Un oficial ucraniano destapa la consecuencia mortal del movimiento de EEUU: "Hay cientos de ucranianos muertos"

La decisión de la Casa Blanca de detener la transferencia de inteligencia militar a Ucrania, que ahora va a quedar revertida tras el principio de acuerdo entre Kiev y Washington, ha permitido en estos días a las fuerzas rusas avanzar en una sección crítica de la línea del frente, lo que ha provocado pérdidas significativas entre las tropas ucranianas y ha debilitado la posición del presidente Volodimir Zelenski en las negociaciones.

"Como resultado de esta pausa, hay cientos de ucranianos muertos", declaró un oficial ucraniano a la revista norteamericana Time. "El mayor problema es la moral", añadió esta fuente, ya que las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU) se ven obligadas a luchar sin algunos de sus sistemas de armas más efectivos, no debido a los ataques rusos, sino a la retirada estadounidense. "Esto realmente está generando una ventaja para el enemigo en la línea del frente", añade. 

Time informó sobre las consecuencias de la retirada del presidente estadounidense Donald Trump del apoyo a largo plazo de Estados Unidos a su aliado devastado por la guerra, citando a altos funcionarios occidentales y ucranianos y oficiales militares familiarizados con la situación.

La situación más difícil se vive actualmente en la región de Kursk, donde las fuerzas ucranianas luchan por mantener el territorio capturado durante su ofensiva de agosto. El presidente Zelenski considera esta región como una pieza clave en las futuras negociaciones con Rusia, en particular en lo que respecta al intercambio de prisioneros, según el citado medio.

Fuentes de la Oficina Presidencial confirman que la pérdida de acceso a la inteligencia estadounidense ha tenido el mayor impacto en las operaciones en esta zona. Sin estos datos, las tropas ucranianas ya no pueden detectar a tiempo los bombarderos rusos que se aproximan y otros aviones de combate, lo que dificulta considerablemente advertir tanto a soldados como a civiles de ataques inminentes.

Las fuerzas rusas han logrado avances significativos en la región de Kursk, recuperando el 17 % del territorio que anteriormente controlaban las fuerzas ucranianas en tan solo una semana. Como resultado, casi 10.000 soldados ucranianos corren el riesgo de ser rodeados. Para el 7 de marzo, las fuerzas rusas habían dividido eficazmente a las unidades ucranianas, cortándoles el acceso a su principal línea de suministro.

Según DeepState, un proyecto cercano al Ministerio de Defensa de Ucrania, este corredor de suministro se ha reducido a tan solo un kilómetro de largo y menos de 500 metros de ancho, lo que pone en grave riesgo la capacidad de Ucrania para mantener sus posiciones.

La pérdida de inteligencia estadounidense también ha obstaculizado gravemente la capacidad de Ucrania para llevar a cabo ataques de medio y largo alcance contra objetivos rusos. Anteriormente, estos ataques se llevaban a cabo a menudo utilizando Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS) suministrados por Estados Unidos.

Después de que Washington proporcionara estas armas en 2022, Estados Unidos también comenzó a suministrar a Ucrania inteligencia satelital, lo que permitió a las fuerzas ucranianas identificar y atacar centros de mando rusos en la retaguardia de las líneas enemigas con una precisión milimétrica. Ahora, sin estos datos, la efectividad de estos ataques ha disminuido significativamente.

"Los satélites nos permiten ver lo que esconde el enemigo", declaró entonces Oleksiy Reznikov, entonces ministro de Defensa de Ucrania. "El HIMARS nos permite destruirlo". Las fuerzas ucranianas han recurrido con frecuencia a las imágenes satelitales de Maxar para planificar ataques de largo alcance contra objetivos rusos.

¿Recuperación inmediata?

En un comunicado enviado por correo electrónico a Time, Maxar Technologies confirmó la interrupción de los servicios en Ucrania y, pese al anuncio de ayer, no se sabe si la recuperación es inmediata. El Gobierno de EEUU ha decidido suspender temporalmente las cuentas ucranianas en el sistema utilizado para acceder a imágenes satelitales comerciales.

Maxar tiene contratos con el gabinete de Trump y decenas de países aliados y socios en todo el mundo para proporcionar imágenes satelitales y otros datos geoespaciales, declaró la compañía. Cada cliente toma sus propias decisiones sobre cómo usar y compartir esos datos.

Una fuente cercana al Estado Mayor de Ucrania afirma que, para agravar la sensación de abandono entre los ucranianos, el grupo de socios occidentales que ayudaba a recibir y procesar inteligencia satelital en el cuartel general militar de Kiev ha abandonado el país. No queda nadie, afirma.

El 3 de marzo, Trump ordenó suspender toda la ayuda militar a Ucrania, incluidos los envíos que ya estaban en camino. El 5 de marzo, se supo que esta decisión también se aplicaba al intercambio de inteligencia y a las imágenes satelitales.