Linnéa Chapman, profesora de marketing: "Evita estos regalos por Navidad, pueden ser hirientes aunque la intención sea positiva"
Llega la Navidad y con ello el aluvión de regalos, pero cuidado con lo que regalas porque ya sabes que en enero llegan las colas de rebajas pero también de devoluciones.
La Navidad es sinónimo de familia, de días libres, de comilonas y de regalos, muchos regalos, aunque luego llega la otra cara de la moneda: el aluvión de devoluciones, tras el disimulo de los receptores de regalos por algo que no esperaban ni querían. Lo de "la intención es lo que cuenta" son solo palabras. Es cierto que cuando regalas esperas gratitud, pero hay que ponerse en el lugar del otro, o de ti mismo como receptor, y tener en cuenta que no pensar demasiado en qué regalo comprar y cómo es la persona que lo recibe (sus gustos y necesidades), conlleva luego disgustos y problemas. Incluso hay regalos que hay que evitar a toda costa.
Un reciente artículo de Fanpage.it se refiera a ello como "anti-regalos", que van allá de no acertar con los gustos personales, sino incluso herir sensibilidades culturales, expectativas emocionales o incluso supersticiones. Un regalo puede convertirse en motivo de conflicto, incomodidad o interpretaciones equivocadas, derrumbando incluso el espíritu navideño.
Los regalos "envenenados" que pueden herir
Detalles como ropa interior, pijamas o accesorios íntimos pueden considerarse demasiado íntimos para ciertos destinatarios (amigos, compañeros de trabajo, conocidos). Un regalo íntimo cuando no hay confianza suficiente puede incomodar.
En cuanto a las tradiciones y supersticiones, hay algunas que atribuyen connotaciones negativas a ciertos regalos: relojes, tijeras, cuchillos, pañuelos o incluso espejos. Estas piezas, según viejos mitos globales, podrían simbolizar distancia, ruptura, lágrimas o malos presagios.
Y luego están, como no, herramientas como artículos de limpieza gadgets de uso doméstico que, aunque útiles, pueden transmitir el mensaje de "necesitas arreglar cosas", o algo peor si el destinatario es una mujer por sus posibles connotaciones machistas.
Luego están los regalos que juzgan, como libros de autoayuda, dietas o cosméticos anti-edad. "¿Qué insinúa con este regalo?", se preguntará el receptor. Una forma de amargarle la Nochebuena o el Día de Reyes. Es inteligente evitarlos salvo que se trate de alguien muy cercano y tengas plena seguridad de que será bien recibido.
Y el clásico entre los clásicos: el regalo por compromiso, como perfumes genéricos, kits de baño baratos, objetos sin valor real o carentes de significado, es decir, aquellos que cuando los recibes dices "ha comprado lo primero que ha visto".
Cómo quedar de lujo al regalar
No hay nada más satisfactorio que regalar algo que deja una alegría inmensa al que lo recibe, pero más aún, un poso a lo largo del tiempo, eso de que "siempre me acuerdo de ti con este regalo". No te preocupes, porque si te da mal regalar, hay un reciente estudio citado por Fanpage que recomienda seguir criterios de sentido común: priorizar la empatía, pensar en la persona que va a recibir el regalo y no en tus propias prisas o ganas de impresionar. Parece fácil, pero no lo es.
Pero vamos a lo práctico: regala algo que tú elegirías para ti mismo si fueras esa persona. Un toque de empatía marca la diferencia. Una buena alternativa es optar por experiencias, tiempo compartido, pequeños detalles pensados, más que objetos impersonales, sobre todo si no conoces tanto a la persona, además de añadir un mensaje cariñoso y origina que personalice el regalo.
Tiempos complicados para acertar con los regalos
Incluso con los más íntimos se falla a menudo. Tras la Navidad las colas de devolución están llenas de personas cuyas parejas, hermanos, padres o hijos no han dado ni una. Además, en un mundo hiperconectado, multicultural y diverso, los símbolos, supersticiones y sensibilidades importan más que antes. Un regalo pensado sin contexto puede ofender sin querer.
Por otro lado, está la presión social y el consumismo, que hacen que muchos regalos terminen siendo gestos vacíos, una práctica cada vez más cuestionada en estudios sobre bienestar, consumo responsable y salud mental.
Cuántos regalos navideños se devuelven en España
Seis de cada diez personas en España han devuelto regalos de Navidad alguna vez, destacando claramente la ropa (69%) y los complementos (31%), alegando que no les servían, no les gustaban o no les iban a dar uso. Además, alrededor del 40% de los españoles revenden los regalos que no desean tras las fiestas.
Además, el 58% de los españoles han devuelto un regalo alguna vez, y somos muy prácticos, ya que el 22% de los españoles prefiere vender los regalos para quedarse con el dinero.