Netanyahu quiere librarse de su juicio por corrupción y pide clemencia al presidente de Israel por el "interés" del país
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu pide al presidente Herzog, que se cierre su juicio por corrupción, ante lo que sería una solicitud excepcional que divide al país.
El primer ministro israelí ha dado un paso sin precedentes al solicitar al presidente del país, Isaac Herzog, una orden de clemencia que le exima de cualquier responsabilidad en el juicio por corrupción que arrastra desde hace años. La petición llega en medio de la guerra de Gaza y el acuerdo de paz, cuando la inestabilidad política se ha convertido en un factor de riesgo interno para su gobierno. La carta, enviada por su propio abogado, apela al "interés nacional" para cerrar un proceso judicial que, según Netanyahu, está acentuando la polarización del país y dificultando la gestión de la crisis de seguridad.
Netanyahu reconoce en su mensaje al presidente que, aunque desea proseguir el proceso para demostrar su inocencia, considera que el interés público aconseja poner fin al juicio. el primer ministro asegura que la intención política, militar y diplomática que exige la cuestión de Gaza hace insostenible mantener una causa judicial que, afirma, se ha convertido en un instrumento de confrontación interna.
La clemencia, defiende, sería un gesto para "sanar divisiones" y "recuperar la confianza en las instituciones". "Por lo tanto, y a pesar de mi interés personal en demostrar mi inocencia hasta mi completa absolución, creo que el interés público dicta lo contrario", ha explicado el primer ministro israelí en su declaración. Una vez más, tiene como aliado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que aumento la presión sobre Herzog al enviarle una carta para pedirle que sopesara directamente el indulto para el primer ministro
Una petición excepcional en un país con fuerte tradición judicial
La solicitud de Netanyahu ha activado todos los mecanismos institucionales previstos para estos casos. La Presidencia israelí calificó la petición como "extraordinaria" y con "implicaciones significativas", remarcando que necesitará un análisis exhaustivo. Según el procedimiento, el documento remitido por el abogado Amit Hadad será derivado al Departamento de Indultos del Ministerio de Justicia, que recopilará informes de todas las autoridades competentes. Luego pasarán al equipo jurídico de la Presidencia antes de que Herzog tome una decisión final.
Israel rara vez concede clemencias en casos de corrupción gubernamental, algo que refuerza la excepcionalidad del movimiento de Netanyahu. Para sus críticos, esta estrategia busca evitar un fallo judicial adverso en un proceso en el que afronta acusaciones de fraude, cohecho y abuso de poder. Para sus aliados, se trata de un acto de responsabilidad en un momento en el que el país afronta uno de sus mayores desafíos desde 1948.
Los tres casos que persiguen a Netanyahu desde hace décadas
Netanyahu está implicado en tres causas penales, aparte de la orden de arresto de la Corte Penal Internacional, conocidas como los casos 1000, 2000 y 4000, todas relacionadas con supuestos intercambios de favores políticos, mediáticos o económicos. La más conocida, el Caso 2000, investiga si el primer ministro trató de pactar con el diario Yedioth Aharonot una cobertura favorable a cambio de apoyar una ley que perjudicara a su competidor Israel Hayom. Según las filtraciones judiciales, aquellas conversaciones datan del año 2000 y reflejan un intento evidente de influir en medios para reforzar su imagen pública.
Otra de las causas analiza presuntos regalos de lujo ofrecidos por empresarios a cambio de favores políticos, mientras que la más compleja —el Caso 4000— investiga supuestos beneficios regulatorios a una empresa de telecomunicaciones a cambio de una cobertura positiva en uno de sus medios. Netanyahu siempre ha sostenido que todo se trata de una operación política destinada a expulsarlo del poder.
El proceso judicial ha marcado profundamente el retorno de Netanyahu al Gobierno en 2022 y su estrategia política posterior. Desde entonces ha solicitado múltiples aplazamientos de sus declaraciones alegando revisiones de salud, reuniones diplomáticas o motivos de seguridad. La coalición que sostiene a Netanyahu ha cerrado filas, mientras que la oposición rechaza de plano cualquier posibilidad de clemencia.