¿Qué significa la suspensión del Parlamento británico?
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¿Qué significa la suspensión del Parlamento británico?

Todas las respuestas sobre el mecanismo que ha solicitado el premier británico para que no se impida un 'Brexit a las bravas'.

BrexitAFP

La reina Isabel II ha aprobado este miércoles formalmente la petición del primer ministro británico, Boris Johnson, de suspender el periodo de sesiones del Parlamento a partir de la segunda semana de septiembre. El Consejo Privado de la jefa de Estado del Reino Unido indicó en un comunicado que las cámaras quedarán prorrogadas “no antes del lunes 9 de septiembre y no más tarde del jueves 12 de septiembre”, hasta el 14 de octubre.

Los planes de Johnson, anunciados a poco más de dos meses para la fecha del Brexit, el 31 de octubre, han levantado un profundo malestar en la política británica. ¿Qué significa esta suspensión?

¿Puede hacerlo el primer ministro?

Sí, sí que puede. Tal y como recoge la BBC, el término oficial para cerrar el Parlamento es ”prorrogar”. Los parlamentarios no votan esta prórroga; es un poder que sólo tiene la reina, por consejo del primer ministro. Así que, es Johnson quien pide a la reina que suspenda el Parlamento, limitando así la influencia de los diputados. Si el Parlamento no se reúne, los parlamentarios no podrían, por ejemplo, presentar una moción de censura al Gobierno.

¿Cómo se suspende?

Normalmente se prorroga una vez al año, durante un breve período, que suele ser en abril o mayo. Durante ese tiempo, todo se para, así que la mayoría de las leyes que no han sido aprobadas por completo mueren (aunque algunas pueden retomarse en la siguiente sesión).

Los parlamentarios mantienen sus escaños, así como los ministros, pero no se lleva a cabo ningún debate ni votación en el Parlamento. Esto no es lo mismo que “disolver” el Parlamento, cuando todos los diputados dejan sus escaños para hacer campaña en unas elecciones generales.

Es normal que los nuevos gobiernos cierren el Parlamento hasta celebrar el Discurso de la reina, que establece los planes del Gobierno para el siguiente año.

La duración de estos cierres varía: en 2016, el Parlamento se cerró durante cuatro días laborables, mientras que en 2014 se cerró 13 días. Este año, el Parlamento se suspendería durante 23 días laborables, antes del próximo Discurso de la reina, el 14 de octubre.

Aunque las prórrogas son normales, en este caso el momento elegido es “claramente muy controvertido”, explica Maddy Thimont-Jack, del think tank Institute for Government, a la BBC.

¿Sería controvertido en este caso?

Sí. Reducir la influencia del Parlamento electo siempre es una decisión importante, pero en este caso, además, podría complicar la planificación de un Brexit a las bravas. Dicho de otra manera: si el Parlamento no está en funcionamiento, el primer ministro no podrá aprobar leyes para amortiguar el impacto de un ‘no acuerdo’.

En teoría, esta suspensión también lleva a la reina al núcleo de la disputa del Brexit. Normalmente, cuando un primer ministro pide una prórroga a la reina, todo es bastante directo, casi una formalidad.

¿Podría haberse negado la reina?

La reina Isabel II tiene la última palabra sobre el proceso. Podría no haber seguido el consejo del primer ministro y rechazar el cierre del Parlamento. Pero esto la habría llegado a abandonar un papel neutral en el Brexit. Varios políticos de la oposición han criticado que Johnson haya solicitado el cierre en este momento, poniendo a la monarca entre la espada y la pared.

¿Qué opciones tiene la oposición?

La decisión deja a la oposición sin apenas margen de maniobra para impedir un Brexit sin acuerdo, como está decidido a realizar el primer ministro a menos que consiga un nuevo acuerdo con la UE. El Parlamento reanuda su actividad el 3 de septiembre y estará abierto alrededor de una semana, plazo en el que los detractores de un Brexit duro estarían obligados a lanzar su definitivo intento para frenar a Johnson.

La opción que la oposición ha venido barajando en estas últimas semanas es la presentación de una moción de censura, algo que Corbyn ya había propuesto lanzar en cuanto tuviese los números suficientes para que saliese adelante. Si hay un candidato alternativo a ocupar la jefatura del Gobierno, este tomaría posesión inmediatamente, pero si no hay ningún aspirante claro, Johnson seguiría en el cargo y estaría obligado a someterse a una nueva votación en 14 días.

En caso de que, pasado ese periodo, Johnson siguiese sin lograr la confianza de la Cámara de los Comunes, se convocarían elecciones anticipadas, una cuestión compleja también en cuanto a tiempos porque podría darse la circunstancia de que el Parlamento estuviese disuelto en la fecha del Brexit y que se produjese una salida automática de Reino Unido si no se prorroga el plazo actual.

Pero, ¿podría frenarse esto de alguna manera? 

En julio, el ex primer ministro conservador John Major amenazó con recurrir a los tribunales para evitar que cerrara el Parlamento. “La decisión de la reina no puede cuestionarse en la legislación, pero creo que sí se puede cuestionar el hecho de que el primer ministro aconseje a la reina, y estoy dispuesto a solicitar una revisión judicial para evitar que se salten al Parlamento”, contó a la BBC News.