La Inteligencia británica confirma que a Ucrania le está saliendo bien la jugada en Crimea

La Inteligencia británica confirma que a Ucrania le está saliendo bien la jugada en Crimea

Se está viendo afectada la capacidad militar de Rusia. 

Imagen de archivo del puente de Crimea a Rusia.REUTERS/Alexey Pavlishak

Los servicios de Inteligencia de Reino Unido han señalado este lunes que los ataques con drones contra la base rusa en la ciudad de Sebastopol, situada en la península de Crimea, están "limitando" las operaciones de la Flota del Mar Negro.

Así, han recordado que el 22 de marzo cuatro aparatos no tripulados intentaron atacar la base naval rusa en Sebastopol, tras lo que las autoridades rusas resaltaron que todos habían sido interceptados y que no había daños materiales en las instalaciones.

"Un ataque previo con dron el 29 de octubre de 2022 habría causado daños al dragaminas 'Ivan Golubets' y a la fragata 'Almirante Makarov'", han detallado, antes de incidir en que "incluso si estos nuevos ataques no dañaron bienes militares, la amenaza de los drones probablemente limita las operaciones de la Flota del Mar Negro", según una serie de mensajes publicados por el Ministerio de Defensa británico en su cuenta en la red social Twitter.

El ataque

El Ministerio de Defensa de Ucrania aseguró la pasada semana que una explosión en Dzhankoi, en el norte de la península de Crimea, destruyó los misiles de crucero rusos destinados a la flota rusa del Mar Negro.

Un funcionario instalado por Rusia en la península, que fue anexada por Moscú en 2014, dijo que la explosión fue causada por drones cargados con metralla y explosivos y apuntados a sitios civiles. Una persona resultó herida.

Una declaración de la dirección de inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania dijo: "Una explosión en la ciudad de Dzhankoi, en el norte de la Crimea temporalmente ocupada, destruyó los misiles de crucero rusos Kalibr-KN mientras eran transportados por ferrocarril".

El comunicado en las redes sociales dijo que los misiles, diseñados para ser lanzados desde barcos de superficie en la flota rusa del Mar Negro, tenían un alcance operativo de más de 2.500 kilómetros (1.550 millas) en tierra y 375 kilómetros (233 millas) en el mar.