La promesa que el príncipe Harry hizo a Carlos III tras su encuentro en Clarence House, el segundo en 19 meses
La reunión entre padre e hijo salió bien, pero para que las cosas sigan por ese camino, el duque de Sussex debe cumplir con lo prometido al monarca.
La ocasión era perfecta. Ambos estaban preparados. El deshielo había empezado dos meses antes, cuando representantes de la casa real británica y del príncipe Harry se reunieron en el Royal Over-Seas League de Londres y se mostraron en público. Así, todo parecía listo para que padre e hijo se vieran. Y lo hicieron.
En la tarde del miércoles 10 de septiembre de 2025, dos días después de la llegada del príncipe Harry a Reino Unido procedente de California, donde reside con su mujer y sus hijos, llegó el ansiado encuentro. Se puso en duda que fuera a ocurrir, pero finalmente pasó y no defraudó.
El duque de Sussex llegó a Clarence House a las 17:20 horas. Lo hizo a bordo de un Range Rover negro, los vehículos utilizados por los miembros de la familia real británica. Allí le esperaba Carlos III, que no llevaba mucho tiempo en su residencia. El monarca había pasado los días anteriores en Balmoral y había aparecido en Clarence House esa misma tarde.
55 minutos después de su entrada, Harry salió. Eran las 18:15 horas cuando puso rumbo a un compromiso que tenía esa tarde relacionado con los Invictus Games, al que llegó con 40 minutos de retraso. Allí fue preguntado por su reunión con Carlos III, donde muy sonriente y satisfecho contestó que su padre estaba muy bien. Nada más, y nada menos.
Por su parte, Buckingham Palace confirmó la reunión y que ambos habían tomado el té, pero añadiendo que no se iban a dar detalles sobre lo que se habló entre ellos. De este modo, la casa real británica, tan amante de las filtraciones, iba a callar para proteger lo que se habló entre ambos.
Un voto de confianza
Al mismo tiempo, el duque de Sussex prometió que su conversación no saldría a la luz. Como señala Daily Mail, le dijo que podía confiar en él y que guardaría silencio. De este modo, solo ellos dos y nadie más conocerá lo que se dijeron. Ni entrevistas, ni declaraciones, ni tampoco filtraciones interesadas. Reconstruir la relación paternofilial requiere confianza por ambas partes y mucha discreción, y ambos están de acuerdo en que deben callar para poder avanzar.
La familia real británica en general, y Carlos III en particular, todavía sienten que no pueden confiar al cien por cien en el duque de Sussex. Sus muchas entrevistas, sobre todo la de Oprah Winfrey, y su biografía En la sombra, son malos precedentes, pero esta vez, el monarca ha creído en la palabra que le ha dado su hijo. El primer paso fue imaginar que una reunión era posible. El segundo, verse cara a cara. El tercero es confiar el uno en el otro. Si lo consiguen y no hay filtraciones, puede que incluso se obre el milagro de los milagros y Archie y Lilibet Diana regresen a Reino Unido y vuelvan a ver a su abuelo, al que no visitan desde el Jubileo de Platino de Isabel II en 2022.