Un veterinario explica por qué "la teoría del bocata" tiene sentido como origen del brote de peste porcina africana
"Lo siento por los conspiranoicos".

Cuando ya son nueve los jabalíes muertos por peste porcina africana (PPA) en el brote producido en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), decenas de efectivos están trabajando en la zona para intentar evitar la expansión de esta enfermedad que, aunque no se transmite a los humanos, es altamente contagiosa y letal para cerdos y jabalíes, por lo que puede causar estragos en la salud animal y en el sector porcino.
Por el momento se tiene la buena noticia de que en ninguna de las 40 granjas de cerdos cercanas a la zona del brote se haya detectado ningún caso sospechoso y lo que se sigue estudiando es cuál pudo ser su causa.
No se ha confirmado aún, pero este lunes el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, señaló como principal hipótesis que el patógeno hubiera podido llegar por carretera en un embutido contaminado que podrían haber ingerido jabalíes, ya fuera por algún bocadillo o por restos de comida que se hubiera tirado a la basura en la zona, que tiene mucho tránsito de camiones y áreas de servicio.
El veterinario Juan Pascual ha elaborado un hilo en su cuenta de X (Twitter) para divulgar acerca de qué supone esta enfermedad tanto para cerdos y jabalíes como para los humanos, y en el que también explica por qué esa "teoría del bocata" tiene sentido.
"La PPA no infecta a humanos, pero destruye explotaciones enteras. No hay cura, no hay vacuna. Solo prevención, bioseguridad y control. Si entra en una granja mata al 100% o casi, por eso muchos países bloquean la importación de países positivos", puntualiza el experto, quien recuerda que un brote en China en 2018 "supuso el sacrificio de decenas de millones de cerdos".
Acerca de cómo puede haber regresado a España esta enfermedad, de la que no había casos desde los años 90, Pascual matiza que sólo se contagia de tres maneras. En primer lugar, por "ciertas garrapatas" de "especies no presentes en Barcelona", por lo que sería una vía descartable. Después, algo que también descarta, por contacto directo: "Raro que haya llegado sin detectarse en Francia".
La tercera vía, que ve plausible, es la del consumo de carne porcina infectada. "Hay países Europa donde la enfermedad es endémica. Embutidos fabricados con carne de cerdo o jabalí positivo (aunque el animal no tenga síntomas) es una vía de llegada factible y muy probable. Sí, la teoría del bocata tiene sentido (lo siento por los conspiranoicos)", argumenta.
Pascual lamenta que, "por dejación", hay jabalíes que han proliferado y campan a sus anchas por entornos urbanos y que, por ello, tienen acceso a comer restos de la basura: "Una barbaridad epidemiológica que nos ha llevado hasta reintroducir una enfermedad que llevaba décadas erradicada".
En otro hilo, la especialista en seguridad alimentaria Gemma del Caño coincide en que un bocadillo puede causar un brote de peste porcina africana. "No es un titular sensacionalista", resalta.
"El virus de la PPA es durísimo: sobrevive meses en productos cárnicos como chorizo, jamón o lomo, incluso cuando están perfectamente comestibles. No huelen mal, no saben raro, no 'parecen' en mal estado. No hay forma de detectarlo a simple vista", subraya.
Del Caño indica que el embutido "pudo venir de un país donde el virus circula" sin que el viajero tuviera ni la más remota idea: "Un jabalí lo encontró, se lo comió y… ya tenemos el inicio del brote". De ahí que incida en la importancia de nunca tirar comida en el campo y de usar contenedores cerrados.
