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La cuna del mundo del cine luce todavía la fuerte huella que le dejó esta comunidad autónoma de España

La cuna del mundo del cine luce todavía la fuerte huella que le dejó esta comunidad autónoma de España

A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles.

La cuna del mundo del cine luce todavía la fuerte huella que le dejó esta comunidad autónoma de España

A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles.

La cuna del mundo del cine luce todavía la fuerte huella que le dejó esta comunidad autónoma de España

A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles.

La cuna del mundo del cine luce todavía la fuerte huella que le dejó esta comunidad autónoma de España

A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles.

La cuna del mundo del cine luce todavía la fuerte huella que le dejó esta comunidad autónoma de España

A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles.

Panorámica de Los Ángeles desde el famoso cartel de Hollywood.
Panorámica de Los Ángeles desde el famoso cartel de Hollywood.Stuart Westmorland

Hablar de Los Ángeles es hablar de cine, de estrellas de Hollywood y de una de las ciudades más influyentes del mundo. Pero detrás de los focos y los estudios cinematográficos, la ciudad más emblemática de California guarda una historia que pocos conocen. Se trata de su profundo vínculo con España, y en particular con Castilla y León.

Desde su nombre hasta su bandera, la ciudad del cine conserva señales muy visibles de su origen español, un legado que se remonta al siglo XVIII, cuando la región formaba parte del Virreinato de Nueva España. Los primeros colonos que poblaron este territorio llegaron bajo la administración española, y muchos de ellos procedían de Castilla y León, dejando una marca permanente en la identidad de la futura metrópoli.

El 4 de septiembre de 1781, un grupo de 44 colonos fundó lo que se conoce como Los Ángeles, aunque en aquel entonces su nombre era El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río de Porciúncula. Entre estos primeros pobladores había mestizos, indígenas y españoles enviados por la Corona para expandir el dominio hispano en la costa oeste de América.

Más de dos siglos después, el nombre en castellano sigue intacto, como un recuerdo de sus orígenes. Pero este no es el único símbolo del pasado español de la ciudad. Su bandera, adoptada en 1931, rinde homenaje a Castilla y León al incorporar un castillo y un león, los mismos símbolos que figuran en el escudo de esta histórica comunidad autónoma.

Bandera de Los ÁngelesElizabeth Fernandez

España, presente en cada rincón

El legado español en Los Ángeles no se limita a su bandera o a su nombre. Numerosos accidentes geográficos de la región conservan la nomenclatura impuesta por los exploradores castellanos. Sierra Nevada, San José y Santa Bárbara son solo algunos ejemplos.

Este fenómeno no es exclusivo de California. A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles que recuerdan el tiempo en que una gran parte del actual territorio estadounidense formaba parte del Imperio Español. Un claro ejemplo es Alabama, cuya bandera está inspirada en la Cruz de Borgoña, el emblema histórico de la Monarquía Hispánica. O Florida, donde las raíces hispanas son innegables y se conservan en la arquitectura, la gastronomía y la cultura.

Un pasado que se resiste a ser olvidado

En un país donde la diversidad cultural es su mayor fortaleza, la presencia de Castilla y León en la historia de Los Ángeles es solo un capítulo más de una relación entre España y Estados Unidos que se remonta siglos atrás. El legado hispano en este país sigue siendo motivo de reconocimiento y orgullo. La fuerte presencia del idioma en muchos estados es otra muestra de cómo aquella herencia sigue viva, tanto en la historia como en la vida cotidiana.

Hablar de Los Ángeles es hablar de cine, de estrellas de Hollywood y de una de las ciudades más influyentes del mundo. Pero detrás de los focos y los estudios cinematográficos, la ciudad más emblemática de California guarda una historia que pocos conocen. Se trata de su profundo vínculo con España, y en particular con Castilla y León.

Desde su nombre hasta su bandera, la ciudad del cine conserva señales muy visibles de su origen español, un legado que se remonta al siglo XVIII, cuando la región formaba parte del Virreinato de Nueva España. Los primeros colonos que poblaron este territorio llegaron bajo la administración española, y muchos de ellos procedían de Castilla y León, dejando una marca permanente en la identidad de la futura metrópoli.

El 4 de septiembre de 1781, un grupo de 44 colonos fundó lo que se conoce como Los Ángeles, aunque en aquel entonces su nombre era El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río de Porciúncula. Entre estos primeros pobladores había mestizos, indígenas y españoles enviados por la Corona para expandir el dominio hispano en la costa oeste de América.

Más de dos siglos después, el nombre en castellano sigue intacto, como un recuerdo de sus orígenes. Pero este no es el único símbolo del pasado español de la ciudad. Su bandera, adoptada en 1931, rinde homenaje a Castilla y León al incorporar un castillo y un león, los mismos símbolos que figuran en el escudo de esta histórica comunidad autónoma.

España, presente en cada rincón

El legado español en Los Ángeles no se limita a su bandera o a su nombre. Numerosos accidentes geográficos de la región conservan la nomenclatura impuesta por los exploradores castellanos. Sierra Nevada, San José y Santa Bárbara son solo algunos ejemplos.

Este fenómeno no es exclusivo de California. A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles que recuerdan el tiempo en que una gran parte del actual territorio estadounidense formaba parte del Imperio Español. Un claro ejemplo es Alabama, cuya bandera está inspirada en la Cruz de Borgoña, el emblema histórico de la Monarquía Hispánica. O Florida, donde las raíces hispanas son innegables y se conservan en la arquitectura, la gastronomía y la cultura.

Un pasado que se resiste a ser olvidado

En un país donde la diversidad cultural es su mayor fortaleza, la presencia de Castilla y León en la historia de Los Ángeles es solo un capítulo más de una relación entre España y Estados Unidos que se remonta siglos atrás. El legado hispano en este país sigue siendo motivo de reconocimiento y orgullo. La fuerte presencia del idioma en muchos estados es otra muestra de cómo aquella herencia sigue viva, tanto en la historia como en la vida cotidiana.

Hablar de Los Ángeles es hablar de cine, de estrellas de Hollywood y de una de las ciudades más influyentes del mundo. Pero detrás de los focos y los estudios cinematográficos, la ciudad más emblemática de California guarda una historia que pocos conocen. Se trata de su profundo vínculo con España, y en particular con Castilla y León.

Desde su nombre hasta su bandera, la ciudad del cine conserva señales muy visibles de su origen español, un legado que se remonta al siglo XVIII, cuando la región formaba parte del Virreinato de Nueva España. Los primeros colonos que poblaron este territorio llegaron bajo la administración española, y muchos de ellos procedían de Castilla y León, dejando una marca permanente en la identidad de la futura metrópoli.

El 4 de septiembre de 1781, un grupo de 44 colonos fundó lo que se conoce como Los Ángeles, aunque en aquel entonces su nombre era El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río de Porciúncula. Entre estos primeros pobladores había mestizos, indígenas y españoles enviados por la Corona para expandir el dominio hispano en la costa oeste de América.

Más de dos siglos después, el nombre en castellano sigue intacto, como un recuerdo de sus orígenes. Pero este no es el único símbolo del pasado español de la ciudad. Su bandera, adoptada en 1931, rinde homenaje a Castilla y León al incorporar un castillo y un león, los mismos símbolos que figuran en el escudo de esta histórica comunidad autónoma.

España, presente en cada rincón

El legado español en Los Ángeles no se limita a su bandera o a su nombre. Numerosos accidentes geográficos de la región conservan la nomenclatura impuesta por los exploradores castellanos. Sierra Nevada, San José y Santa Bárbara son solo algunos ejemplos.

Este fenómeno no es exclusivo de California. A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles que recuerdan el tiempo en que una gran parte del actual territorio estadounidense formaba parte del Imperio Español. Un claro ejemplo es Alabama, cuya bandera está inspirada en la Cruz de Borgoña, el emblema histórico de la Monarquía Hispánica. O Florida, donde las raíces hispanas son innegables y se conservan en la arquitectura, la gastronomía y la cultura.

Un pasado que se resiste a ser olvidado

En un país donde la diversidad cultural es su mayor fortaleza, la presencia de Castilla y León en la historia de Los Ángeles es solo un capítulo más de una relación entre España y Estados Unidos que se remonta siglos atrás. El legado hispano en este país sigue siendo motivo de reconocimiento y orgullo. La fuerte presencia del idioma en muchos estados es otra muestra de cómo aquella herencia sigue viva, tanto en la historia como en la vida cotidiana.

Hablar de Los Ángeles es hablar de cine, de estrellas de Hollywood y de una de las ciudades más influyentes del mundo. Pero detrás de los focos y los estudios cinematográficos, la ciudad más emblemática de California guarda una historia que pocos conocen. Se trata de su profundo vínculo con España, y en particular con Castilla y León.

Desde su nombre hasta su bandera, la ciudad del cine conserva señales muy visibles de su origen español, un legado que se remonta al siglo XVIII, cuando la región formaba parte del Virreinato de Nueva España. Los primeros colonos que poblaron este territorio llegaron bajo la administración española, y muchos de ellos procedían de Castilla y León, dejando una marca permanente en la identidad de la futura metrópoli.

El 4 de septiembre de 1781, un grupo de 44 colonos fundó lo que se conoce como Los Ángeles, aunque en aquel entonces su nombre era El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río de Porciúncula. Entre estos primeros pobladores había mestizos, indígenas y españoles enviados por la Corona para expandir el dominio hispano en la costa oeste de América.

Más de dos siglos después, el nombre en castellano sigue intacto, como un recuerdo de sus orígenes. Pero este no es el único símbolo del pasado español de la ciudad. Su bandera, adoptada en 1931, rinde homenaje a Castilla y León al incorporar un castillo y un león, los mismos símbolos que figuran en el escudo de esta histórica comunidad autónoma.

España, presente en cada rincón

El legado español en Los Ángeles no se limita a su bandera o a su nombre. Numerosos accidentes geográficos de la región conservan la nomenclatura impuesta por los exploradores castellanos. Sierra Nevada, San José y Santa Bárbara son solo algunos ejemplos.

Este fenómeno no es exclusivo de California. A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles que recuerdan el tiempo en que una gran parte del actual territorio estadounidense formaba parte del Imperio Español. Un claro ejemplo es Alabama, cuya bandera está inspirada en la Cruz de Borgoña, el emblema histórico de la Monarquía Hispánica. O Florida, donde las raíces hispanas son innegables y se conservan en la arquitectura, la gastronomía y la cultura.

Un pasado que se resiste a ser olvidado

En un país donde la diversidad cultural es su mayor fortaleza, la presencia de Castilla y León en la historia de Los Ángeles es solo un capítulo más de una relación entre España y Estados Unidos que se remonta siglos atrás. El legado hispano en este país sigue siendo motivo de reconocimiento y orgullo. La fuerte presencia del idioma en muchos estados es otra muestra de cómo aquella herencia sigue viva, tanto en la historia como en la vida cotidiana.

Hablar de Los Ángeles es hablar de cine, de estrellas de Hollywood y de una de las ciudades más influyentes del mundo. Pero detrás de los focos y los estudios cinematográficos, la ciudad más emblemática de California guarda una historia que pocos conocen. Se trata de su profundo vínculo con España, y en particular con Castilla y León.

Desde su nombre hasta su bandera, la ciudad del cine conserva señales muy visibles de su origen español, un legado que se remonta al siglo XVIII, cuando la región formaba parte del Virreinato de Nueva España. Los primeros colonos que poblaron este territorio llegaron bajo la administración española, y muchos de ellos procedían de Castilla y León, dejando una marca permanente en la identidad de la futura metrópoli.

El 4 de septiembre de 1781, un grupo de 44 colonos fundó lo que se conoce como Los Ángeles, aunque en aquel entonces su nombre era El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río de Porciúncula. Entre estos primeros pobladores había mestizos, indígenas y españoles enviados por la Corona para expandir el dominio hispano en la costa oeste de América.

Más de dos siglos después, el nombre en castellano sigue intacto, como un recuerdo de sus orígenes. Pero este no es el único símbolo del pasado español de la ciudad. Su bandera, adoptada en 1931, rinde homenaje a Castilla y León al incorporar un castillo y un león, los mismos símbolos que figuran en el escudo de esta histórica comunidad autónoma.

España, presente en cada rincón

El legado español en Los Ángeles no se limita a su bandera o a su nombre. Numerosos accidentes geográficos de la región conservan la nomenclatura impuesta por los exploradores castellanos. Sierra Nevada, San José y Santa Bárbara son solo algunos ejemplos.

Este fenómeno no es exclusivo de California. A lo largo de Estados Unidos, la huella española sigue presente en banderas, monumentos y calles que recuerdan el tiempo en que una gran parte del actual territorio estadounidense formaba parte del Imperio Español. Un claro ejemplo es Alabama, cuya bandera está inspirada en la Cruz de Borgoña, el emblema histórico de la Monarquía Hispánica. O Florida, donde las raíces hispanas son innegables y se conservan en la arquitectura, la gastronomía y la cultura.

Un pasado que se resiste a ser olvidado

En un país donde la diversidad cultural es su mayor fortaleza, la presencia de Castilla y León en la historia de Los Ángeles es solo un capítulo más de una relación entre España y Estados Unidos que se remonta siglos atrás. El legado hispano en este país sigue siendo motivo de reconocimiento y orgullo. La fuerte presencia del idioma en muchos estados es otra muestra de cómo aquella herencia sigue viva, tanto en la historia como en la vida cotidiana.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


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Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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