Esta es la calle con más palacios por metro cuadrado en Europa y la encontrarás en esta ciudad del sur de España
Una vía que presume de un rico y amplio patrimonio artístico y monumental.

Sevilla, alma vibrante del sur donde la Giralda y la Alcázar dibujan siglos de historia entre plazas y barrios que laten con flamenco y tradición, se alza como uno de los municipios más emblemáticos de la región. Entre sus numerosas localidades destaca una en particular: Osuna, una pequeña joya ducal en la campiña sevillana cuyos palacios condensan en pocos pasos la grandeza de un pasado aristocrático.
Con una superficie de 592,49 kilómetros cuadrados, Osuna es considerada Conjunto Histórico-Artístico y ha sido reconocida como una de las calles más bonitas del mundo por la UNESCO. En su amplia geografía, la calle San Pedro se ha convertido en el principal escaparate monumental de la localidad y en un motivo de orgullo para todos sus habitantes, ya que ostenta un curioso récord que simboliza su riqueza arquitectónica.
Con apenas 300 metros de trazado, una pendiente suave y fachadas que respiran barroco en cada relieve, en esta calle están alineados más palacios por metro cuadrado que en cualquier otra vía europea. La avenida, que parte de la Plaza Mayor y asciende hasta enlazar con otros puntos claves del casco histórico, reúne edificios señoriales, antiguas casas nobiliarias y construcciones religiosas que resumen el apogeo ducal de la villa.
Algunos de sus tesoros
Entre los inmuebles que definen su perfil destacan la Cilla del Cabildo colegial, una cámara donde se recogían los granos y que posee una pequeña Giralda en su fachada; el Palacio del Marqués de la Gomera, actualmente convertido en un hotel que mantiene la estética del siglo XVIII; y la que fue casa de los hermanos Arjona y Cubas, que hoy ha sido reconvertida en el Museo de Osuna.
Entre una larga estirpe de palacios y casonas, también se alza la Casa de la Cultura, que ocupa lo que fuera el antiguo colegio de esta congregación. No es sólo la cantidad lo que la distingue: la calidad y la conservación de las fachadas permiten una lectura casi cronológica de la arquitectura local. El Palacio de los Cepeda y la iglesia de San Carlos el Real son ejemplos de cómo lo civil y lo religioso se entrelazan en un mismo perfil urbano.
Ese catálogo arquitectónico convierte a San Pedro en un “museo al aire libre” que atrae a turistas, fotógrafos y a productores de cine; ya que la calle ha servido incluso como escenario para películas internacionales como Callas Forever (2002) de Franco Zeffirelli. Pasear por San Pedro es, en definitiva, cruzar tres siglos de historia en apenas unos minutos: desde la sobriedad de los escudos nobiliarios hasta las filigranas del barroco tardío, la vía resume la grandeza de la villa ducal.
