El vendedor de sartenes que se hizo con un hueco en la industria y tiene hoy una empresa de 70 billones de euros
Cultura
Cultura

El vendedor de sartenes que se hizo con un hueco en la industria y tiene hoy una empresa de 70 billones de euros

Sentó las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El vendedor de sartenes que se hizo con un hueco en la industria y tiene hoy una empresa de 70 billones de euros

Sentó las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El vendedor de sartenes que se hizo con un hueco en la industria y tiene hoy una empresa de 70 billones de euros

Sentó las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El vendedor de sartenes que se hizo con un hueco en la industria y tiene hoy una empresa de 70 billones de euros

Sentó las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El vendedor de sartenes que se hizo con un hueco en la industria y tiene hoy una empresa de 70 billones de euros

Sentó las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

Ollas y sartenes colgando.Getty Images

Hace un siglo, la visión de un vendedor de sartenes cambió el rumbo de las finanzas personales y el acceso a los mercados de inversión. Edward Leffler dio forma a un invento financiero que transformó para siempre la manera en que las personas acceden al mercado de valores. Dejó su huella en la historia de la economía al crear el primer fondo de inversión abierto, un vehículo financiero revolucionario que permitió a los pequeños ahorradores, por primera vez, invertir en acciones y bonos bajo una gestión profesional.

Hasta entonces, el mercado bursátil era un terreno exclusivo de las élites, donde la información escaseaba y las opciones para los ciudadanos comunes eran inexistentes. Sin embargo, la idea de Leffler introdujo una herramienta que democratizó las finanzas y dio lugar a una industria que hoy maneja activos por un valor de 70 billones de euros.

En la década de 1920 la economía crecía con entusiasmo en los llamados "locos años veinte", pero las inversiones eran un juego arriesgado, plagado de falta de transparencia y fraudes. Leffler tuvo la audacia de introducir un producto que no solo ofrecía diversificación y profesionalismo, sino también un acceso sin precedentes para los inversores pequeños. Se trataba de la posibilidad de retirar su dinero en cualquier momento con el cálculo de un valor liquidativo actualizado.

Un impacto monumental

Inspirado por su experiencia comercial, imaginó un vehículo financiero que ofrecía diversificación, gestión profesional y acceso a casi cualquier persona. Así nació en 1924 el Massachusetts Investors Trust (MIT), con un capital inicial de 50.000 dólares. Este enfoque marcó un antes y un después en el sector financiero, sentando las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El fondo no solo sobrevivió a momentos de gran tensión, como el crac bursátil de 1929, sino que prosperó. En sus 100 años de historia, el MIT ha generado una rentabilidad media anual del 9,5%, es decir, una inversión inicial de 10.000 dólares se habría convertido en 3,8 millones de dólares actuales. Actualmente, bajo la gestión de MFS Investment Management, el fondo sigue operando y mantiene posiciones en gigantes tecnológicos como Microsoft, Nvidia y Alphabet.

El modelo creado por Leffler ha evolucionado hasta convertirse en uno de los factores clave de los mercados financieros. Los fondos de inversión abiertos, regulados y accesibles, permiten a millones de personas participar en el crecimiento económico global, consolidando una herencia que comenzó con un vendedor de sartenes y una idea revolucionaria.

Hace un siglo, la visión de un vendedor de sartenes cambió el rumbo de las finanzas personales y el acceso a los mercados de inversión. Edward Leffler dio forma a un invento financiero que transformó para siempre la manera en que las personas acceden al mercado de valores. Dejó su huella en la historia de la economía al crear el primer fondo de inversión abierto, un vehículo financiero revolucionario que permitió a los pequeños ahorradores, por primera vez, invertir en acciones y bonos bajo una gestión profesional.

Hasta entonces, el mercado bursátil era un terreno exclusivo de las élites, donde la información escaseaba y las opciones para los ciudadanos comunes eran inexistentes. Sin embargo, la idea de Leffler introdujo una herramienta que democratizó las finanzas y dio lugar a una industria que hoy maneja activos por un valor de 70 billones de euros.

En la década de 1920 la economía crecía con entusiasmo en los llamados "locos años veinte", pero las inversiones eran un juego arriesgado, plagado de falta de transparencia y fraudes. Leffler tuvo la audacia de introducir un producto que no solo ofrecía diversificación y profesionalismo, sino también un acceso sin precedentes para los inversores pequeños. Se trataba de la posibilidad de retirar su dinero en cualquier momento con el cálculo de un valor liquidativo actualizado.

Un impacto monumental

Inspirado por su experiencia comercial, imaginó un vehículo financiero que ofrecía diversificación, gestión profesional y acceso a casi cualquier persona. Así nació en 1924 el Massachusetts Investors Trust (MIT), con un capital inicial de 50.000 dólares. Este enfoque marcó un antes y un después en el sector financiero, sentando las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El fondo no solo sobrevivió a momentos de gran tensión, como el crac bursátil de 1929, sino que prosperó. En sus 100 años de historia, el MIT ha generado una rentabilidad media anual del 9,5%, es decir, una inversión inicial de 10.000 dólares se habría convertido en 3,8 millones de dólares actuales. Actualmente, bajo la gestión de MFS Investment Management, el fondo sigue operando y mantiene posiciones en gigantes tecnológicos como Microsoft, Nvidia y Alphabet.

El modelo creado por Leffler ha evolucionado hasta convertirse en uno de los factores clave de los mercados financieros. Los fondos de inversión abiertos, regulados y accesibles, permiten a millones de personas participar en el crecimiento económico global, consolidando una herencia que comenzó con un vendedor de sartenes y una idea revolucionaria.

Hace un siglo, la visión de un vendedor de sartenes cambió el rumbo de las finanzas personales y el acceso a los mercados de inversión. Edward Leffler dio forma a un invento financiero que transformó para siempre la manera en que las personas acceden al mercado de valores. Dejó su huella en la historia de la economía al crear el primer fondo de inversión abierto, un vehículo financiero revolucionario que permitió a los pequeños ahorradores, por primera vez, invertir en acciones y bonos bajo una gestión profesional.

Hasta entonces, el mercado bursátil era un terreno exclusivo de las élites, donde la información escaseaba y las opciones para los ciudadanos comunes eran inexistentes. Sin embargo, la idea de Leffler introdujo una herramienta que democratizó las finanzas y dio lugar a una industria que hoy maneja activos por un valor de 70 billones de euros.

En la década de 1920 la economía crecía con entusiasmo en los llamados "locos años veinte", pero las inversiones eran un juego arriesgado, plagado de falta de transparencia y fraudes. Leffler tuvo la audacia de introducir un producto que no solo ofrecía diversificación y profesionalismo, sino también un acceso sin precedentes para los inversores pequeños. Se trataba de la posibilidad de retirar su dinero en cualquier momento con el cálculo de un valor liquidativo actualizado.

Un impacto monumental

Inspirado por su experiencia comercial, imaginó un vehículo financiero que ofrecía diversificación, gestión profesional y acceso a casi cualquier persona. Así nació en 1924 el Massachusetts Investors Trust (MIT), con un capital inicial de 50.000 dólares. Este enfoque marcó un antes y un después en el sector financiero, sentando las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El fondo no solo sobrevivió a momentos de gran tensión, como el crac bursátil de 1929, sino que prosperó. En sus 100 años de historia, el MIT ha generado una rentabilidad media anual del 9,5%, es decir, una inversión inicial de 10.000 dólares se habría convertido en 3,8 millones de dólares actuales. Actualmente, bajo la gestión de MFS Investment Management, el fondo sigue operando y mantiene posiciones en gigantes tecnológicos como Microsoft, Nvidia y Alphabet.

El modelo creado por Leffler ha evolucionado hasta convertirse en uno de los factores clave de los mercados financieros. Los fondos de inversión abiertos, regulados y accesibles, permiten a millones de personas participar en el crecimiento económico global, consolidando una herencia que comenzó con un vendedor de sartenes y una idea revolucionaria.

Hace un siglo, la visión de un vendedor de sartenes cambió el rumbo de las finanzas personales y el acceso a los mercados de inversión. Edward Leffler dio forma a un invento financiero que transformó para siempre la manera en que las personas acceden al mercado de valores. Dejó su huella en la historia de la economía al crear el primer fondo de inversión abierto, un vehículo financiero revolucionario que permitió a los pequeños ahorradores, por primera vez, invertir en acciones y bonos bajo una gestión profesional.

Hasta entonces, el mercado bursátil era un terreno exclusivo de las élites, donde la información escaseaba y las opciones para los ciudadanos comunes eran inexistentes. Sin embargo, la idea de Leffler introdujo una herramienta que democratizó las finanzas y dio lugar a una industria que hoy maneja activos por un valor de 70 billones de euros.

En la década de 1920 la economía crecía con entusiasmo en los llamados "locos años veinte", pero las inversiones eran un juego arriesgado, plagado de falta de transparencia y fraudes. Leffler tuvo la audacia de introducir un producto que no solo ofrecía diversificación y profesionalismo, sino también un acceso sin precedentes para los inversores pequeños. Se trataba de la posibilidad de retirar su dinero en cualquier momento con el cálculo de un valor liquidativo actualizado.

Un impacto monumental

Inspirado por su experiencia comercial, imaginó un vehículo financiero que ofrecía diversificación, gestión profesional y acceso a casi cualquier persona. Así nació en 1924 el Massachusetts Investors Trust (MIT), con un capital inicial de 50.000 dólares. Este enfoque marcó un antes y un después en el sector financiero, sentando las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El fondo no solo sobrevivió a momentos de gran tensión, como el crac bursátil de 1929, sino que prosperó. En sus 100 años de historia, el MIT ha generado una rentabilidad media anual del 9,5%, es decir, una inversión inicial de 10.000 dólares se habría convertido en 3,8 millones de dólares actuales. Actualmente, bajo la gestión de MFS Investment Management, el fondo sigue operando y mantiene posiciones en gigantes tecnológicos como Microsoft, Nvidia y Alphabet.

El modelo creado por Leffler ha evolucionado hasta convertirse en uno de los factores clave de los mercados financieros. Los fondos de inversión abiertos, regulados y accesibles, permiten a millones de personas participar en el crecimiento económico global, consolidando una herencia que comenzó con un vendedor de sartenes y una idea revolucionaria.

Hace un siglo, la visión de un vendedor de sartenes cambió el rumbo de las finanzas personales y el acceso a los mercados de inversión. Edward Leffler dio forma a un invento financiero que transformó para siempre la manera en que las personas acceden al mercado de valores. Dejó su huella en la historia de la economía al crear el primer fondo de inversión abierto, un vehículo financiero revolucionario que permitió a los pequeños ahorradores, por primera vez, invertir en acciones y bonos bajo una gestión profesional.

Hasta entonces, el mercado bursátil era un terreno exclusivo de las élites, donde la información escaseaba y las opciones para los ciudadanos comunes eran inexistentes. Sin embargo, la idea de Leffler introdujo una herramienta que democratizó las finanzas y dio lugar a una industria que hoy maneja activos por un valor de 70 billones de euros.

En la década de 1920 la economía crecía con entusiasmo en los llamados "locos años veinte", pero las inversiones eran un juego arriesgado, plagado de falta de transparencia y fraudes. Leffler tuvo la audacia de introducir un producto que no solo ofrecía diversificación y profesionalismo, sino también un acceso sin precedentes para los inversores pequeños. Se trataba de la posibilidad de retirar su dinero en cualquier momento con el cálculo de un valor liquidativo actualizado.

Un impacto monumental

Inspirado por su experiencia comercial, imaginó un vehículo financiero que ofrecía diversificación, gestión profesional y acceso a casi cualquier persona. Así nació en 1924 el Massachusetts Investors Trust (MIT), con un capital inicial de 50.000 dólares. Este enfoque marcó un antes y un después en el sector financiero, sentando las bases para una de las mayores transformaciones económicas del siglo XX.

El fondo no solo sobrevivió a momentos de gran tensión, como el crac bursátil de 1929, sino que prosperó. En sus 100 años de historia, el MIT ha generado una rentabilidad media anual del 9,5%, es decir, una inversión inicial de 10.000 dólares se habría convertido en 3,8 millones de dólares actuales. Actualmente, bajo la gestión de MFS Investment Management, el fondo sigue operando y mantiene posiciones en gigantes tecnológicos como Microsoft, Nvidia y Alphabet.

El modelo creado por Leffler ha evolucionado hasta convertirse en uno de los factores clave de los mercados financieros. Los fondos de inversión abiertos, regulados y accesibles, permiten a millones de personas participar en el crecimiento económico global, consolidando una herencia que comenzó con un vendedor de sartenes y una idea revolucionaria.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

Cómo contactar conmigo:

 


Comentar:
comentar / ver comentarios