Cómo y cuándo ver la superluna de flores
Algunos afortunados también podrán disfrutar de un eclipse total de Luna.
Este miércoles no te olvides de mirar al cielo. Desde todo el planeta se podrá disfrutar de una superluna y, desde algunos países, de un eclipse total de luna.
La mala noticia es que España no será uno de esos países. Tendremos que conformarnos con un espectáculo astronómico no menor: la superluna de flores. Así es como se suele llamar a la que tiene lugar en mayo, porque ocurre cuando aparecen las flores en el hemisferio norte, y será la más grande de este año.
Se produce porque nuestro satélite se encuentra en el punto más cercano a la Tierra en su órbita mensual, como explica la NASA, y es lo que se conoce como perigeo. Lo alcanzará, concretamente, el miércoles 26 a las 13:14, a plena luz del día.
Para apreciarla mejor, desde Meteored recomiendan “esperar a que se haga de noche, buscar un sitio oscuro alejado de las luces de la ciudad, levantar la vista al cielo y disfrutar del espectáculo”. No se producirá otro similar hasta el 24 de junio, con una superluna de fresa.
El eclipse no se verá en todos los países
El eclipse total de Luna, que durará entre 14 y 15 minutos, será visible en América, el Pacífico, Oceanía y Asia.
Ocurre cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, proyectando una sombra que oscurece nuestro satélite. Para ello es necesario que los tres objetos estén alineados, algo que no sucede todos los meses porque la órbita de la Luna alrededor de nuestro planeta está inclinada con respecto a la de la Tierra-Sol.
En este caso, aclara la NASA, el eclipse lunar es total porque toda la Luna atraviesa la umbra, la parte más oscura y central de la sombra.
En otras ocasiones o momentos es parcial si solo entra una parte en la umbra; o bien penumbral, cuando cruza la penumbra terrestre (parte exterior de la sombra donde solo se bloquea parcialmente la radiación solar).
Si el cielo está despejado esa noche, el fenómeno se podrá apreciar a simple vista en los continentes mencionados.
Durante el eclipse, la Luna se verá de color rojizo. Esto es debido a que la Tierra impide que le dé directamente la luz del Sol, y la que le llega es la dispersada por la atmósfera terrestre.
