Una autopsia independiente sobre George Floyd realizada a petición de su familia ha concluido que su causa de muerte fue “homicidio causado por asfixia debido a la compresión del cuello y la espalda que condujo a una falta de flujo sanguíneo al cerebro”.
El informe del Dr. Michael Baden y la Dra. Allecia Wilson ha concluido que Floyd probablemente murió en la escena, según informa la edición americana de The HuffPost.
La muerte de Floyd ha dado lugar a la mayor oleada de protestas contra el racismo y la violencia policial en EEUU desde el asesinato de Martin Luther King, con cientos de detenidos en todo el país, imágenes de comisarías ardiendo, abusos policiales y enfrentamientos con los manifestantes.
El mismo Donald Trump tuvo que pasar parte de la noche del viernes en un búnker, debido a las protestas que tuvieron lugar frente a la Casa Blanca.
El policía que retuvo a Floyd hasta que éste perdió la conciencia ha sido arrestado y acusado de homicidio involuntario. Pero la familia y el movimiento Black Lives Matter reclaman que se le culpe de asesinato y ponen de manifiesto el evidente racismo que sigue habiendo en el país.