Joe Lusted, experto en carnes: "Para cortes enteros de cerdo, como chuletas, basta con calentarlos a 63 °C, taparlos y dejarlos reposar cinco minutos"
No es cuestión de suerte, sino de temperatura, tiempo y un poco de paciencia.

Las chuletas de cerdo son un clásico de la cocina que, pese a su popularidad, muchos cocineros terminan arruinando. Lo que debería ser una carne jugosa y tierna suele acabar seca, dura e insípida. El error, según el carnicero profesional y experto en carnes Joe Lusted, está en la sobrecocción.
Durante décadas se ha creído que el cerdo debía cocinarse hasta que la carne quedara sin rastro de su característico color rosa. Sin embargo, las normas han cambiado. “Para cortes enteros de cerdo, como chuletas, basta con calentarlos a 63 °C, taparlos y dejarlos reposar cinco minutos”, explica Lusted, basándose en las recomendaciones actualizadas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) desde 2011.
Este simple ajuste de temperatura, dice el experto, garantiza una carne segura y jugosa, ya que a 63 °C se eliminan las bacterias y parásitos sin resecar el interior. “El cerdo cocido correctamente debe tener un centro ligeramente rosado, suave al tacto y lleno de sabor”, agrega.
Elegir la pieza adecuada
El éxito de una buena chuleta comienza antes de encender la sartén. Lusted recomienda optar por chuletas de costilla de unos 3,5 a 4 centímetros de grosor, con una fina capa visible de grasa. Esta grasa no solo aporta sabor, sino que también evita que la carne se reseque durante la cocción.
“Las primeras tres o cuatro chuletas del lado de la paleta son las mejores”, comenta al medio croata Dnevno. “Tienen más carne oscura y grasa, lo que les da un sabor más rico y profundo”. Además, aconseja buscar carne de carniceros locales o de cerdos de raza pura, cuya textura y sabor suelen superar con creces los productos industriales.
La técnica profesional paso a paso
Lusted detalla un método sencillo pero preciso para conseguir el punto perfecto:
- Templar la carne: sacar las chuletas del refrigerador unos 30 minutos antes de cocinarlas para evitar el choque térmico y favorecer una cocción uniforme.
- Sazonar con sencillez: basta con sal gruesa y pimienta negra recién molida. Las salsas se añaden después.
- Usar un buen aceite: recomienda aceite de aguacate, ideal para altas temperaturas. Primero se doran ambos lados, luego el borde graso para obtener un toque crujiente.
- Añadir aroma y sabor: cuando la carne esté casi lista, retirar el exceso de aceite y añadir mantequilla, ajos enteros y hierbas aromáticas como romero y tomillo. Bañar las chuletas con esa mantequilla fundida realza el sabor y la jugosidad.
- Medir la temperatura: “El termómetro es tu mejor amigo”, insiste Lusted. La temperatura interna debe alcanzar 63 °C, evitando tocar el hueso.
- Dejar reposar: cubrir la carne y esperar al menos cinco minutos antes de servirla. Este paso permite que los jugos se redistribuyan, logrando una textura tierna y equilibrada.
Según Joe Lusted, seguir estas pautas transforma por completo el resultado. “la chuleta de cerdo perfecta no es cuestión de suerte, sino de temperatura, tiempo y un poco de paciencia”, asegura.
