Una familia española muere al estrellarse en helicóptero sobre el río Hudson de Nueva York

No ha habido supervivientes. Los seis pasajeros de un helicóptero turístico, el piloto y una familia de turistas españoles, dos adultos y tres menores, han muerto en Nueva York este jueves después de que el aparato en el que viajaban para disfrutar de una panorámica de los rascacielos de Manhattan se estrellase en el río Hudson tras perder, por causas que se están investigando, el rotor de cola y una de las palas de la hélice. Según las autoridades locales, las víctimas iban a bordo de un Bell 205 operado por New York Helicopter Tours, una empresa con 30 años de experiencia que, según su página web, ofrece "experiencia y seguridad" en sus viajes para ver el paisaje neoyorquino desde el aire. 

"Una familia de España y un piloto. Dos adultos, tres niños. No ha habido supervivientes", ha confirmado el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en una comparecencia en la que ha dado los primeros detalles de un accidente cuya investigación no ha hecho nada más que empezar. El Consulado español está en contacto directo con las autoridades locales para recabar toda la información posible, si bien el Ministerio de Exteriores no ha confirmado ni la identidad ni el origen de estos turistas españoles que, según La Vanguardia, se trata de una familia catalana que, al parecer, celebraban el cumpleaños de uno de los hijos.

Pese a que el alcalde de Nueva York no ha querido identificar a las víctimas hasta ponerse en contacto con sus familiares, The New York Times desvelaba después que uno de los españoles fallecidos en el accidente de helicóptero turístico se trata de Agustín Escobar, cabeza de familia y director ejecutivo de infraestructura ferroviaria en Siemens, con base en Berlín y residencia también en Barcelona.

El recorrido del vuelo

El accidente del helicóptero turístico, que ofrecía un vuelo panorámico sobre Nueva York de aproximadamente media hora, ha tenido lugar a las 15:15, hora local, cuando el aparato se precipitó sobre el río Hudson. Las temperaturas en ese momento rondaban los cinco grados y el cielo estaba nublado, pero había visibilidad suficiente, según fuentes oficiales.

El vuelo despegó desde el helipuerto de Lower Manhattan, punto habitual de salida para los vuelos turísticos sobre Nueva York. Lo hizo en dirección sur, bordeando Battery Park y sobrevolando Governors Island. Poco después, daba una vuelta a la Estatua de la Libertad. Desde allí puso rumbo norte siguiendo el curso del río Hudson, siempre por la ribera del lado de Manhattan, hasta alcanzar el puente George Washington.

En ese punto, el piloto cambió de rumbo para regresar al sur, aunque esta vez lo hacía por la costa de New Jersey. Fue en ese trayecto, a la altura de Hoboken, una ciudad situada al otro lado del Hudson, en el estado de New Jersey, cuando la aeronave perdió estabilidad.

Las cámaras de seguridad de varios edificios cercano han captado la secuencia completa. Las imágenes, difundidas en las redes sociales y televisiones de EEUU, muestran cómo el helicóptero cae a plomo sobre el agua, después de perder las aspas y el rotor de cola. El fuselaje desprendido ha quedado flotando en el Hudson mientras la cabina, del revés, ha quedado sumergida en el río.

Cuatro de los seis pasajeros del helicóptero accidentado en Nueva York han muerto en el acto. A otros dos, según las autoridades locales, los pudieron rescatar con vida, pero han fallecido poco después, en el trasladado al hospital. El cuerpo del piloto, un joven de 21 años que estaba haciendo su sexto vuelo del día, ha quedado atrapado entre los restos del helicóptero siniestrado y ha sido el último cadáver en ser recuperado. 

Cuatro de los seis pasajeros del helicóptero accidentado en Nueva York han muerto en el acto. A otros dos, según las autoridades locales, los pudieron rescatar con vida, pero han fallecido poco después, en el trasladado al hospital. El cuerpo del piloto, un joven de 21 años que estaba haciendo su sexto vuelo del día, ha quedado atrapado entre los restos del helicóptero siniestrado y ha sido el último cadáver en ser recuperado.

“Vi un helicóptero cayendo del cielo, golpeándose contra el agua en la ribera de Nueva Jersey", ha declarado un testigo del accidente a la cadena neoyorquina Eyewitness News. Otro vecino, que el New York Post ha identificado como Dani Horbiak, ha presenciado el siniestro desde la ventana de su apartamento, en Jersey City: "Lo vi caer. Oí cinco o seis fuerte ruidos, sonaban casi como unos disparos y vi cómo el helicóptero perdía algunas piezas, luego lo vi caer en el río". Un tercer testigo ha asegurado al periódico neoyorquino, sin embargo, que pensaba que "se trataba de una explosión sónica o algo por el estilo".

Desde 1977, al menos 32 personas han muerto en accidentes de helicóptero en Nueva York. El último siniestro mortal ocurrió en 2019, cuando un aparato que prestaba servicio ejecutivo se estrelló contra el tejado de un rascacielos en pleno Manhattan. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha tomado las riendas de la investigación y publicará en los próximos días un informe preliminar sobre el accidente.

"No he visto algo así en mis 30 años de experiencia"

El director ejecutivo de New York Helicopter Tours, Michael Roth, ha reconocido estar "devastado" por este accidente y en declaraciones al New York Post, ha confirmado que, como muestran las imágenes grabadas por los testigos, el helicóptero perdió las aspas en pleno vuelo. "No he visto algo así en los 30 años que llevo en este negocio”, ha declarado. Roth, además, ha apuntado como posibles causas del accidente aéreo a un fallo técnico o que un pájaro de grandes dimensiones impactase contra el aparato.

Por otro lado, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que está de viaje oficial en China, ha lamentado la muerte de esta familia española en una "tragedia inimaginable" y ha enviado un mensaje de condolencias a los allegados de las víctimas "en un momento tan desgarrador".

El presidente de EEUU, Donald Trump, también ha lamentado el "terrible accidente" en las redes sociales. "Las imágenes del accidente son horribles. Dios bendiga a las familias y amigos de las víctimas", ha señalado en Truth Social, donde ha indicado que el secretario de Transporte, Sean Duffy, y su equipo se encargarán de la investigación.