De "limpieza étnica" a la "receta para el caos": las reacciones y advertencias al plan de Trump para Gaza
Arabia Saudí avisa a Washington de que sin una solución de dos estados no va a establecer relaciones con Tel Aviv, que es uno de los principales objetivos del republicano en Oriente Medio.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó esta madrugada que Estados Unidos "tomará el control" de la Franja de Gaza a largo plazo y la reconstruirá, convirtiéndola en la nueva "Riviera de Oriente Medio", tras reasentar permanentemente a los palestinos en otros países.
"No quiero ser un gracioso ni un listillo, pero la Riviera de Oriente Medio... Esto podría ser tan magnífico", afirmó Trump en una rueda de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
"Será nuestra responsabilidad desmantelar todas las bombas sin explotar, nivelar el terreno, deshacernos de los edificios destruidos y allanar la zona para impulsar un desarrollo económico que genere una cantidad ilimitada de empleos y viviendas", afirmó.
Netanyahu califica el plan de "histórico" y así lo ven también en la comunidad internacional... pero por motivos diferentes: ha sido aplastante la cadena de reacciones que rechazan esa salida de población por violar los derechos de los palestinos a permanecer en su tierra.
Los líderes de Egipto y Jordania ya rechazaron de plano la idea en su momento, cuando Trump la apuntó por primera vez hace semana y media, y una declaración conjunta de varios países y organizaciones de Oriente Medio advirtió que la medida podría "amenazar la estabilidad de la región, correr el riesgo de expandir el conflicto y socavar las perspectivas de paz y coexistencia entre sus pueblos".
Por ejemplo, en respuesta rápida a la pregunta de un periodista, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha dicho que el plan equivaldría a una "limpieza étnica", según informa el New York Times. En una publicación en X, el jefe de la oficina de la ONU también informó que Guterres entiende que la hoja de ruta de Trump corre el riesgo de "hacer imposible un estado palestino para siempre".
Es la visión compartida por la congresista estadounidense Rashida Tlaib, demócrata de origen palestino, quien ha dicho: "Este presidente está llamando abiertamente a la limpieza étnica mientras está sentado al lado de un criminal de guerra genocida". "Está perfectamente bien cortando a los trabajadores estadounidenses de los fondos federales mientras la financiación al gobierno israelí sigue fluyendo", agregó.
En la Autoridad Nacional Palestina (ANP) han enfatizado que Gaza es el "hogar" de los palestinos y que no serán trasladados desde un territorio que es parte de su pretendido estado, reconocido como tal por sucesivas resoluciones de la ONU. Riyad Mansour, el embajador palestino ante la ONU, ha dicho que los habitantes de Gaza quieren regresar a sus hogares y reconstruirlos, "porque este es el lugar al que pertenecen y les encanta vivir allí". "Creo que los líderes deben respetar los deseos del pueblo palestino", agregó.
Un alto mando de Hamás denunció a la agencia AFP, por su parte, que las declaraciones del presidente estadounidense sobre Gaza son una "receta para crear caos y tensión" no sólo en el territorio palestino, sino en todo Medio Oriente. Es "absurdo" y "ridículo", añade el partido-milicia. La propuesta, dice, es "racista" y busca "liquidar" la causa palestina. "El pueblo (palestino) que se ha mantenido firme durante 15 meses (de guerra) frente a la máquina militar más poderosa y el Ejército más criminal, y que frustró el intento de desplazarlo, seguirá apegado a su tierra y no aceptará ese plan sin importar el coste", aseguró en un comunicado el portavoz de Hamás, Abdul Latif al Qanou.
"La posición racista estadounidense es coherente con la posición de la extrema derecha israelí de desplazar a nuestro pueblo y liquidar su causa", continuó Qanou, quien hizo un llamado a la comunidad internacional para que rechacen las declaraciones de Trump y apoyen el derecho a la autodeterminación de los palestinos frente a la ocupación israelí.
Arabia avisa
Muy esperada ha sido la reacción del Ministerio de Exteriores de Arabia Saudí, país a quien Trump ha señalado como uno de los posibles mediadores en su plan. Ha subrayado este miércoles que no establecerá relaciones diplomáticas con Israel si no existe un estado independiente palestino.
"Arabia Saudí continuará con sus denodados esfuerzos de crear un estado palestino independiente (...) Y no establecerá relaciones diplomáticas con Israel si no es así", subraya un comunicado divulgado en X por el ministerio de Exteriores de Arabia Saudí.
Riad también se opone "firmemente" a cualquier violación de los derechos legítimos del pueblo palestino, entre ellos "intentos de desplazarlos de su tierra", añade, después de que Trump, que persigue restablecer relaciones entre Israel y Arabia Saudí, dijera que reubicará a los palestinos en otros países.
La Cancillería saudí añade que su posición "no es negociable" y que conseguir una "paz justa y duradera" es "imposible sin que el pueblo palestino obtenga sus derechos legítimos de acuerdo con las resoluciones internacionales", como, indica, "se ha comunicado a la anterior administración estadounidense y a la actual".
Para Trump, el restablecimiento de relaciones entre Tel Aviv y Riad es clave para su modelo de Oriente Medio, porque pondría en sintonía a sus dos principales socios en la zona.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, un aliado estable de Israel, reiteró esta noche que su país mantiene su apoyo a la solución de dos Estados para Israel y Palestina. "Lo he dicho antes y me gustaría decir que la posición de Australia es la misma. La misma de esta mañana y la misma de hace diez años. El Gobierno australiano apoya la solución de dos Estados en Oriente Medio", dijo Albanese al ser consultado por el anuncio del republicano.

Visita a la vista
Donald Trump aseguró esta noche martes que visitará Israel, Arabia Saudí, la franja de Gaza y agregó que "ha sido invitado a todas partes" en Oriente Medio. "Amo Israel, lo visitaré. Visitaré Gaza, visitaré Arabia Saudita y visitaré otros lugares en todo Medio Oriente", dijo tras la entrevista con Netanyahu. Del estado de ánimo que encontrará tras su anuncio no dijo ni palabra.
Trump afirmó que pese a haber sido invitado "a todas partes", visitará algunos países de la región, aunque no precisó cuáles ni concretó fechas exactas. El presidente estadounidense se refirió a Oriente Medio como "un lugar increíble, tan vibrante, tan hermoso, con gente maravillosa", pero en el que, considera, "ha habido muchos malos liderazgos". "Nunca debimos haber entrado allí en el pasado, gastamos billones de dólares y creamos tanta muerte, y eso incluye a los estadounidenses", sentenció.