Después de varias semanas en las que estaba la duda sobre si Amalia de Holanda inauguraría el jardín de tulipanes que donó a la ciudad de Madrid después de vivir un año en la capital, la heredera de los Países Bajos ha sorprendido este lunes en un acto junto a José Luis Martínez Almeida. 

La hija mayor de Guillermo y Máxima de Holanda ha asumido su primer acto oficial en el extranjero y el simbolismo no podría ser mayor ya que Amalia tuvo que vivir un año en Madrid por razones de seguridad después de recibir amenazas de la mafia. 

Precisamente por es preocupación por su seguridad, el acto no aparecía en la agenda y ha sido una sorpresa para las personas que paseaban por la Plaza de Oriente, donde se ubica el pequeño jardín de tulipanes que la princesa de Orange quiso donar a la ciudad española y que plantó en noviembre el embajador neerlandés en España. "Madrid es mi segunda casa, sobre todo en un tiempo especialmente difícil para mí", ha agradecido la princesa al alcalde. 

“Estamos muy orgullosos de haber podido echar una mano en tiempos difíciles para la princesa y de que pudiera estar en esta ciudad, estudiar en esta ciudad y que haya tenido este detalle. La verdad es que nos conmueve”, ha asegurado Martínez-Almeida en presencia de la heredera. 

Después de años de rumores sobre la residencia de la princesa, el rey Guillermo confirmó durante la visita de Estado de Felipe y Letizia a Países Bajos que su hija mayor había pasado una temporada en Madrid, y que los reyes se habían asegurado de que estaba bien en la capital. 

"Las circunstancias la obligaron a vivir una temporada en Madrid. Desde allí, pudo continuar sus estudios en la Universidad de Ámsterdam. Esto fue posible gracias al generoso esfuerzo de muchos de sus compatriotas y de ustedes mismos. Una conmovedora muestra de amistad en un momento difícil. Quisiera expresarles mi más sincero agradecimiento a ustedes y a todos los que ayudaron a organizar esto", agredeció el monarca holandés en presencia de Felipe y Letizia. 

Para este acto tan significativo para ella, Amalia rescató un vestido de su madre, la reina Máxima, y quiso tener otro guiño con España luciendo unos pendientes de la firma española Aristocrazy, concretamente unos particulares aros dorados de gran tamaño.