Las incógnitas que despeja el diagnóstico de Kate Middleton y el enorme ahora qué de la casa real británica

Las incógnitas que despeja el diagnóstico de Kate Middleton y el enorme ahora qué de la casa real británica

Qué hay detrás del manejo de los tiempos para comunicarlo y cuáles son las próximas fechas marcadas en rojo para una monarquía en un momento aciago.

Una persona viendo el anuncio de Kate Middleton frente al palacio de Buckingham.GTRES

El anuncio de Kate Middleton de este viernes, contando en primera persona su diagnóstico de cáncer y que ha comenzado un tratamiento de quimioterapia preventiva, ha venido a poner un cierre a semanas de incesante especulación, a veces llevada al extremo, sobre qué estaba ocurriendo realmente en la casa real británica. 

Las palabras de la princesa de Gales han hecho que muchas piezas del puzzle de los últimos dos meses comiencen a encajar y que algunas decisiones o comportamientos de la casa real británica cobren ahora sentido.

Muchos eran los que se preguntaban por qué la institución no aclaraba el por qué de la prolongada ausencia pública de Kate Middleton, de 42 años, y mujer del heredero de la corona, el príncipe Guillermo. O por qué no había imágenes de ella cuando sí las había de su suegro, el rey Carlos, en pleno tratamiento a su vez de un cáncer. 

La casa real tenía que abordar la situación, y más con una crisis reputacional creciente —ahí está el escarnio mundial por la foto retocada del Día de la madre—, pero debía manejar los tiempos.

Por qué ahora y no antes

El timing de los príncipes de Gales para hacer público el estado de salud de la princesa habría estado condicionado por multitud de factores. El primero de ellos, que el diagnóstico no se produjo justo tras la cirugía abdominal a la que se sometió Kate Middleton el 16 de enero. Por aquel entonces, el Palacio de Kensignton aclaró que no era por un asunto canceroso. 

Al parecer, no fue hasta más de un mes después, el 27 de febrero, cuando unas pruebas posteriores a la operación revelaron que "el cáncer había estado presente" y de ahí la decisión de sus médicos de tratarla con "quimioterapia preventiva". Ahora se entiende que ese día, el príncipe Guillermo se ausentara en el último momento del funeral de su padrino, Constantino de Grecia: su mujer acababa de recibir el diagnóstico.

Como expresó este viernes Kate Middleton, la noticia fue un "shock" y, como es lógico, ella misma y su marido han necesitado un tiempo para procesarlo y, principalmente, decidir cómo abordarlo con sus hijos. 

Protegerlos ha sido una preocupación fundamental de la pareja, que decidió no comunicar públicamente el diagnóstico hasta que ellos hubieran comenzado las vacaciones de Semana Santa y evitar así a Jorge, Carlota y Luis, de 10, 8 y 5 años, estar en el ojo del huracán en el colegio.

Tampoco hay que perder de vista que esta misma semana se había conocido que al menos una persona que trabajaba en la clínica donde Kate Middleton fue operada en enero había tratado supuestamente de acceder a sus datos médicos confidenciales.

El videocomunicado de Middleton viene a zanjar además las especulaciones acerca de una crisis matrimonial, lo que algunos habían apuntado como posible causa de la ausencia pública de la princesa. Textualmente, ella —que en las imágenes lleva el anillo de compromiso— afirma que tener al príncipe Guillermo a su lado en estos difíciles momentos le proporciona "consuelo" y "seguridad".

Él, por su parte, ha despejado su agenda para centrarse en su familia por lo menos hasta que los niños vuelvan a clase, el 17 de abril.

El ahora qué tras un nuevo 'annus horribilis'

La delicada situación que atraviesa la casa real británica, con su rey —coronado hace menos de un año— y su futura reina en tratamiento por cáncer, ha hecho que la expresión annus horribilis vuelva a resonar. Así fue como Isabel II calificó lo que supuso 1992 para la corona, año en el que se juntaron la separación del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, la de la princesa Ana y Mark Philips y se estaba gestando la de Carlos y Diana de Gales. Para rematar, el castillo de Windsor sufrió un devastador incendio.

"No es un año que recordaré con placer intenso", afirmó entonces Isabel II. 2024 está siendo, directamente, nefasto para la corona. Unos afectados Camilla y Guillermo han tenido que llevar el peso de los compromisos oficiales, y han tenido que recurrir a coger días libres o directamente, como ha hecho el heredero, a cancelar su agenda hasta la vuelta de Semana Santa. 

Otros royals menores, por así decirlo, han participando en estas semanas en distintos eventos públicos, pero la gran ausencia, el posible activo del que la casa real no puede tirar, es la de Harry y Meghan. El hijo menor de Carlos III y su mujer, Meghan Markle, dejaron de ser miembros activos de la realeza en 2020 y se trasladaron a Estados Unidos. Desde entonces, decir gélida se queda corta para hablar de la relación entre ambos lados de la familia.

Por el momento no ha habido más acercamiento que el viaje exprés de Harry a Londres para ver a su padre unas horas tras hacerse público el diagnóstico y un contacto con Kate Middleton y su familia tras este viernes, sin planes anunciados de reencuentro.

A corto plazo, a la casa real británica no le queda otra que esperar que los tratamientos de suegro y nuera continúen y que ambos puedan centrarse en su recuperación. La primera gran cita, en la que no se espera que ninguno participe, será la misa del Domingo de Resurrección del 31 de marzo, a la que sigue el ya mencionado 17 de abril, día en que los hijos de Guillermo y Kate retoman las clases y en el que el príncipe de Gales volverá a la esfera pública.

En el horizonte queda el desfile Trooping the Colour del 15 de junio, un evento que celebra el cumpleaños del monarca —aunque su fecha real de nacimiento es el 14 de noviembre—. Según algunos medios, el rey Carlos, de 75 años, quiere participar en él, dentro de las posibilidades que le permita su salud. Sobre Kate Middleton, hace unas semanas hubo confusión porque el Ministerio de Defensa confirmó su asistencia, pero luego fue desmentida. Será su evolución médica la que lo determinará, puesto que no se han dado plazos de cuándo retomará su agenda.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

"Esperamos que se comprenda que, como familia, ahora necesitamos algo de tiempo, espacio y privacidad mientras completo mi tratamiento. Mi trabajo siempre me ha traído una profunda sensación de alegría y espero volver cuando pueda, pero por ahora debo concentrarme en recuperarme por completo", recalcó este viernes. Más a largo plazo, sólo queda esperar y desear que el año aciago dé paso a tiempos mejores.

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