Sube la tensión en el Mar Negro: Putin despliega misiles cerca de la frontera con Europa
El refuerzo de la flota rusa con misiles Kalibr coincide con explosiones en Kiev y Járkov y nuevas alertas antiaéreas

Los rusos han vuelto a sacar músculo en el Mar Negro. A las seis de la mañana del 2 de junio, hora local en Kiev, dos buques de guerra rusos equipados con misiles de crucero Kalibr patrullaban las aguas del Mar Negro, según un comunicado difundido por las Fuerzas Navales ucranianas y recogido por el medio rumano Realitatea. Ambos navíos pueden lanzar hasta doce proyectiles de forma simultánea, lo que dispara el nivel de amenaza sobre objetivos ucranianos, en particular sobre la región de Odesa.
Pero no se trata de un movimiento aislado. La Marina rusa también mantiene tres buques militares en el Mediterráneo, uno de ellos con capacidad para lanzar ocho misiles Kalibr al mismo tiempo. Esta maniobra incrementa la tensión en una zona geoestratégica clave y extiende el alcance de ataque a larga distancia del Kremlin en plena guerra de Ucrania.
Los servicios ucranianos aseguran que Moscú ha desplazado en las últimas horas doce embarcaciones a través del estrecho de Kerch hacia el Mar Negro. Seis de ellas continuaron rumbo al estrecho del Bósforo, mientras otras seis se dirigieron al mar de Azov desde ese mismo paso. Actualmente no se han detectado buques armados en esa última zona, lo que ha reducido momentáneamente el riesgo por ese flanco.
La actividad naval rusa está lejos de limitarse a movimientos defensivos o de abastecimiento. Kiev denuncia que, una vez más, los buques de Moscú han desactivado sus sistemas de identificación automática (AIS), lo que contraviene la Convención Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS) y entorpece el seguimiento de sus desplazamientos. “Esto complica la monitorización de su actividad y aumenta el riesgo de incidentes en el mar”, advirtieron desde la Marina ucraniana.
Durante la madrugada del domingo al lunes, la tensión también se trasladó a tierra firme. Las alarmas antiaéreas sonaron en dos ocasiones por posibles ataques con misiles, incluidos proyectiles balísticos procedentes del noreste. Según las autoridades ucranianas, se escucharon explosiones tanto en Kiev como en Járkov y los sistemas de defensa aérea “respondieron” al ataque, aunque no se ha detallado el balance de daños ni de víctimas.
La amenaza es clara. El despliegue constante de portamisiles rusos por los mares que rodean Ucrania y el tránsito incesante por las rutas estratégicas del mar Negro y el Bósforo obligan a las fuerzas armadas ucranianas a mantener una vigilancia extrema. Mientras tanto, la guerra sigue avanzando a golpe de misil.