Qué pasa con el DNI y otras dudas sobre el cambio de las leyes sobre los animales

Qué pasa con el DNI y otras dudas sobre el cambio de las leyes sobre los animales

Han dejado de ser cosas, pero todavía queda mucho por legislar.

Un perro blanco y negro con collar azul.Os Tartarouchos via Getty Images

Que si DNI animal, que si los caseros ya no podrían exigir que no hubiera mascotas en los domicilios o que los animales pasan a ser personas. Esos son algunos de los mensajes que se han difundido estos días en redes sociales y algunos medios de comunicación después de que se aprobase el cambio en el Código Civil mediante el cual dejaban de ser cosas para ser considerados seres sintientes.

Para Nuria Menéndez de Llano, abogada y Directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal, este cambio “supone uno de los grandes hitos y avances para el Derecho Animal, ya que la sintiencia animal es condición necesaria para sentar las bases del progresivo desarrollo normativo de los animales no humanos como otros sujetos de derecho”.

Además, recuerda que con este cambio legislativo se adapta al artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y respalda la ”sintiencia animal avalada científicamente desde hace años”.

Esto ha generado gran revuelo y ha hecho que se haya hablado largo y tendido de las modificaciones, cuyas principales implicaciones vienen en dos vertientes: en la de los casos de divorcio o violencia de género y en que no pueden ser embargados o hipotecados como si se tratara de una propiedad material.

Estos son algunos de los puntos de vista prácticos que se han aprobado con esta ley y otros tantos a los que se deja la puerta abierta y que están en proceso de elaboración en el anteproyecto de ley de Protección y Derechos de los Animales.

Uno de los principales avances en materia animal que se da con el cambio en el Código Civil es que en los casos de violencia de género se va a tener en cuenta al animal para que no se pueda ejercer la violencia vicaria con él.

“Cuando hay un caso de violencia de género, en la que hay una separación con una sentencia, en el momento que regulen las medidas se va a tener en cuenta si hay un animal en el ámbito doméstico. Esto es muy importante porque ya sabemos que los maltratadores pueden ejercer su control y la violencia a través de los animales”, explica Nuria Máximo, directora de Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos.

La especialista señala también que “se va a poder pedir el impacto psicológico o emocional que tiene en la persona el haber perdido a ese miembro de su familia”. “Para luchar contra la violencia de género es muy buena herramienta”, añade.

Como sujetos vulnerables suelen ser utilizados e instrumentalizados para los más siniestros fines
Nuria Menéndez de Llano, abogada y Directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal

En ello coincide con Menéndez de Llano, quien recuerda que los animales “como sujetos vulnerables suelen ser utilizados e instrumentalizados para los más siniestros fines”. “Entre ellos, como instrumentos de la violencia vicaria para someter y atemorizar a la mujer y a los menores que conviven con ellos con la amenaza abierta o solapada de hacerles daño si no se actúa como quiere el maltratador”, detalla.

El otro punto, también utilizado generalmente en conflictos familiares o divorcios, es que los animales ya no serán bienes embargables. Por ejemplo, si no hay acuerdo de custodia, bajo ningún concepto se podrá acordar venderlo como si se tratara de un material y dividir el beneficio entre los interesados.

Tal y como recuerda Menéndez de Llano, en estos casos “los jueces y tribunales tendrán que tener en cuenta el bienestar y interés de los animales que convivan en el núcleo familiar para ampararlos dada su vulnerabilidad y dependencia del ser humano para subsistir”. 

Otro de los puntos que fue objeto de controversia y rumores fue el llamado DNI animal y que, según se difundió en un bulo, entraba en vigor el pasado 5 de enero. Nada más lejos de la realidad. Se trata de un proyecto de registro animal que entraría dentro de las medidas del borrador de la Ley de Protección Animal, que todavía no ha sido ni llevado a votación, y mediante el cual cada animal estará identificado con su ADN y su documentación.

“En el borrador se dice que quieren hacer un registro nacional de todos los animales que están en un listado de los que pueden ser de compañía. Esto obligaría a registrar a todos los perros, gatos y hurones más los que estén en ese listado que permita la convivencia, por ejemplo, si se permitieran pájaros no silvestres u otros animales”, señala Máximo.

Según la experta, la existencia de estos registros es muy bueno ya que a él tendrían acceso los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para casos de maltrato y abandono. “El chip actualmente no es obligatorio en territorio nacional, cada autonomía tiene su propia legislación”, apunta.

Otro rumor extendido o mala interpretación del cambio de situación legal de los animales es que, al formar parte de la unidad familiar, no se puedan excluir de los contratos de alquiler con cláusulas como que no se permiten mascotas.

Desde el Observatorio de Justicia y Defensa Animal dejan claro que este no sería el método para llegar a esta situación en la que los caseros no puedan exigir a sus inquilinos no tener mascotas.

“Los propietarios de inmuebles podrán seguir fijando las condiciones del alquiler, dentro de la legalidad. Otra cuestión es que, dentro de las políticas públicas contra el abandono y el fomento de la adopción de animales, para paliar el grave problema que tenemos en España con los abandonos, se tomen medidas positivas para incentivar y facilitar la convivencia con animales”, explica Menéndez de Llano.

Lo que busca este cambio de concepto y, en gran parte, el borrador de la Ley de Protección Animal, es restringir y penar el maltrato animal. “Ahora mismo sale muy barato, matar y maltratar a un animal. Ya hemos avanzado en el Código Civil, a nivel europeo, pero ahora hay que ver qué pasa cuando el animal no es tratado como ser sintiente”, explica Máximo, quien recuerda que queda regular la convivencia, la cría, el cambio de titularidad, el registro y la colaboración en actividades humanas. ”Hace falta que se desbloquee y que avance”, indica.

Para ello, uno de los puntos más importantes que se recogen en este borrador, que todavía no se ha sometido a votación pública, es que se cree un registro de maltratadores que no podrían adquirir la licencia que se prevé para tener animales de compañía.

Los que queramos convivir con animales tendremos que tener una licencia o permiso, que si estoy en ese registro de maltratadores no me lo van a conceder
Nuria Máximo, directora de Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos.

“Evidentemente que no puede ser público, sino para que cualquier policía o guardia civil pueda controlar si tiene o no antecedentes en ese delito y no pueda convivir ni criar ni comprar animales”, explica. ”Los que queramos convivir con animales tendremos que tener una licencia o permiso, que si estoy en ese registro no me lo van a conceder”, añade.

Para obtener este registro se establecen unas obligaciones de cuidado responsable que han sido ya reforzadas con el cambio en el Código Civil. Estas van desde el cuidado veterinario del animal como que vivan en un ámbito familiar y doméstico. “Excepto los que por su porte no puedan hacerlo en este ámbito, en este caso los equinos, pero se dice que tienen que vivir acompañados de otros congéneres que son gregarios y que tienen que poder desarrollar las actividades características por su especie”, apunta Máximo.

Con la restricción de que sean cosas se prevé que en el borrador se limite también la compra y venta de animales como si se tratara de objetos, para Máximo este es el siguiente paso, así como restringir la cría para evitar el abandono.

Según las protectoras de animales, cada cinco minuto se abandona un perro en España, unos 300 al día. Esto sin tener en cuenta gatos y otras mascotas.

El abandono animal en España está muy relacionado con camadas indeseadas
Nuria Máximo, directora de Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos.

La castración obligatoria es una de las medidas que han estimado para controlar el abandono y la cría descontrolada. El abandono animal en España está muy relacionado con camadas indeseadas”, apunta Máximo. “Muchos, sobre todo gatos, son abandonados cuando crían. Es una medida impopular porque lo vemos con ojos humanos”, añade.

De este modo también se pasa a regular quién puede criar animales y se prohíben las ventas privadas si no se trata de criadores autorizados. También se regulará el número de animales que se podrá tener, ya que en el borrador, tal y como recuerda Máximo, se establece que “a partir de cinco ejemplares de una especie se considerará núcleo zoológico”. “Imagino que para ello tendrás una serie de requerimientos, pero no viene en la ley, será uno de los reglamentos a desarrollar”, explica.

Relacionado con la caza y con otras actividades en las que el animal participen acompañando al ser humano, como pueden ser las labores de rescate o las terapias de apoyo, se limitará el uso de los mismos.

“Esos animales tienen derechos y siguen sintiendo. No porque se utilicen para un proyecto muy bonito de terapia para niños autistas me permite que lo pueda explotar de sol a sol porque hace bien a los niños. No es justo. Es básico”, sentencia Máximo.

Para ver cómo evoluciona este antreproyecto no hay fechas en el horizonte del Gobierno, pese a que se ha hablado largo y tendido sobre las posibles medidas que incluiría. Ya no son cosas, pero queda mucho camino por recorrer.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es