El enigmático puerto español que fue enclave de piratas y presunto refugio de "lobos grises" nazis
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El enigmático puerto español que fue enclave de piratas y presunto refugio de "lobos grises" nazis

Este lugar es una mezcla entre el mito y la historia.

El enigmático puerto español que fue enclave de piratas y presunto refugio de "lobos grises" nazis

Este lugar es una mezcla entre el mito y la historia.

El enigmático puerto español que fue enclave de piratas y presunto refugio de "lobos grises" nazis

Este lugar es una mezcla entre el mito y la historia.

El enigmático puerto español que fue enclave de piratas y presunto refugio de "lobos grises" nazis

Este lugar es una mezcla entre el mito y la historia.

El enigmático puerto español que fue enclave de piratas y presunto refugio de "lobos grises" nazis

Este lugar es una mezcla entre el mito y la historia.

Un antiguo submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial anclado, alrededor de 1947. (Foto de FPG/Getty Images)Getty Images

En la costa cántabra, entre acantilados y niebla, hay un lugar tan magnífico como misterioso que guarda más de un secreto. Se llama Puerto Calderón, y aunque hoy parece un rincón abandonado, durante siglos ha sido escenario de actividad humana, rumores y leyendas que rozan la ficción. 

Este antiguo enclave minero, ubicado en el municipio de Alfoz de Lloredo, no solo ofrece un entorno natural y casi intacto, sino que arrastra consigo una leyenda difícil de ignorar. Entre sus múltiples historias, la más intrigante sucedió durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde romanos y contrabandistas hasta los temidos submarinos alemanes de la Segunda Guerra Mundial, este enclave natural ha alimentado la imaginación colectiva y se mantiene como uno de los puntos más enigmáticos del norte de España.

Entre el mito y la historia

Rodeado por las puntas rocosas de Calderón y del Poyo, el Puerto Calderón ha sido desde hace siglos testigo de muchos sucesos como la navegación romana o la minería del siglo XX. Pero lo que más fascina a quienes conocen sus secretos es su posible papel durante la segunda Guerra Mundial.

Según se ha ido contando de generación en generación, los U-Boat alemanes, conocidos como “lobos grises”, aprovecharon la gran profundidad natural del puerto para ocultarse temporalmente de las patrullas aliadas.

Aunque no existen documentos oficiales que lo confirmen, este relato ha calado en la memoria colectiva local, sumándose a otras leyendas que vinculan este enclave con piratas, contrabandistas e incluso con el mítico Portus Blendium, un supuesto puerto romano cuyo emplazamiento aún es motivo de debate.

Una belleza intacta

Hoy en día, llegar hasta Puerto Calderón requiere recorrer una pista rural desde Oreña, una localidad cercana con gran riqueza patrimonial. Al final del camino, se pueden encontrar piezas oxidadas de su pasado minero como: vagonetas, tolvas, raíles y muros de piedra. Todos ellos son restos del intenso tráfico de zinc que partía desde este punto hacia otros puertos cantábricos.

Pero más allá de las ruinas, el verdadero atractivo es su paisaje salvaje, moldeado por siglos de oleaje. La bahía no tiene arena, sino una plataforma rocosa que la convierte en un remanso de aguas profundas, ideal para pescadores o bañistas que buscan alejarse del turismo masivo. Además, cuando hay marea baja, se pueden observar amarres de piedra que algunos asocian, sin pruebas concluyentes, con la época romana.

Puerto Calderón es un lugar que ha escapado de las grandes rutas turísticas y que, por ello mismo, conserva su autenticidad. Es ideal para quienes buscan senderismo costero, tranquilidad o simplemente dejarse envolver por ese silencio cargado de ecos históricos. 

En la costa cántabra, entre acantilados y niebla, hay un lugar tan magnífico como misterioso que guarda más de un secreto. Se llama Puerto Calderón, y aunque hoy parece un rincón abandonado, durante siglos ha sido escenario de actividad humana, rumores y leyendas que rozan la ficción. 

Este antiguo enclave minero, ubicado en el municipio de Alfoz de Lloredo, no solo ofrece un entorno natural y casi intacto, sino que arrastra consigo una leyenda difícil de ignorar. Entre sus múltiples historias, la más intrigante sucedió durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde romanos y contrabandistas hasta los temidos submarinos alemanes de la Segunda Guerra Mundial, este enclave natural ha alimentado la imaginación colectiva y se mantiene como uno de los puntos más enigmáticos del norte de España.

Entre el mito y la historia

Rodeado por las puntas rocosas de Calderón y del Poyo, el Puerto Calderón ha sido desde hace siglos testigo de muchos sucesos como la navegación romana o la minería del siglo XX. Pero lo que más fascina a quienes conocen sus secretos es su posible papel durante la segunda Guerra Mundial.

Según se ha ido contando de generación en generación, los U-Boat alemanes, conocidos como “lobos grises”, aprovecharon la gran profundidad natural del puerto para ocultarse temporalmente de las patrullas aliadas.

Aunque no existen documentos oficiales que lo confirmen, este relato ha calado en la memoria colectiva local, sumándose a otras leyendas que vinculan este enclave con piratas, contrabandistas e incluso con el mítico Portus Blendium, un supuesto puerto romano cuyo emplazamiento aún es motivo de debate.

Una belleza intacta

Hoy en día, llegar hasta Puerto Calderón requiere recorrer una pista rural desde Oreña, una localidad cercana con gran riqueza patrimonial. Al final del camino, se pueden encontrar piezas oxidadas de su pasado minero como: vagonetas, tolvas, raíles y muros de piedra. Todos ellos son restos del intenso tráfico de zinc que partía desde este punto hacia otros puertos cantábricos.

Pero más allá de las ruinas, el verdadero atractivo es su paisaje salvaje, moldeado por siglos de oleaje. La bahía no tiene arena, sino una plataforma rocosa que la convierte en un remanso de aguas profundas, ideal para pescadores o bañistas que buscan alejarse del turismo masivo. Además, cuando hay marea baja, se pueden observar amarres de piedra que algunos asocian, sin pruebas concluyentes, con la época romana.

Puerto Calderón es un lugar que ha escapado de las grandes rutas turísticas y que, por ello mismo, conserva su autenticidad. Es ideal para quienes buscan senderismo costero, tranquilidad o simplemente dejarse envolver por ese silencio cargado de ecos históricos. 

En la costa cántabra, entre acantilados y niebla, hay un lugar tan magnífico como misterioso que guarda más de un secreto. Se llama Puerto Calderón, y aunque hoy parece un rincón abandonado, durante siglos ha sido escenario de actividad humana, rumores y leyendas que rozan la ficción. 

Este antiguo enclave minero, ubicado en el municipio de Alfoz de Lloredo, no solo ofrece un entorno natural y casi intacto, sino que arrastra consigo una leyenda difícil de ignorar. Entre sus múltiples historias, la más intrigante sucedió durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde romanos y contrabandistas hasta los temidos submarinos alemanes de la Segunda Guerra Mundial, este enclave natural ha alimentado la imaginación colectiva y se mantiene como uno de los puntos más enigmáticos del norte de España.

Entre el mito y la historia

Rodeado por las puntas rocosas de Calderón y del Poyo, el Puerto Calderón ha sido desde hace siglos testigo de muchos sucesos como la navegación romana o la minería del siglo XX. Pero lo que más fascina a quienes conocen sus secretos es su posible papel durante la segunda Guerra Mundial.

Según se ha ido contando de generación en generación, los U-Boat alemanes, conocidos como “lobos grises”, aprovecharon la gran profundidad natural del puerto para ocultarse temporalmente de las patrullas aliadas.

Aunque no existen documentos oficiales que lo confirmen, este relato ha calado en la memoria colectiva local, sumándose a otras leyendas que vinculan este enclave con piratas, contrabandistas e incluso con el mítico Portus Blendium, un supuesto puerto romano cuyo emplazamiento aún es motivo de debate.

Una belleza intacta

Hoy en día, llegar hasta Puerto Calderón requiere recorrer una pista rural desde Oreña, una localidad cercana con gran riqueza patrimonial. Al final del camino, se pueden encontrar piezas oxidadas de su pasado minero como: vagonetas, tolvas, raíles y muros de piedra. Todos ellos son restos del intenso tráfico de zinc que partía desde este punto hacia otros puertos cantábricos.

Pero más allá de las ruinas, el verdadero atractivo es su paisaje salvaje, moldeado por siglos de oleaje. La bahía no tiene arena, sino una plataforma rocosa que la convierte en un remanso de aguas profundas, ideal para pescadores o bañistas que buscan alejarse del turismo masivo. Además, cuando hay marea baja, se pueden observar amarres de piedra que algunos asocian, sin pruebas concluyentes, con la época romana.

Puerto Calderón es un lugar que ha escapado de las grandes rutas turísticas y que, por ello mismo, conserva su autenticidad. Es ideal para quienes buscan senderismo costero, tranquilidad o simplemente dejarse envolver por ese silencio cargado de ecos históricos. 

En la costa cántabra, entre acantilados y niebla, hay un lugar tan magnífico como misterioso que guarda más de un secreto. Se llama Puerto Calderón, y aunque hoy parece un rincón abandonado, durante siglos ha sido escenario de actividad humana, rumores y leyendas que rozan la ficción. 

Este antiguo enclave minero, ubicado en el municipio de Alfoz de Lloredo, no solo ofrece un entorno natural y casi intacto, sino que arrastra consigo una leyenda difícil de ignorar. Entre sus múltiples historias, la más intrigante sucedió durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde romanos y contrabandistas hasta los temidos submarinos alemanes de la Segunda Guerra Mundial, este enclave natural ha alimentado la imaginación colectiva y se mantiene como uno de los puntos más enigmáticos del norte de España.

Entre el mito y la historia

Rodeado por las puntas rocosas de Calderón y del Poyo, el Puerto Calderón ha sido desde hace siglos testigo de muchos sucesos como la navegación romana o la minería del siglo XX. Pero lo que más fascina a quienes conocen sus secretos es su posible papel durante la segunda Guerra Mundial.

Según se ha ido contando de generación en generación, los U-Boat alemanes, conocidos como “lobos grises”, aprovecharon la gran profundidad natural del puerto para ocultarse temporalmente de las patrullas aliadas.

Aunque no existen documentos oficiales que lo confirmen, este relato ha calado en la memoria colectiva local, sumándose a otras leyendas que vinculan este enclave con piratas, contrabandistas e incluso con el mítico Portus Blendium, un supuesto puerto romano cuyo emplazamiento aún es motivo de debate.

Una belleza intacta

Hoy en día, llegar hasta Puerto Calderón requiere recorrer una pista rural desde Oreña, una localidad cercana con gran riqueza patrimonial. Al final del camino, se pueden encontrar piezas oxidadas de su pasado minero como: vagonetas, tolvas, raíles y muros de piedra. Todos ellos son restos del intenso tráfico de zinc que partía desde este punto hacia otros puertos cantábricos.

Pero más allá de las ruinas, el verdadero atractivo es su paisaje salvaje, moldeado por siglos de oleaje. La bahía no tiene arena, sino una plataforma rocosa que la convierte en un remanso de aguas profundas, ideal para pescadores o bañistas que buscan alejarse del turismo masivo. Además, cuando hay marea baja, se pueden observar amarres de piedra que algunos asocian, sin pruebas concluyentes, con la época romana.

Puerto Calderón es un lugar que ha escapado de las grandes rutas turísticas y que, por ello mismo, conserva su autenticidad. Es ideal para quienes buscan senderismo costero, tranquilidad o simplemente dejarse envolver por ese silencio cargado de ecos históricos. 

En la costa cántabra, entre acantilados y niebla, hay un lugar tan magnífico como misterioso que guarda más de un secreto. Se llama Puerto Calderón, y aunque hoy parece un rincón abandonado, durante siglos ha sido escenario de actividad humana, rumores y leyendas que rozan la ficción. 

Este antiguo enclave minero, ubicado en el municipio de Alfoz de Lloredo, no solo ofrece un entorno natural y casi intacto, sino que arrastra consigo una leyenda difícil de ignorar. Entre sus múltiples historias, la más intrigante sucedió durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde romanos y contrabandistas hasta los temidos submarinos alemanes de la Segunda Guerra Mundial, este enclave natural ha alimentado la imaginación colectiva y se mantiene como uno de los puntos más enigmáticos del norte de España.

Entre el mito y la historia

Rodeado por las puntas rocosas de Calderón y del Poyo, el Puerto Calderón ha sido desde hace siglos testigo de muchos sucesos como la navegación romana o la minería del siglo XX. Pero lo que más fascina a quienes conocen sus secretos es su posible papel durante la segunda Guerra Mundial.

Según se ha ido contando de generación en generación, los U-Boat alemanes, conocidos como “lobos grises”, aprovecharon la gran profundidad natural del puerto para ocultarse temporalmente de las patrullas aliadas.

Aunque no existen documentos oficiales que lo confirmen, este relato ha calado en la memoria colectiva local, sumándose a otras leyendas que vinculan este enclave con piratas, contrabandistas e incluso con el mítico Portus Blendium, un supuesto puerto romano cuyo emplazamiento aún es motivo de debate.

Una belleza intacta

Hoy en día, llegar hasta Puerto Calderón requiere recorrer una pista rural desde Oreña, una localidad cercana con gran riqueza patrimonial. Al final del camino, se pueden encontrar piezas oxidadas de su pasado minero como: vagonetas, tolvas, raíles y muros de piedra. Todos ellos son restos del intenso tráfico de zinc que partía desde este punto hacia otros puertos cantábricos.

Pero más allá de las ruinas, el verdadero atractivo es su paisaje salvaje, moldeado por siglos de oleaje. La bahía no tiene arena, sino una plataforma rocosa que la convierte en un remanso de aguas profundas, ideal para pescadores o bañistas que buscan alejarse del turismo masivo. Además, cuando hay marea baja, se pueden observar amarres de piedra que algunos asocian, sin pruebas concluyentes, con la época romana.

Puerto Calderón es un lugar que ha escapado de las grandes rutas turísticas y que, por ello mismo, conserva su autenticidad. Es ideal para quienes buscan senderismo costero, tranquilidad o simplemente dejarse envolver por ese silencio cargado de ecos históricos. 

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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