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Una pareja compra una casa inhabitable y tras la reforma imposible la gente que la visita desea vivir en ella

Una pareja compra una casa inhabitable y tras la reforma imposible la gente que la visita desea vivir en ella

Lo primero con lo que se pusieron manos a la obra fue el sótano, pero la renovación se complicó y acabó alargándose más de lo esperado. 

La ciudad danesa de Odense.Getty Images

Al comprar un nuevo hogar se suelen proyectar en él la vida que se desaa vivir en él, pero cuando René Jensen y Lena Christensen recibieron las llaves de su nueva casa, una villa de los años 30 en el pueblo danés de Stige, ubicado al norte de Odense, esta apenas parecía una. 

La vivienda estaba en tan malas condiciones que el ingeniero se negó a bajar al sótano por miedo a que se derrumbara, según ha informado el canal danés TV2, donde se emitióla renovación en el programa Masterful Renovations, en el que el arquitecto David Zahle ayuda a las familias a transformar sus hogares.

La pareja compró la casa por 1,5 millones de coronas danesas (algo más de 200.000 euros) en marzo de 2022. Sin embargo, dadas las condiciones en las que la adquirieron, tuvieron que mudarse con sus dos hijos a un cobertizo de 30 metros cuadrados situado fuera de la casa. 

Mientras, iban solicitando los permisos de construcción, hacían cálculos de ingeniería y trabajaban avanzando poco a poco. La lista de tareas incluía: un techo nuevo, nuevos muros, diferentes planos de planta, baños nuevos, retirar la escalera y poner otra en su lugar, demoler y reconstruir todo el primer piso, una cocina nueva, suelo nuevos y un nuevo sótano. 

Lo primero con lo que se pusieron manos a la obra fue el sótano, pero las obras se complicaron y acabaron construyendo nuevos muros de carga desde cero. A medida que la renovación avanzaba y surgían nuevos problemas llegó un punto en que fue evidente para la familia que no podrían cumplir con el presupuesto ni el calendario establecido en un principio. 

Tenían que ahorrar, así que ellos mismos afrontaron la mayor parte de la renovación. "Desmantelaron la casa por dentro, desmontaron el tejado, excavaron, sacaron los escombros en carretillas e hicieron los preparativos para la calefacción por suelo radiante, las paredes y la división de las habitaciones. Solo los aspectos puramente técnicos, como la electricidad, el tejado y la fontanería, fueron realizados por artesanos", explicaron al mismo medio. 

Fue un trabajo muy arduo, que tomó más tiempo del esperado, y aunque la familia aún necesita las escaleras que bajan al sótano, muchos acabados y algunas superficies del suelo, ya se han mudado y ahora viven en el primer piso y la planta baja. En difinitiva, ya tienen su esperado hogar. 

"Vivimos junto a una carretera, y la gente pasa despacio a mirar. La casa no se parece a ninguna otra de por aquí. Es de madera y sobresale del paisaje. Parece un Toblerone de 11 metros de altura", contó Lena Christensen entre risas. "Ahora tenemos un hogar que nosotros mismos creamos. Todo vale la pena", apuntó René Jensen.

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