España sólo tramita el 1,3% de las solicitudes de asilo del conjunto de la UE

Las solicitudes de asilo en España han vuelto a subir por cuarto año consecutivo, llegando a una nueva cifra récord. Si en 2015 se registraron 14.881 peticiones, en 2016 la cifra subió hasta las 15.755, esto es, 874 más, según los datos aportados hoy por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR. Por países, los solicitantes proceden principalmente de Venezuela, Siria y Ucrania, seguidos de Argelia, Colombia, El Salvador, Honduras, Palestina, Marruecos y Nigeria. El 60% de estos solicitantes eran hombres, frente a un 40% de mujeres.

No obstante, las cifras son bajas con respecto a otros países del continente y representan sólo el 1,3% de toda la Unión Europea -es decir, tres por cada 10.000 habitantes; España copa más del 9% de la población de los estados miembro-. Estamos hablando de personas que se han visto obligadas a huir de su país por sufrir persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual, que logran que sus peticiones sean escuchadas en un 41% de los casos en Alemania o en 21% en Francia 21%.

De las 10.250 resoluciones adoptadas en España el pasado año -se ha triplicado la cifra de casos desatascados, de lo que CEAR se felicita-, un 67% fueron favorables a los extranjeros que solicitaban amparo (6.855) frente a un 33% de denegaciones (3.395), según datos recopilados por Eurostat. De las personas a las que se les ha brindado protección, 6.215 huían del conflicto sirio, "negando en muchas ocasiones el derecho de asilo de las personas que huyen de otras guerras o persecuciones", denuncian.

No todos los que recibieron el visto bueno del Gobierno han sido catalogado directamente como refugiados, no. Esta figura de protección se le otorgó apenas a 355 personas, en su mayoría de Siria, Pakistán y Eritrea, sólo un 3,5% de las peticiones presentadas en el año; esto supone 135 más que en 2015 pero menos que apenas dos años antes (en 2014 se contabilizaron 385).

Al resto, a los no refugiados cuya resolución de asilo ha sido favorable, se les aplica la figura de la protección subsidiaria. "Es el dispensado a las personas que, sin reunir los requisitos para ser reconocidas como refugiadas, se dan motivos fundados para creer que si regresasen a su país de origen se enfrentarían a un riesgo real de sufrir alguno de los daños graves como la muerte, tortura, amenazas contra la integridad, etcétera", explica el CEAR.

Y LO QUE QUEDA POR HACER

Pese a lo avanzado, España acumulaba a final de año 20.370 solicitudes de asilo sin resolver. "Se deben poner los recursos necesarios para reducir el tiempo de angustia de estas personas, cuyas vidas en muchos casos dependen de esa decisión, así como dejar de incumplir la obligación legal de resolver de forma general los expedientes de asilo en menos de seis meses", sostiene Paloma Favieres, coordinadora de los servicios jurídicos de CEAR, según indica una nota de prensa de la organización.

En todo el mundo, más de 65 millones de personas viven fuera de sus hogares por la guerra, la violencia y graves violaciones de sus derechos fundamentales, el número más alto jamás registrado.

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CEAR denuncia que la falta de vías legales alimenta el tráfico de personas (vídeo).