Ni rencor ni egoísmo: el motivo relacionado con los nietos por el que los abuelos rompen el contacto
Una encuesta revela que el 19 % afirma odiar o haber odiado el nombre que le han puesto sus hijos.

Si el nombre de los hijos es a veces fuente de polémica entre la pareja que lo va a tener, no es menos relevante para los abuelos. Algunos se lo toman muy a pecho cuando se escoge un nombre para ellos que no les gusta nada, porque les resulta desconocido, malsonante, nada tradicional o, cómo no, porque querían que siguiera, por ejmplo, la saga familiar del nombre que habían llevado desde hacía generaciones la estirpe del padre o de la madre. Así lo muestra una encuesta realizada por las web británicos Mumsnet y Gransnet , citada por The Guardian, quienes destacan el sorprendentemente alto porcentaje de abuelos que odian, o han odiado, el nombre de su nieto.
Este tema, que a mucha gente el puede parecer anecdótico, en algunas familias se vive realmente mal. Tanto que algunas personas (en concreto, para el 4% de los abuelos encuestados) afirma que incluso con el tiempo aún no se habían acostumbrado al nombre de su nieto. Algo que en un 2% de los casos tenido consecuencias dramáticas: perder el contacto con sus hijos debido a la elección de los nombres de sus nietos. Y el doble, el 4%, aseguró que había perdido contacto, aunque temporalmente, con sus hijos debido a desacuerdos sobre la elección de nombres.
Respecto a los que declaran están en desacuerdo con los nombres escogidos, los resultados de esta encuenta (realizada entre 2.000 padres y abuelos británicos hace unos años), el 19 % de los abuelos afirmó "odiar el nombre de su nieto o haberlo odiado" y casi dos de cada diez dijeron que "les disgustaba mucho" el nombre de su nieto o que "habían tenido que acostumbrarse a él" por obligación.
¿De verdad tienes derecho a interferir en cómo llama tu hijo a su hijo?, se pregunta también en esta encuesta. Y resulta que la respuesta en mayoritariamente que sí creen que tienen ese derecho a opinar: el 69 % de los abuelos dijo que estaba perfectamente bien expresar su opinión sobre la elección del nombre si se les preguntaba, pero que no les correspondía dar consejos no solicitados.