Por qué no deberías hacer la cama nada más levantarte

Por qué no deberías hacer la cama nada más levantarte

Un adulto medio pierde 285 mililitros de agua de media por la noche.

PUTTAPON VIA GETTY IMAGES

Nuestras camas son nuestro refugio. No hay nada como llegar a casa después de un duro día de trabajo y acurrucarse bajo las sábanas. Pasamos varias horas al día en ella, motivo más que suficiente para asegurarse de que está limpia.

Para la mayoría de la gente, hacer la cama por la mañana forma parte de la rutina para mantenerla limpia y ordenada, pero, al parecer, no deberíamos hacerlo. Por lo menos hasta pasado un buen rato.

Las camas son un nido de ácaros del polvo, y hacerla a primera hora de la mañana les permitirá seguir proliferando. Sin embargo, si mantienes la cama sin hacer, expones a los ácaros del polvo a la luz y al aire fresco, lo que ayuda a matarlos.

Tiene sentido. Un adulto medio pierde 285 mililitros de agua de media por la noche, según The Sleep Council. Esto significa que, cuando haces la cama cada mañana, estás atrapando toda esa humedad para que se acumule durante el día, lista para recibirte de nuevo por la noche.

En realidad, lo que habría que hacer es retirar la ropa de cama para que el colchón respire y la humedad se evapore. De lo contrario, la humedad puede quedar atrapada entre el colchón y la ropa de cama, causando decoloración y olores. Además, de este modo, el colchón durará más tiempo.

Lee a continuación varios consejos para limpiar el colchón. 

Cómo limpiar un colchón 

  • No utilices la aspiradora: es tentador aspirar el polvo y las pelusas de tu colchón, pero la potencia de succión de una aspiradora puede hacer que el relleno se desprenda y provocar baches y hundimientos. Mejor utiliza un cepillo suave para barrer la suciedad hacia el suelo, donde los podrás recoger mejor.
  • Seca, no restriegues: las manchas deben eliminarse lo antes posible secando con un paño limpio. Por si acaso, que sea con un paño seco, ya que la “limpieza en húmedo” podría dañarlo. Hay colchones que pueden soportar agua jabonosa tibia con un paño limpio, pero asegúrate primero leyendo los consejos de los fabricantes. No es recomendable hacer experimentos con bicarbonato u otros productos químicos fuertes.
  • Lava frecuentemente la ropa de cama y el protector del colchón: lava la ropa de cama cada una o dos semanas y el protector del colchón una vez al mes. Limpiarlos regularmente evitará que la suciedad se filtre en el colchón y lo mantendrá limpio durante más tiempo. En verano, es recomendable limpiar la ropa de cama y el protector con más regularidad debido al sudor.
  • Protege para prevenir, no para limpiar: tener protectores de colchón es como contratar un seguro de viaje en vacaciones: esperas no tener que utilizarlo, pero te alegrarás de tenerlo si ocurre lo peor.

¿Deberías dar la vuelta al colchón? ¿Cada cuánto?

La necesidad de darle la vuelta al colchón depende del tipo de colchón que tengas.

Los colchones de doble cara pueden darse la vuelta y deberían venir con las instrucciones y los plazos. Durante los tres primeros meses, es recomendable darle la vuelta al colchón una vez a la semana. Después, basta con hacerlo una vez al mes. De este modo, el relleno se distribuirá de manera uniforme y evitarás que se formen irregularidades.

Los colchones de una cara (como los que tienen espuma viscoelástica en la parte superior) no se pueden voltear, pero sí deben girarse 180 grados. Al igual que con el colchón de dos caras, durante los tres primeros meses se recomienda girar el colchón de pies a cabeza una vez a la semana. Después, solo una vez al mes.

Para los colchones de fibra natural, se recomienda girar el colchón dos veces por semana durante los tres primeros meses y una vez por estación después. De este modo, favoreces el asentamiento natural y uniforme del relleno del colchón y prolongas su vida útil. 

¿Cada cuánto hay que cambiar las sábanas?

Mary Malone, experta en limpieza de ropa de about.com, explica que no lavar las sábanas con la debida frecuencia puede provocar problemas de salud, como heridas infectadas y pie de atleta.

“Una limpieza poco frecuente de las sábanas y fundas de almohada permite que los fluidos se filtren en las almohadas y colchones, y estos son mucho más difíciles de limpiar”, advierte.

Permitir que el polvo, el sudor y la suciedad se acumulen durante dos semanas puede ser suficiente para dejarte con la garganta irritada o mocos, según el microbiólogo Philip Tierno.

Dejar las sábanas sin cambiar puede hacer que el sudor y la suciedad se filtren en las almohadas y el colchón. Entonces, ¿con qué frecuencia debemos cambiar las sábanas? El consenso general es que hay que cambiar las sábanas una vez a la semana, concluye Tierno.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.