La energía, los precios y la ayuda a una helada Ucrania marcan la última cumbre europea del año

La energía, los precios y la ayuda a una helada Ucrania marcan la última cumbre europea del año

Von der Leyen propone un plan para abordar la subida y permitir que casas y empresas resistan y Michel plantea también el debate de fondo de la viabilidad del apoyo a Kiev.

Ursula von der Leyen y Charles Michel, al acabar una rueda de prensa de la última cumbre, el pasado 21 de octubre, en Bruselas.JOHN THYS via Getty Images

Los jefes de Estado o Gobierno de la Unión Europea se citan este jueves en Bruselas, esta vez en una cumbre de un solo día, para despachar los asuntos más urgentes que preocupan a los Veintisiete. Nuevamente, la invasión rusa de Ucrania, la subida de los precios de la energía y sus consecuencias socioeconómicas y los retos en la seguridad y la defensa colectivas se imponen en lo alto del orden del día, que incluye también las relaciones comunitarias con Estados Unidos y los vecinos del sur.

Los retos fundamentales de esta cita exprés serán tomar medidas que frenen los precios y permitan a hogares y empresas seguir pagando sus facturas y no pasar frío y, a la par, insistir en la ayuda de Bruselas a Kiev, ahora que aprieta el invierno y que los ataques de Moscú se ceban con las infraestructuras básicas de electricidad. Hace falta más autonomía, hace falta menos dependencia, hacen falta inversiones y hace falta compromiso, pero todo eso implica un gasto que también tiene que ser viable. Un dolor de cabeza importante, cuadrar todo eso. Y esta vez, además, con marejada de fondo, la que está generando el Qatargate al menos en el Parlamento Europeo.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su carta de invitación a los mandatarios, expone que el panorama energético se ha “transformado radicalmente” por la guerra y que la urgencia mayor es la de garantizar la seguridad del suministro y reducir los precios. Por eso, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha planteado en su propia convocatoria un plan de cuatro puntos frente a los altos precios de la energía y, también, para responder a los retos que plantea para la UE la nueva legislación estadounidense contra la inflación.

En otra misiva, la máxima responsable del Ejecutivo comunitario alerta de la situación de las empresas europeas por los costes energéticos, muchas de las cuales están “interrumpiendo operaciones” e incluso “considerando reubicar actividades fuera de la UE” e insiste en que “la única salida efectiva” a los desafíos es la transición a “soluciones bajas en carbono”, según explicó este miércoles en su comparecencia en el Europarlamento de preparación de la cumbre.

Además de los precios de la energía, menciona el reto que plantea la Ley de Reducción de Inflación de Estados Unidos, que subsidiará la producción local y que corre el riesgo de “desnivelar el campo de juego y discriminar a las empresas europeas, por ejemplo a través de créditos fiscales y producción subsidios”.

En ese contexto, explica que la Unión Europea está trabajando con la administración de Estados Unidos “en los aspectos más preocupantes” de la legislación y que el pasado octubre se puso en marcha un grupo de trabajo para debatir “desafíos compartidos”, como la dependencia de materias primas chinas.

Una posible solución podría ser crear un club de materias primas para superar el monopolio de China en este área
Von der Leyen

“Una posible solución podría ser crear un club de materias primas para superar el monopolio de China en este área. Por ejemplo, diversificar el suministro de materias primas primarias e impulsar las inversiones en reciclaje capacidades para crear un mercado de materias primas secundarias que funcione bien”, señala Von der Leyen.

El Consejo Europeo mantendrá un debate estratégico sobre las relaciones transatlánticas, precisamente, cuando se cumplen dos años del último.

Por otra parte, la responsable comunitaria indica que la UE debe ajustar sus normas sobre ayudas de Estado para facilitar la inversión pública a fin de impulsar la transformación ecológica. “Estamos adoptando una nueva mirada para garantizar una forma más simple, rápida e incluso un marco de ayuda estatal más predecible. Necesitamos habilitar el soporte a lo largo de todo el valor cadena, hasta la producción de las soluciones de tecnología verde más estratégicas y limpias productos finales”, dijo.

En tercer lugar, la presidenta comunitaria indica que hay que impulsar la inversión pública europea para acelerar la transición energética. Y, por último, señala que los Veintisiete deben “intensificar el despliegue de energías renovables”.

Por ahora, reivindica, las cosa no se están haciendo mal, porque aunque llega un 80% menos de gas desde Rusia -un “chantaje”, como lo ha denominado-, en los estados de la alianza están “seguros este invierno” gracias al ahorro, las reservas y la búsqueda de nuevos mercados.

Más independientes, entre todos

En ese contexto, Von der Leyen dice que en los próximos días se pondrá en marcha la consulta para la reforma del diseño del mercado eléctrico, como primer paso para la propuesta legal que se presentará a principios de 2023, algo que “proporcionará los consumidores mejor acceso a energías renovables de menor costo y precios más estables a largo plazo”.

Michel también insiste en este punto, en que será en 2023 cuando se reforme ese mercado, un plan que la CE debe tener “lo antes posible” porque hay que estar “plenamente preparados” para afrontar esta coyuntura. Reclama “proyectos concretos” y una “inversión decidida en innovación, infraestructuras y eficiencia energética, a fin de eliminar gradualmente nuestra dependencia de los combustibles fósiles rusos” y pone el énfasis en seguir siendo competitivos, algo que, asume, cuesta porque la crisis está afectando a Europa más que a otros socios comerciales. Para invertir e innovar hace falta unidad y “soluciones europeas comunes”.

La presidenta Von der Leyen ha vuelto a defender la idea de crear, por ejemplo, un fondo de soberanía en el medio plazo para financiar de manera conjunta una “política industrial europea” que disponga de recursos para proyectos en semiconductores, inteligencia artificial o biotecnología. El problema es que, por ahora, Alemania no lo ve si supone nuevas emisiones comunes de deuda, como ya sucedió con el fondo de recuperación pospandemia.

Bruselas prevé presentar sus propuestas para este nuevo fondo coincidiendo con la revisión del presupuesto comunitario a siete años, que cubre el periodo 2021-2027 y cuyo funcionamiento se examinará el próximo verano.

Por ahora, los mandatarios deberán hacer repaso de lo hecho para acelerar e intensificar los esfuerzos para reducir la demanda energética, evitar el racionamiento, garantizar el suministro energético y reducir los precios de la energía y sacar conclusiones.

Solidarios

Tanto Von der Leyen como Michel enfatizan en sus cartas que Ucrania sigue siendo un elemento “central” en las preocupaciones de los Veintisiete, sobre todo tras la “drástica” escalada de los ataques contra civiles y servicios esenciales que está llevando a cabo Vladimir Putin desde octubre, usando el frío y la oscuridad como arma de guerra.

“Esto requiere de una respuesta adecuada por nuestra parte, por ejemplo en términos de preparación y asistencia humanitaria”, dice el belga, quien reconoce que, de fondo, hay que abordar también cómo seguir con ese flujo de ayuda de forma viable, en lo militar y en lo financiero. El temido desgaste, la temida fatiga, en esta guerra más larga de lo esperado. Eso también estaré sobre la mesa de los presidentes y los primeros ministros.

Mikulas Bek, ministro de Asuntos Europeos de la República Checa -país que ostenta temporalmente la presidencia del Consejo de la UE- ha dicho en la Eurocámara que “se espera que los líderes pidan que se intensifique un suministro de ayuda humanitaria a Ucrania y asistencia para la infraestructura física del país para que pueda pasar el invierno”. También se prevé un debate sobre “cómo aumentar aún más la presión sobre Rusia para que ponga fin a su guerra”. El noveno paquete de sanciones europeas a Moscú está por llegar.

La agenda de la cumbre se completará con un repaso a la reunión informal del Consejo Europeo celebrada en Versalles en marzo de 2022, cuando los dirigentes de la UE se comprometieron a asumir una mayor responsabilidad en la propia seguridad de la UE, mantener una línea de actuación estratégica en materia de defensa e incrementar la capacidad de la UE para actuar de manera autónoma. Es momento del balance y de dar “nuevas orientaciones si es necesario”, agrega Michel, para reforzar las capacidades de defensa de la UE.