La grave situación de un exjugador del Atlético de Madrid: "Lo quieren mandar a paliativos"

La grave situación de un exjugador del Atlético de Madrid: "Lo quieren mandar a paliativos"

Los familiares del futbolista denuncian una atención insuficiente, sumada a los costes que deben asumir por los cuidados que recibió en Estados Unidos.

Estadio Civitas MetropolitanoAlvaro Medranda vía Getty Images

Alberto Rentero lleva toda su vida jugando al fútbol. El madrileño, de 26 años, estuvo durante 11 años en las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Llegó a estar a las órdenes de Diego Pablo Simeone, pasó por los vestuarios de varios clubes y, cuando tuvo la oportunidad, cruzó el charco y se fue a Florida a estudiar un máster, en el marco del programa Soccer Player, de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). 

El pasado 13 de noviembre, durante su estancia en Estados Unidos, el joven viajaba en moto junto a un compañero. Un automóvil circulaba en sentido contrario e impactó contra ellos frontalmente. Su amigo se está recuperando, pero la peor parte se la llevó el exrojiblanco. Entró en coma y fue atendido por los efectivos de la Sanidad norteamericana. 

A pesar de las dudas que tenían los médicos de que el futbolista pudiera superar la operación, lo hizo. Ahora, "aunque va mejorando lentamente con mayores respuestas, necesita una atención médica y rehabilitadora integral", detalla su padre, Alberto Rentero, en la petición de Gofundme que ha abierto la familia para poder asumir los costes de la recuperación de su hijo. 

El total ya ha sobrepasado los cientos de miles de euros. Ya sólo por el traslado desde Estados Unidos a España deben asumir una cuantía de más de 150.000 euros, según As. "Ha sido muy indignante comprobar que el seguro médico 'ilimitado" que concertaron cuando Rentero partió a América, así como "el seguro del coche causante de los daños, se hayan desentendido de esta tragedia", denuncia la familia. 

"Una nefasta atención médica"

Cuando el futbolista llegó a España lo ingresaron en un hospital concertado con la aseguradora privada ASISA. La familia detalla que contaba con un "muy buen servicio de rehabilitación" y, con el paso del tiempo, "ya se empezaron a ver los avances". Sin embargo, la compañía llegó un momento en el que dejó de cubrir los gastos. Esto, sumado a la "nefasta atención médica recibida (casi pierde un ojo)", explican los familiares, hizo que lo trasladaran a otro hospital

Primero, estuvo un tiempo en la Fundación Jiménez Díaz. Y, tras dos meses, lo mandaron al hospital San José, también en Madrid. Pero sus padres denuncian que la atención que está recibiendo Rentero no se suficiente

Un tratamiento paliativo, sin rehabilitación

Las terapias de rehabilitación y estimulación multisensorial intensivas que les habían recomendado y prescrito los médicos de la Seguridad Social y del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) "aquí han decidido no aplicársela", explica el padre de Rentero, en declaraciones para As

"Lo único que me pueden ofrecer es llevarle a tratamiento paliativo sin ningún tipo de rehabilitación y que de forma natural despierte", continúa relatando. "Ellos pueden estar ahí años y años…". 

Un traslado

Por ahora, además de tratar de conseguir el dinero que precisan, la familia continúa buscando la manera de conseguir que el futbolista sea trasladado a otro hospital, en el que le realicen los tratamientos que necesita. Un proceso que, cuando ha tratado de iniciar su padre, cuenta con la negativa del centro en el que está actualmente. 

Así lo ha relatado el padre del futbolista al rotativo deportivo. "Cuando yo digo de llevarlo a otro hospital se oponen". "Yo ya tenía un acuerdo con otra clínica también concertada con el SERMAS que me decía que lo aceptaban", explica; sin embargo, "aquí en el centro se han opuesto y han hecho informes contrarios al traspaso a este hospital".

Por el momento, el apoyo social ha sido unánime. En redes sociales, los usuarios están animando al resto a contribuir en la campaña de Gofundme que ha ultimado la familia y con la que han recaudado más de 105.000 euros, de los 200.000 que solicitan