, declaró el lunes el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal.

Pero ¿por qué después de más de un mes de conflicto la evacuación de civiles sigue siendo tan complicada? “Los corredores humanitarios nunca han funcionado realmente”, asegura el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, Frederic Joli.

“La idea tiene sentido, pero hace falta mucho valor para salir del lugar donde te escondes para llegar al corredor humanitario, que puede estar a 1, 3 o 10 kilómetros”, añade.

Respetar el alto el fuego es el segundo gran reto, señala Frédéric Joli: “Los dos ejércitos deben ponerse de acuerdo y garantizar la seguridad de los civiles, ya sea mediante un alto el fuego o mediante una tregua. Es difícil de organizar, sobre todo mientras las hostilidades siguen en marcha. Requiere planificar la hora de inicio, la hora de finalización, la ruta que se va a seguir, etc.”.

Y ese es uno de los grandes problemas de la guerra en Ucrania. Solo unos días después del inicio de la invasión, se anunció un alto el fuego para evacuar a los habitantes de Mariupol y de otra ciudad un poco más al norte, Volnovaja. El intento apenas tuvo vigencia, ya que ambas partes se acusaron mutuamente de violar el alto el fuego e impedir la huida de los civiles.

Unos días después, Rusia abrió nuevos corredores para evacuar las ciudades de Kiev, Mariupol, Járkov y Sumy. El problema fue que las rutas ofrecidas dirigían a los evacuados hacia Bielorrusia y Rusia, una situación inconcebible para los ucranianos, que rechazaron la propuesta. Emmanuel Macron también denunció “este discurso hipócrita de: ‘Vamos a proteger a la gente para que venga a Rusia’”.

A día de hoy, la situación no está mucho mejor. Kiev sigue acusando a Moscú de atacar los corredores humanitarios, por los que también pasan los vehículos que transportan alimentos, medicinas y agua para los ucranianos que siguen atrapados. “Por razones de seguridad para los civiles, hoy no se abrirán corredores humanitarios”, ha advertido la vicepresidenta Iryna Verechtchouk en alguna ocasión.

El miedo es legítimo. En el pasado, Rusia ya se aprovechó de los corredores humanitarios en Chechenia y en Siria, “autorizando la apertura de corredores de evacuación solo para cerrarlos sin previo aviso o para dejarlos expuestos al fuego”, señala Le Monde. La creación de corredores humanitarios, en algunas ocasiones, se utiliza como parte de una estrategia militar, “para asediar y conquistar zonas urbanas densamente pobladas”, dice.

Cécile Coudriou, presidenta de Amnistía Internacional Francia, cita el “fallido corredor humanitario bombardeado en Irpin, un suburbio de Kiev”, así como el teatro bombardeado en Mariupol, donde se habían refugiado más de mil personas, como ejemplos de que el Kremlin no duda en atacar a objetivos civiles.

¿Podría la intervención francesa cambiar la situación y facilitar el establecimiento de zonas seguras? Para Frédéric Joli, “no pasará nada si Rusia y Ucrania no llegan a un acuerdo. Apoyamos todas las iniciativas para salir del horror, pero las llaves están en manos de los dos contendientes”.

Por su parte, Cécile Coudriou espera que la presión de la comunidad internacional obligue a Vladimir Putin a “cumplir su palabra”. Insiste, en particular, en la necesidad de dejar pasar los convoyes que traen medicamentos y agua potable. “De lo contrario, advierte, nos veremos abocados a una crisis humanitaria sin precedentes. La gente morirá de hambre y sed”.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.