Puigdemont se reunió con un diplomático ruso el día antes de la DUI en 2017

Puigdemont se reunió con un diplomático ruso el día antes de la DUI en 2017

Un "enviado del Kremlin" ofreció ayuda económica y militar al entonces presidente de la Generalitat para conseguir la independencia.

El expresidente de la Generalitat Carles PûigdemontFRANCOIS WALSCHAERTS via Getty Images

Un diplomático ruso “enviado del Kremlin” se reunió con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont el día antes de la declaración unilateral de independencia en octubre de 2017, según ha desvelado una investigación conjunta de El Periódico de Catalunya, OCCRP, Bellingcat, Irpimedia, IStories e Il Fatto Quotidiano.

El diplomático ruso es Nikolay Sadovnikov y aterrizó en Barcelona el 26 de octubre a las 15.44 de un vuelo procedente de Moscú y abandonó el país días después, según esta investigación. Ese mismo día se reunió con el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, Víctor Terradellas, exsecretario de relaciones internacionales de Convergència, el empresario Jordi Sardà Bonvehí y otro ciudadano ruso, Sergey Motín, en la Casa dels Canonges, la residencia oficial del presidente de la Generalitat.

En esa reunión, el diplomático ruso ofreció ayuda económica (500 millones de dólares) y militar (10.000 soldados) para impulsar al Govern a conseguir la independencia. A cambio, Sadovnikov pidió para Rusia una legislación favorable para poner en marcha un sistema de criptomonedas en esa futura Cataluña independiente.

Este diplomático ruso ya había trabajado en representación del Kremlin en áreas de conflicto y al menos una agencia de inteligencia occidental reconoce que Sadovnikov tenía línea directa con el jefe de estado ruso.

La participación de una figura como Sadovnikov sugiere que los esfuerzos de Moscú para fomentar la división en España pueden haber sido más serios de lo que se suponía anteriormente.

Sadovnikov ha negado rotundamente tener alguna conexión con el gobierno ruso o cualquier agencia de inteligencia, u ofrecer algo a los catalanes. Sí ha reconocido que viajó a Barcelona a finales de octubre de 2017 y que fue a una reunión con “un amigo”, pero dijo que “no sabía realmente” quién estaba presente porque no habla español.

Por su parte, Puigdemont no ha querido responder a las solicitudes para hacer comentarios sobre esta historia.