Dimite el responsable de la empresa a la que Israel y EEUU le han encargado el reparto de ayuda en Gaza
El director ejecutivo de Gaza Humanitarian Foundation, Jake Wood, deja el cargo por "principios humanitarios"

El director ejecutivo de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), Jake Wood, ha renunciado al cargo apenas dos meses después de asumirlo. La decisión llega en medio de una fuerte polémica internacional por el cuestionado plan impulsado por Israel y Estados Unidos para distribuir ayuda humanitaria en Gaza, un plan que pretendía operar al margen de Naciones Unidas y que ha sido rechazado por la mayoría de organizaciones humanitarias sobre el terreno. “Está claro que no es posible aplicar este plan y al mismo tiempo respetar estrictamente los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, que no abandonaré”, ha afirmado Wood en un comunicado difundido en redes sociales.
Wood, exmarine estadounidense y fundador de la organización Team Rubicon, especializada en la respuesta a catástrofes, ha explicado que desde su llegada al frente de GHF había supervisado el desarrollo de un plan “pragmático” con capacidad para alimentar a la población hambrienta, “abordar las preocupaciones de seguridad sobre desvíos y complementar el trabajo de ONG de larga trayectoria en Gaza”. Sin embargo, el directivo ha dejado claro que los obstáculos para aplicar ese plan sin vulnerar principios básicos de la acción humanitaria le han llevado a apartarse. “No puedo seguir si eso implica renunciar a la neutralidad o a la humanidad”, ha zanjado.
La dimisión llega en pleno recrudecimiento de la ofensiva israelí en la Franja, donde las cifras de muertos y heridos no dejan de aumentar. GHF, que opera desde Suiza, se ha convertido en las últimas semanas en el centro de las críticas por parte de Naciones Unidas y organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja, que denuncian la militarización de la distribución de ayuda y el uso de empresas de seguridad privada. El plan diseñado por Israel y Washington, con el respaldo logístico de GHF, contemplaba la entrega de ayuda bajo la vigilancia del Ejército israelí, un enfoque que las agencias humanitarias han rechazado de plano por contravenir la imparcialidad y la independencia.
El propio Wood ha instado este domingo a Israel a “ampliar significativamente el suministro de ayuda a Gaza a través de todos los mecanismos”, y ha pedido a todas las partes que exploren “nuevos métodos innovadores para la entrega de ayuda, sin demoras, desvíos ni discriminación”. Sus palabras llegan apenas unas horas después de que el Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios —dependiente del Ministerio de Defensa israelí— informase de la entrada de 107 camiones con ayuda humanitaria en Gaza. Según esa oficina, la operación se ha llevado a cabo “por recomendación de oficiales profesionales de las Fuerzas de Defensa de Israel y de acuerdo con las órdenes de la cúpula política”.
El bloqueo al ingreso de ayuda humanitaria se mantiene de forma intermitente desde el pasado 2 de marzo, mientras la ONU y el resto de ONG siguen alertando sobre el riesgo de hambruna que afecta a cientos de miles de personas. La desconfianza hacia el plan alternativo propuesto por Israel y EEUU no ha hecho más que crecer desde que se conociera que prescindiría de la coordinación con Naciones Unidas, tradicional garante de la neutralidad en estos escenarios.
Israel sigue bombardeando Gaza
Horas después de conocerse la renuncia de Wood, la Franja ha vuelto a ser escenario de nuevos ataques. Al menos 25 palestinos han muerto y una veintena han resultado heridos tras el bombardeo de una escuela en Ciudad de Gaza que servía como refugio para desplazados. Según el diario Filastín, vinculado a Hamás, las Fuerzas de Defensa de Israel han atacado la escuela Fahmi al Yaryaui, ubicada en el barrio de Daraj. Entre las víctimas hay menores de edad.
La violencia no ha cesado tampoco en otras zonas del enclave. En el norte, el Ejército israelí ha bombardeado una vivienda en Yabalia, causando más muertos y heridos. En el centro de la Franja, una guardería del campo de refugiados de Maghazi ha sido alcanzada por otro ataque aéreo, con al menos una víctima mortal confirmada y varios heridos.
Las autoridades sanitarias de Gaza cifran ya en 53.939 los fallecidos y 122.797 los heridos desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023. Solo desde que el Ejército rompió el alto el fuego el 18 de marzo, se han contabilizado cerca de 3.800 muertos más.