Cuando robaron la Mona Lisa del Louvre: el golpe que convirtió el cuadro en un icono
El pintor Pablo Picasso fue uno de los sospechosos.

Este domingo un robo en el Museo del Louvre ha agitado al mundo. Unos encapuchados han asaltado la famosa pinacoteca para robar joyas de Napoleón. Por lo que se sabe, habrían aprovechado un montacargas para acceder a la Galería Apolo y sustraerlas del que es el museo más visitado del mundo.
Parece de película y muchos se preguntan cómo han podido burlar la seguridad y darse a la fuga.
Este robo trae a la memoria el que es uno de los golpes más famoso al mundo del arte y que tuvo lugar precisamente en el Louvre, pero un 21 de agosto de 1911. Aquel día, el museo estaba cerrado. Un hombre logró entrar y llevarse a la que es ahora la joya de la corona: la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci.
Entonces, la Gioconda no era tan conocida como lo es actualmente, y prueba de ello es que no se dieron cuenta de que no estaba colgada hasta el martes. De hecho, como recuerda la BBC, lo que catapultó a la fama a esta obra de enigmática sonrisa fue ese robo.

Por aquel entonces, el museo permaneció cerrado una semana, multitud de personas comenzaron a ir al museo sólo para ver el hueco vacío que ocupaba y el cuadro no fue recuperado hasta dos años después. ¿Qué ocurrió?
Se inició una investigación que dio varios palos de ciego, hasta el punto que el poeta Guillaume Apollinaire acabó en la cárcel durante una semana y el pintor Pablo Picasso también fue acusado del robo.
El verdadero ladrón fue Vincenzo Peruggia. "El italiano había trabajado en el Louvre en 1910 y había instalado la puerta de vidrio que protegía la obra maestra. Tenía el uniforme blanco que los empleados del museo vestían y sabía cómo estaba fijada la pintura en el marco", resume la BBC.
El cuadro fue recuperado en diciembre de 1913, cuando Peruggia le entregó la pintura a Alfredo Geri, un anticuario de Florencia. Fue condenado a un año de cárcel, que acabaron siendo unos siete meses, antes del estallido de la I Guerra Mundial.
