Naciones Unidas condena a España por tratos crueles durante una detención en Córdoba

Naciones Unidas condena a España por tratos crueles durante una detención en Córdoba

Cuatro agentes de civil interceptaron a una mujer, "la esposaron sin notificarle por qué la arrestaban, le tiraron del pelo y le golpearon" por un supuesto robo

La víctima, en una imagen difundida por la APDHA.APDHA

El Comité contra la Tortura de Naciones Unidas (ONU) ve “indicios razonables de tratos crueles, inhumanos o degradantes” en la detención de una mujer en la estación de Adif de Córdoba en 2013 por parte de cuatro agentes de la Policía Nacional, como consecuencia de la cual sufrió una fractura nasal.

La resolución, hecha pública este lunes por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, insta a España a que “proporcione a la autora una reparación plena y adecuada por los sufrimientos que le han causado, incluidas medidas de indemnización por los daños materiales y morales causados, y medidas de rehabilitación”.

Asimismo, requiere al Estado a que “tome las medidas necesarias, incluyendo adoptar medidas administrativas contra los responsables, e impartir instrucciones precisas a agentes de policía en las comisarías, para evitar que se cometan infracciones semejantes en el futuro”.

La denuncia de la mujer, ahora resuelta en cumplimiento del Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de las Naciones Unidas, señala que los hechos ocurrieron el 27 de enero de 2013 en la estación de Adif de Córdoba.

Cuatro oficiales, tres hombres y una mujer que iba vestidos de civiles, solicitaron revisar su bolso y “al encontrar en él una cartera que no pertenecía a la autora”, comenzaron “a golpearla y a preguntarle dónde tenía las cosas supuestamente robadas en la discoteca de la cual procedía”, según la resolución.

Posteriormente, antes de introducirla en un coche, “la esposaron sin notificarle por qué la arrestaban, le tiraron del pelo y le golpearon contra el canto de la puerta del coche” y, mientras que la trasladaban a la Comisaría de Campo Madre de Dios, “los policías frenaban súbitamente para que la autora golpeara su cabeza contra la mampara separadora del vehículo”.

La resolución del Comité contra la Tortura de Naciones Unidas recoge que, “una vez en la comisaría, la oficial mujer ordenó a la autora que se desvistiera y se llevó su dinero” y que “al cabo de media hora, le anunciaron que podía irse”.

La denunciante entiende probado que “fue recogida por una ambulancia en la puerta de la comisaría inmediatamente después de su detención y que su nariz estaba rota”.

El 28 de enero de 2013, la mujer denunció a los cuatro policías; el 31 de enero de 2014 el Juzgado de Instrucción número uno archivó la causa, auto que fue ratificado el 10 de julio de ese mismo año por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba.

El Comité que examina las denuncias de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de Naciones Unidas condena a España porque “no proporcionó información suficiente que permita concluir que las lesiones a la autora no fueron causadas durante su detención”.

Por ello, asume que “los hechos acreditados configuran, como mínimo, tratos crueles, inhumanos o degradantes, en los términos del artículo 16, sin encontrar elementos suficientes para poder afirmar con certeza que ellos configuran actos de tortura”.

El artículo 16 de la Convención establece que “todo Estado Parte se comprometerá a prohibir en cualquier territorio bajo su jurisdicción otros actos que constituyan tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y que no lleguen a ser tortura”.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha destacado que es la cuarta condena que a España “por casos individuales, en todos ellos por investigaciones inadecuadas; en dos de ellos tras alegaciones de tortura en detenciones incomunicadas y en el tercero, por pinchar un bote salvavidas de inmigrantes causando la muerte de uno de ellos”.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba afirmaron desconocer la resolución de Naciones Unidas y aplazaron a su análisis cualquier decisión sobre la misma.