Acostumbra a ser una recomendación básica cuando viajas a países de África, Asia u Oriente Medio. No obstante, no es un peligro que se circunscriba únicamente a estas partes del mundo. Hablamos de un acto tan sencillo como el de poder abrir un grifo y beberse un vaso de agua.

Según recoge el portal germano Inside-Digital, la realidad es que el agua puede estar contaminada con bacterias, virus, parásitos o contaminantes que se deriven en enfermedades graves como diarrea, hepatitis A, tifus o cólera. Pero este riesgo también afecta a otros populares destinos turísticos... en Europa.

En este sentido, en dicha publicación recuerdan que hay una serie de países europeos donde el agua del grifo no es potable. Destacan entre ellos: Albania, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Estonia, Georgia, Hungría, Kazajstán, Kosovo, Lituania, Moldavia, Montenegro, Rumania, Rusia, Serbia, Eslovaquia, Turquía y Ucrania.

El agua del grifo de España

"En muchos países europeos se puede beber agua del grifo sin problema, aunque no siempre tenga buen sabor", detallan desde Allgemeiner Deutscher Automobil-Club (ADAC), la asociación automovilística más grande de Europa, en declaraciones recogidas por el mencionado portal alemán.  También en España el agua del grifo es en general segura y cumple las estrictas directrices de la UE sobre calidad del agua potable, se menciona en la información.

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