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Israel cuela una patata que abre una batalla en el campo español

Israel cuela una patata que abre una batalla en el campo español

COAG denuncia que las "grandes cadenas de distribución" están inundando el mercado con patatas importadas para presionar los precios de la patata española.

Una caja llena de patatasGetty Images

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha acusado a las grandes cadenas de distribución de retrasar la compra de patata española para "presionar" los precios en origen. Según la organización agraria, estas cadenas están inundando los lineales de los supermercados con patatas importadas de Israel y Egipto en plena campaña de patata nueva en Murcia y Andalucía, lo que está saturando el mercado y forzando a la baja los precios de la patata nacional.

En un comunicado emitido recientemente, COAG ha lamentado que, mientras la patata nueva española empieza a salir del campo con toda su frescura y calidad, las grandes cadenas de distribución apuestan por patatas importadas. En 2024, se importaron 80.000 toneladas de patata de estos países.

Alberto Duque, responsable de patata de COAG, ha señalado que esta estrategia está calculada para retrasar la compra del producto nacional, saturar el mercado y forzar a la baja los precios en origen. Según Duque, el resultado es que el consumidor se ve obligado a hacer la típica tortilla de patata con materia prima de Oriente Medio, mientras la producción autóctona de calidad permanece en las sacas.

"No es razonable encontrar en una superficie comercial del Campo de Cartagena, con 10.000 hectáreas sembradas, patatas 'Origen Israel'", ha lamentado Duque. Desde las principales zonas productoras de patata nueva nacional, como Sevilla, Málaga y Campo de Cartagena, se confirma que en estos momentos la oferta ya es suficiente para abastecer de forma estable la demanda de las principales cadenas de distribución.

COAG ha insistido en que no es comprensible que se arrincone a la patata autóctona en los lineales, con sello de calidad y estándares de la Unión Europea, frente a las importaciones de terceros países. La organización ha anunciado que trasladará esta situación al Ministerio de Agricultura y a las autoridades autonómicas competentes. Además, ha agregado que hay una presencia generalizada de patatas de conservación de Francia, que llevan recogidas desde noviembre y ya han perdido gran parte de sus cualidades organolépticas tras su almacenamiento en cámaras frigoríficas.

En cifras, COAG ha advertido que esta estrategia pone en peligro 4,2 millones de jornales en el medio rural, al tiempo que lanza a la atmósfera 3.376 toneladas adicionales de CO2 por el transporte internacional, el equivalente a las emisiones de 10.683 vuelos ida y vuelta por persona de la ruta Madrid-París.

Por su parte, fuentes del sector de la distribución alimentaria han señalado a Efeagro que las acusaciones vertidas por COAG son "infundadas y crean un ruido innecesario". Según estas fuentes, las acusaciones obedecen más al difícil inicio de la campaña de la patata española, que se centra en Andalucía y continúa en la Región de Murcia. Han explicado que la temporada de patata nueva en Andalucía ha comenzado con retraso respecto a años anteriores y con una menor producción debido a las lluvias persistentes de los últimos meses, que en algunas zonas han provocado daños hasta en el 25 % de las explotaciones.

En el caso del Campo de Cartagena, han indicado que la producción es todavía muy escasa y, en la actualidad, solo se está recogiendo patata no apta para lavado, que es la que comercializan los supermercados. Según la distribución, la mayor parte de los proveedores apuntan al mes de mayo como fecha probable de recogida de patata con volumen y calidad suficiente para poder ser comercializada en las empresas de la distribución alimentaria.

Según la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) se trata de un problema del que la organización ya ha alertado; el pasado diciembre, los productores señalaron el fuerte incremento de la importación española de patata y en especial la procedente de Egipto, con un crecimiento del 1.958 % en los últimos cinco años, según sus propios datos.

Los últimos datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, procesados por Fepex, evidencian que la patata ha sido el producto más importado por España en enero, con 124.258 toneladas (-1 %) y 53 millones de euros (-4,5 %).