La higienista bucal Anni Savolainen ha concedido una entrevista al medio de comunicación finlandés Iltalehti en la que ha advertido de que el agua acidificada es una de las peores opciones para hidratarse.

El motivo es que, como su propio nombre indica, el agua acidificada es mucho más ácida que el agua que sale del grifo, lo que se traduce en un importante desgaste del esmalte de los dientes.

En concreto, la experta precisa que las bebidas y alimentos con un valor de pH inferior a 5,5 comienzan a dañar el esmalte dental. En ese sentido, Savolainen detalla que "en el agua mineral sin sabor, el pH suele ser de 4,5-5,5, pero en el agua mineral con gas ya se sitúa en el nivel de 4-5".

"El agua carbonatada en sí no es dañina para los dientes, pero el esmalte se verá afectado si se le añade ácido cítrico u otros ácidos. Estos se encuentran a menudo en aguas minerales saborizadas", ha indicado la higienista bucal.

"Si tienes dientes sanos, incluso la bebería a diario con una cantidad moderada de xilitol, pero si ya tienes erosión dental visible, evitaría las bebidas ácidas en la medida de lo posible", ha añadido Anni Savolainen.

En cualquier caso, lo que sí que recomienda la experta es que, si se consume, no se tome un sorbo ocasional de ese tipo de agua. "Si bebe agua mineral acidificada, es mejor hacerlo con una comida o, al menos, beberse la botella entera de una vez en poco tiempo", ha asegurado.

En relación a ese consejo, la higienista bucal ha explicado que "un ‘ataque ácido’ siempre dura entre 30 y 60 minutos, así que si tomas un sorbo de vez en cuando a lo largo del día, el ataque ácido durará más. Lo peor para tus dientes es si tomas un sorbo de vez en cuando".