Damián Quintero se cuelga la plata en la final de kata

Damián Quintero se cuelga la plata en la final de kata

El karateka ha entregado a España su decimotercer metal.

Damián Quintero, en TokioAnadolu Agency via Getty Images

Damián Quintero ha vuelto a subir a España en el medallero entregándole el decimotercer metal en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El número uno del ranking mundial en su disciplina ha demostrado su potencial mordiendo la plata en la final con un grandísimo Ryo Kiyuna.

En una demostración de nervios de acero y destreza en la ejecución de movimientos, ‘Kingtero’, como es apodado, exhibió un Suparinpei que le ha valido una puntuación de 27,66. Su adversario ha apostado por un Ohan Dai con el que se ha llevado 28,72 puntos.

Se ha tratado de una final con sabor amargo, por las elevadas posibilidades que había de ‘katar’ otro oro, No obstante, no ha empañado una trayectoria de vértigo para el hispanoargentino que ha sumado su presea número 115, un broche olímpico perfecto.

En un palmarés apabullante, el ingeniero aeronáutico ostenta el título mundial de 2014, pero también diez campeonatos de Europa -seis individuales (2013, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019) y cuatro por equipos (2005, 2013, 2014 y 2015)-.

El camino a la final

En la ronda de clasificación, donde los tres eligieron el kata Anan Dai, Quintero, campeón del mundo en 2014 y seis veces campeón de Europa, volvió a ser muy superior. Por el otro lado del cuadro, ese dominio lo ejerció el local Ryo Kiyuna, con una puntuación de 28.72 para su Anan Dai camino a la final.

Quintero, con otra medalla asegurada para la delegación española, se veía las caras con el favorito, que por encima jugaba en casa. Sobre el tatami del Nippon Budokan, la casa del karate en la cuna de dicho arte marcial. Antes de llegar a Tokio, el duelo final que ha tenido lugar ya estaba en todas las quinielas. En ese momento, Quintero también explicaba a El HuffPost que había mucha presión por conseguir la medalla. Semanas más tarde ha demostrado que podía con todo.

Solo un día antes, Sandra Sánchez despachó a la japonesa Kiyou Shimizy y este viernes, el malagueño buscaba convencer también a los jueces de su valía. Desafortunadamente, Quintero no ha podido imitar la gesta lograda por su compañera. No importa, y prueba de la valía de ambos, el Comité Olímpico Español ha anunciado que tanto Quintero como Sandra Sánchez serán los atletas abanderados en la ceremonia de clausura de los Juegos.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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