En Francia piden que se preste atención al aviso de este enfermero español sobre las duchas calientes y frías
Ambas tienen beneficios, pero también efectos negativos.
Muchas personas son incapaces de darse una ducha de agua fría sea cual sea la época del año, mientras que para otras un chorro de agua fresca es ideal para espabilarse por la mañana o para aliviar el calor durante el verano. Pero, ¿es bueno ducharse con agua fría? ¿Tiene más beneficios el agua caliente?
Según el enfermero español Jorge Ángel (conocido en redes como @enfermerojorgeangel), cuyo testimonio recogen en medios franceses, tanto el agua caliente como la fría tienen beneficios y aspectos negativos, por lo que hay que elegir el momento o lo que mejor sienta a cada persona.
El enfermero explica que una ducha caliente puede ser muy positiva para aliviar la tensión muscular después de un día de trabajo o de entrenar, pero también tiene efectos negativos. Uno de ellos es sobre la piel ya que el agua la caliente la seca y en consecuencia puede empeorar los síntomas de dermatitis atópica, por lo que las personas que la sufran deberían tener cuidado.
Además, el agua caliente provoca la dilatación de los vasos sanguíneos por lo que ducharse continuamente con agua caliente puede favorecer la aparición de varices o arañas vasculares.
Sobre el agua fría, Jorge Ángel explica que puede aportar energía, además de ayudar a que se cierren los poros de la piel y a mantener la barrera cutánea. El enfermero también asegura que una ducha fría puede tener propiedades antiinflamatorias, por lo que pueden ser aliadas si se tiene la piel irritada o con algunos dolores musculares.
Ya que darse una ducha fría en cualquier época del año es difícil para muchos, el enfermero recomienda seguir una rutina intermedia y ducharse con agua tibia, de entre 28º y 30º, para evitar sufrir los inconvenientes.
