Un poderoso presidente echa mano de las sanciones petroleras como llave de cambio para la paz en Ucrania
La nueva Administración estadounidense está considerando la posibilidad de adoptar medidas de buena fe para aliviar los castigos a Putin y engrasar las posibles negociaciones de paz entre invasor e invadido.

Los asesores del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump -que hoy tomará el poder formalmente-, están considerando las sanciones petroleras a Rusia como un instrumento clave para ayudar a sellar el acuerdo de paz en Ucrania. Según ha informado Bloomberg, citando a "personas familiarizadas con el asunto", el republicano valora si tener un gesto con Moscú y rebajar el castigo ayuda o no a un hipotético proceso de paz.
El plan consta de dos enfoques principales: por un lado, medidas de buena fe para beneficiar a los productores de petróleo rusos si se vislumbra un acuerdo de paz, y por otro, sanciones más duras como palanca para presionar a Moscú a negociar, expuso la fuente.
Scott Bessent, candidato de Trump para secretario del Tesoro, ha abogado en público por más sanciones a los de Vladimir Putin como instrumento para ayudar a poner fin a la guerra en Ucrania; lo hizo durante la audiencia del comité del Senado del jueves pasado, en la que tenía que ganarse la confianza de la Cámara para lograr el cargo.
"Creo que si algún funcionario de la Federación Rusa está viendo esta audiencia de confirmación, debería saber que si me confirman, y si el presidente Trump lo solicita como parte de su estrategia para poner fin a la guerra en Ucrania, estaré 100% de acuerdo en aumentar las sanciones, especialmente contra las principales petroleras rusas, a niveles que llevarían a la Federación Rusa a la mesa de negociaciones", dijo Bessent.
Bessent agregó que las supuestas preocupaciones de la Administración Biden por el aumento de los precios de la energía durante una temporada electoral fueron las culpables de que las sanciones "no fueran lo suficientemente severas".
Sus palabras llegan tras las amplias sanciones impuestas por el presidente estadounidense Joe Biden, el demócrata saliente, a la industria petrolera de Rusia durante los últimos días de su presidencia, que Bloomberg describió como "disruptivas".
Disrupciones en el mercado petrolero
El viernes 17 de enero, los precios del petróleo continuaron subiendo por cuarta semana consecutiva, mientras el mercado se prepara para sufrir perturbaciones en el mercado petrolero tras las sanciones de Biden, informó Reuters.
Los futuros del crudo Brent subieron 0,3 dólares, o 0,4%, a 81,59 dólares por barril a las 9:23 am, hora del meridiano de Greenwich (GMT), con lo que ganaron un 2,3% esta semana. Mientras tanto, los futuros del crudo West Texas Intermediate de EEUU aumentaron 0,41 dólares, o 0,5%, a 79,09 dólares por barril, con un alza del 3,3% en la semana.
Toshitaka Tazawa, analista de Fujitomi Securities, dijo a la citada agencia que los posibles recortes de las tasas de interés en Estados Unidos y la creciente demanda de queroseno debido al clima frío en ese país también podrían haber sido un factor. "Las preocupaciones sobre el suministro a raíz de las sanciones estadounidenses a los productores y petroleros rusos, combinadas con las expectativas de una recuperación de la demanda impulsada por posibles recortes de las tasas de interés estadounidenses, están impulsando el mercado del crudo", dijo Tazawa. "El aumento previsto en la demanda de queroseno debido al clima frío en Estados Unidos es otro factor de apoyo", agregó.
Los inversores también están esperando ver si habrá más interrupciones en el suministro una vez que Trump asuma el cargo, y se espera que Trump adopte una postura dura sobre Irán y Venezuela, según Reuters.
El Kremlin ha mostrado su disposición a dialogar con Trump, quien ha asegurado que se está organizando una reunión. Trump se jactó durante su campaña de ser capaz de poner fin a la guerra "en 24 horas" después de asumir el cargo, aunque su elegido enviado a Ucrania, Keith Kellogg, estableció un objetivo "personal y profesional" de "100 días", insinuando una duración más larga que la que Trump prometió inicialmente.