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Un veterinario pierde las cenizas del gato del cliente y se encuentra una sentencia pionera como castigo

Un veterinario pierde las cenizas del gato del cliente y se encuentra una sentencia pionera como castigo

El Juzgado de Sevilla reconoce una indemnización por daño moral a una familia que perdió las cenizas de su mascota debido a un error en la incineración.

Dos gatos jugando en casa.Getty Images

Un juzgado de Sevilla ha dictado una sentencia en la que obliga a un hospital veterinario a indemnizar con 800 euros a una clienta por el daño moral causado tras perder las cenizas de su gato. El error se produjo cuando, a pesar de que la familia había solicitado expresamente la incineración individual del animal, el gato fue incinerado de forma colectiva, lo que impidió que los propietarios pudieran conservar sus restos.

Hasta ahora, los tribunales solo habían condenado por negligencia veterinaria en casos que resultaban en la muerte o lesión de los animales, según explicó Lola García, la abogada que llevó el caso, quien fundó el despacho Derecho & Animales en Sevilla.

El caso del gato Umi

El animal, llamado Umi, era muy querido por su familia en Sevilla, que había criado al gato desde su nacimiento con biberón. Debido a su salud deteriorada, los propietarios decidieron recurrir a la eutanasia para evitarle más sufrimiento. La familia solicitó que el animal fuera incinerado de forma individual para poder conservar sus cenizas como recuerdo, pagando por ello una tarifa superior a la incineración colectiva. Sin embargo, el hospital veterinario cometió el error de clasificar al gato para la cremación colectiva, lo que ocasionó la pérdida de sus restos.

A pesar de que la clínica reconoció su error y ofreció devolver la diferencia de precio, la familia demandó una compensación por el daño moral sufrido, solicitando 3.012,80 euros por los perjuicios emocionales causados. La abogada del caso, Lola García, justificó la cifra utilizando la misma lógica que se aplica en casos de pérdida de cadáveres humanos.

El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Sevilla dictó dicha sentencia al considerar que la pérdida de las cenizas del animal constituía un daño moral, basándose en la legislación vigente en la Ley 17/2021, que protege a los propietarios de animales de compañía. No obstante, la indemnización se otorgó solo a la titular del chip del animal, a pesar de que el daño afectó a toda la familia. La abogada planea recurrir esta decisión ante la Audiencia Provincial de Sevilla para que la indemnización se extienda a todos los miembros de la familia, argumentando que el daño moral debería ser reconocido para todos los que convivían con el gato.

Finalmente, Lola García comentó que la pérdida de las cenizas de un animal impide vivir el duelo de una manera plena. "Si hubiera un juzgado especializado en estos asuntos no haría falta explicar que el afecto y el vínculo afectivo hacia un animal de compañía no depende del tiempo transcurrido en la familia", concluye Lola García.