La verdura de temporada que lucha contra el SIBO y ayuda a deshinchar el estómago

La microbiota intestinal está en, en la actualidad, en el punto de mira no sólo de nutricionistas y médicos, también de los científicos que analizan cómo influye su equilibrio y desequilibrio en el desarrollo y la prevención de numerosas enfermedades. Esta microbiota está compuesta por billones de microorganismos que influyen en la descomposición de los alimentos, la síntesis de vitaminas y la regulación del sistema inmune. Y cuando se produce un desequilibrio en esta flora intestinal (un mal conocido como disbiosis) se producen trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable, intolerancias alimentarias e incluso puede afectar este desequilibrio a la salud mental.

Lo que está claro es que la dieta incfluye muchísimo en este equilibrio tan importante de nuestro cuerpo. Por ejemplo, una que sea rica en fibra es clave para fomentar una microbiota saludable. Y hay un alimento en concreto que los nutricionistas recomiendan incluir en nuestra alimentación. Se trata de la alcachofa, una verdura de temporada que destaca por su alto contenido de inulina, un tipo de fibra prebiótica con múltiples beneficios.

La alcachofa es considerada uno de los mejores alimentos para mejorar esta microbiota de la que hablamos. Su contenido de inulina permite que esta fibra llegue intacta al colon, donde es fermentada por bacterias beneficiosas, generando ácidos grasos de cadena corta. Esto fortalece la pared intestinal, reduce la inflamación y protege contra microorganismos patógenos como Escherichia coli.

Además, la alcachofa es rica en antioxidantes y polifenoles, que poseen propiedades antiinflamatorias y favorecen la salud celular del intestino, convirtiéndola en un superalimento ideal para mejorar la salud digestiva y prevenir enfermedades crónicas.

Una de las consecuencias de este desequilibrio de la microbiota es el Síndrome de Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO). Se trata una afección gastrointestinal crónica que se caracteriza por el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. Estas bacterias, que normalmente se encuentran en el colon, proliferan en el intestino delgado y esto puede causar una serie de problemas de salud. El motivo es que el número de bacterias en el intestino delgado es mucho menor en comparación con el intestino grueso o colon. Cuando se produce un desequilibrio en la microbiota, se abre la puerta al desarrollo del SIBO.

Cuando se desarrolla el SIBO, las bacterias que normalmente residen en el colon se desplazan hacia el intestino delgado y esta proliferación bacteriana excesiva en el intestino delgado puede llevar a una serie de problemas para el organismo, ya que estas bacterias compiten con el cuerpo por nutrientes y producen subproductos metabólicos que pueden ser perjudiciales.

Por lo tanto, todo esto ha hecho que la microbiota intestinal haya cobrado un papel fundamental en la investigación científica y en las recomendaciones médicas actuales. Este ecosistema de bacterias y microorganismos que habita en el tracto digestivo no solo facilita la digestión, sino que también refuerza el sistema inmunológico y contribuye a la salud general del organismo. Y son factores como el estrés, una dieta desequilibrada y la falta de actividad física los que pueden alterar este delicado equilibrio, provocando problemas de salud a largo plazo.