El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asistido este sábado al funeral del papa Francisco en el Vaticano, acompañado de su esposa, Melania Trump. La ceremonia, sobria y llena de símbolos, ha dejado sin embargo un momento curioso entre los Trump que no ha pasado desapercibido para la prensa internacional, tal y como han recogido medios como el Daily Mail y el finlandés Ilta-Sanomat.

Según ambos diarios, cuando llegó el instante de saludarse en señal de paz, Trump se mostró poco dispuesto a participar: se limitaba a mirar a su alrededor, ignorando las manos tendidas. Fue entonces cuando Melania decidió actuar.

De acuerdo con la lectura de labios realizada por Nicola Hickling para el Daily Mail, la exprimera dama le susurró a su marido cuatro palabras: “Tienes que hacerlo”. Al ver que Trump seguía dudando, Melania repitió su petición. El presidente, sin darle demasiadas vueltas, respondió con un “Vale” y se lanzó.

Melania le da el empujón

A partir de ahí, Trump estrechó la mano del presidente de Estonia, Alar Karis, del rey de España, Felipe VI, y del presidente de Finlandia, Alexander Stubb. Después saludó también al presidente de Francia, Emmanuel Macron. Eso sí, de no haber reaccionado, el Daily Mail señala que el momento habría rozado el ridículo.

Y como si el gesto inicial no hubiese sido suficiente para dar que hablar, Trump remató su aparición luciendo un traje azul, rompiendo de lleno (y sin pestañear) el estricto protocolo de vestimenta del Vaticano. La experta en etiqueta Helena Valonen, citada por Ilta-Sanomat, no se ha cortado: “No le importan las normas”, ha dicho sobre el exmandatario. “Este tipo de personas abren camino hacia lo desconocido, pero siempre quieren ser ellos mismos”, ha añadido.

Trump, sentado en primera fila durante el funeral, decidió marcharse de Italia antes de que concluyera el sepelio. Melania, por cierto, celebraba ese día su 55 cumpleaños.