Los dos desconocidos pueblos de España donde "nació" el castellano
Testigos privilegiados del nacimiento y desarrollo de esta lengua.

En pleno siglo XXI, el español es una de las lenguas más habladas del planeta y no deja de expandirse. Con un origen que no está del todo claro, muchos expertos coinciden en que el castellano no “nació” en un único lugar, sino que surgió de forma gradual en la frontera del Reino de León y la zona de Castilla la Vieja. No obstante, pocos saben que parte de sus raíces pueden rastrearse hasta dos pueblos clave del norte de España.
Estamos hablando de San Millán de la Cogolla y Valpuesta, dos municipios que cuentan con una riqueza histórica que contrasta con su escasa población: unos 215 habitantes en el primero y apenas una docena en el segundo. Ambos se disputan con orgullo el honor de haber sido la cuna del castellano.
El legado de San Millán
Situado en el verde valle del río Cárdenas, al pie de la sierra de la Demanda en la comunidad autónoma de La Rioja, San Millán de la Cogolla alberga dos de los monasterios más emblemáticos de la península: Suso y Yuso. Ambos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y son auténticos santuarios del saber medieval, considerándose lugares claves en la historia del idioma español.
Suso, el más antiguo, se remonta al siglo VI y es la cuna de la vida monástica en la península ibérica, cuando San Milán se retiró a una cueva para vivir en soledad y sus discípulos erigieron un pequeño monasterio. En el año 923, monjes mozárabes se instalaron en el lugar y dejaron una huella imborrable en su arquitectura, aguardando historias legendarias y tumbas que parecen sacadas de un cantar épico, como la de los Siete Infantes de Lara.
Por otro lado, el monasterio de Yuso fue construido entre los siglos XVI y XVIII, y destaca por su imponente iglesia de tres naves con bóvedas estrelladas, presididas por un retablo mayor. Alberga una biblioteca que custodia joyas lingüísticas y religiosas de valor incalculable. Allí se encontraron las Glosas Emilianenses, un códice del siglo X que contiene algunas de las primeras palabras escritas en lo que sería castellano, junto a anotaciones en euskera.
Valpuesta: una joya lingüística
Este pueblo del norte de la provincia de Burgos esconde una joya lingüística e histórica sinigual en la Colegiata de Santa María: los Cartularios de Valpuesta, considerados los primeros balbuceos del castellano escrito. Estos documentos, redactados entre los siglos IX y XII, muestran la transición del latín vulgar al romance castellano. Sus anotaciones marginales revelan estructuras y vocablos que anticipan el idioma que hoy conocemos.
La colegiata en sí es un templo gótico con raíces visigodas y románicas que alberga un retablo renacentista y un órgano que todavía resuena en las celebraciones locales. Además, fue sede episcopal en la Alta Edad Media, concretamente en el siglo IX, lo que convirtió a este remoto enclave en un núcleo de centro espiritual y administrativo.
Tanto San Millán como Valpuesta ofrecen hoy al viajero mucho más que historia. Sus paisajes, su arquitectura rural y su tranquilidad los convierten en destinos ideales para quienes buscan escapar del ruido y el turismo masivo. Aunque sigue sin estar del todo claro dónde nació el castellano, lo que sí es seguro es que San Millán de la Cogolla y Valpuesta fueron testigos privilegiados de ese nacimiento.