Las freidoras de aire o airfryers ya son un esencial en las cocinas españolas. Son una forma saludable de comer ya que cocinan los alimentos utilizando aire caliente circulante. Además, no tiene mucho misterio, su proceso de cocción es bastante simple. Los alimentos se colocan en una canasta y se introduce en el interior del aparato. 

Cuando se pone en funcionamiento, un ventilador interno hace circular el aire caliente alrededor de los alimentos, lo que permite cocinarlos de manera uniforme y crujiente sin la necesidad de utilizar grasas como el aceite. Además, la temperatura es regulable y cuenta con temporizador para poder ajustar el tiempo a la necesidad de los alimentos. 

Como todo en la cocina, requiere de una excelente higiene, por ello hay que limpiarla regularmente para evitar la acumulación de suciedad y restos de comida. Lo mejor para su cuidado es seguir el libro de instrucciones de cada freidora. No obstante existen métodos que se han hecho virales por las redes sociales como llenar la bandeja con agua y añadir varias gotas de detergente. Tras ello, hay que poner la temperatura a 200 grados durante 4 minutos. 

Unos simples pasos

Otro método universal para limpiarlas es seguir una serie de simples pasos que garantizarán la máxima limpieza de tu freidora. Lo primero es desconectar la freidora y deja que se enfríe completamente antes de empezar a limpiarla. Luego hay que retirar la canasta y el cajetín de la freidora y lávalos con agua y jabón. Si hay restos de comida que se resisten y están pegados, puedes utilizar un cepillo suave para eliminarlos con cuidado. Asegúrate de secarlos bien antes de volver a colocarlos en la freidora.

El siguiente paso es limpiar la parte exterior. Se tiene que hacer con un paño húmedo y un poco de jabón. La mezcla de bicarbonato de sodio y agua viene muy bien para las manchas difíciles de eliminar. Hay que tener cuidado y evita utilizar productos de limpieza abrasivos o que contengan sustancias químicas fuertes, así se evitará dañar la superficie de la freidora.